Arriba e izquierda las crestas del Cerrajón por las que hemos caminado hace unas horas.
Fecha: 15-10-2015 Aparcamiento 8’15h.
M.I.D.E.:2,2,2,2. Chopera 11’00h.
Duración: 4h (Circular) Aparcamiento 12’30h.
Desnivel en subida: 300 metros Monachil 13’00h.
Rangos de temperatura: de 12ºC a los 23ºC
La
zona denominada “El Purche” es una alargada depresión de unos cinco por un
kilómetro. Presenta dos pendientes principales, la mayor coincidiendo con
el eje largo de este a oeste y la secundaria de sur a norte. A ambos lados está
cerrada por largas lomas aunque no con excesiva altura, siendo la principal la
que lo cierra por el sur denominada Cerrajón que alcanza los 1.679 metros. La
altura media de la depresión en su cubeta oscila entre los 1.400 y 1.500
metros.
Tradicionalmente
esta depresión ha sido dedicada a la explotación agrícola y ganadera, aunque en
la primera mitad del pasado siglo llegó a soportar hasta una veintena de
explotaciones mineras, mayoritariamente en su zona sur en las faldas del
Cerrajón. Se extraía plomo y cinc pero las vetas de mineral eran poco potentes
y cortas, no aportando riquezas superiores al 5% por lo que tuvieron cortas
vidas. Actualmente no hay ninguna activa, aunque todavía se aprecian muchas de
las escombreras a pie de explotación.
Esta
depresión ha sido acceso obligado tradicionalmente para todos los que han
querido acceder a Sierra Nevada cuando no había carreteras; desde los que
subían para recoger nieve y su posterior venta en la ciudad (Camino de los Neveros), como para los que
queríamos acercarnos a las altas cumbres atendiendo a la imperiosa llamada de la montaña.
No en vano la atraviesa el mítico sendero de "Los Neveros". Se podría afirmar
aquí que un sendero es solamente una cinta que marca la ruta y hombres y
animales la siguen imperturbablemente, entre el crujir de guijarros,
independientemente de que haga sol, lluvia o sombra.
Personalmente
a pesar de haberlo atravesado longitudinalmente en multitud de ocasiones, nunca lo había hecho
objeto exclusivo de alguna de mis salidas. Hoy había programado un recorrido
circular por él aprovechando su escaso recorrido y prácticamente nula
dificultad. Me acompaña mi hijo Carlos aunque no es terreno de su agrado, mucho
más inclinado a recorrer bosques o zonas húmedas, pero en esta sierra fuera de
las repoblaciones de pinos y algunos robledales, los parajes de su gusto escasean.
Alrededor
del kilómetros 25 de la carretera de la sierra, arranca una estrecha desviación
que en seguida nos acerca hasta el Purche abordándolo por su zona alta. Antes de iniciar la
bajada hay un espacio donde estacionar, espacio compartido con un par de mesas y bancos de
piedra. Decidimos hacer el recorrido en sentido contrario a las agujas del reloj: de derecha a izquierda. Por lo que por la
misma carretera que traíamos descendemos, ya caminando, hasta la zona baja de la depresión
donde encontramos un bar y el camping.
Aquí
tomamos un carril que se dirige hacia el sur que tras una suave y corta
subida y pasando junto a algunos cortijos (terrenos todos vallados), nos acerca hasta una amplia aunque
somera balsa circular, actualmente fuera de servicio, que ocupa la cima de una
pequeña colina. Tenemos que abandonar el carril para iniciar un sendero que se dirige
hacia el extremo oeste del Cerrajón donde se divisan una serie de antenas ocupando la cima.
Con
vegetación arbórea nula caminamos por entre matorral típico de esta sierra:
piornos, algún esparto, romeros, etc., donde los arbustos se aplastan contra el
suelo, al parecer sin más tarea que la de extender sus “zarpas” contra el
caminante, de modo que un incipiente sol nos acompaña durante toda la subida.
Estamos
ascendiendo a uno de los laterales de Los Cahorros (cara norte), profundo
barranco por el que discurre el río Monachil y en cuanto llegamos arriba
divisamos la imponente garganta, de la que no llegamos a ver el fondo, que ha
labrado el río antes de salir a terrenos más amplios y menos abruptos en las cercanías del
pueblo.
Caminamos
la línea del Cerrajón de oeste a este por la cima de la loma. Siempre a nuestra
derecha el profundo desnivel y abajo el río, a nuestra izquierda la amplia
depresión del Purche que desde esta altura se domina al completo. No tiene este
caminar dificultad ninguna y si belleza continuada. Al llegar al extremo este
desciende bruscamente por acabarse la loma de forma repentina. Abajo la
carretera que conduce a la central eléctrica de Diechar y hacia ella nos
dirigimos en busca de una cinta verde: una estrecha franja de chopos que se
asientan a los lados de un exiguo arroyo. Durante todo el recorrido nos hemos encontrado
con multitud de cartuchos de cazadores, e incluso un majano conejil que en su
momento hasta estuvo vallado.
Solo
nos queda retroceder recorriendo el carril terrero que en alrededor de media
hora nos acercará hasta el aparcamiento. Es la hora, o al menos eso nos hacen
saber nuestros estómagos, de comer. Tras la parada del bocadillo decidimos
retornar hasta Granada recorriendo la carretera que une este paraje con el
pueblo de Monachil. Este recorrido sinuoso, estrecho y de gran pendiente, divulgado hasta por televisión ya que ha sido objeto de
alguna etapa de la vuelta ciclista a España, nosotros lo recorremos hacia abajo, para los ciclistas lo programaban en subida.
Todavía
nos paramos por encima de la población para tomar un par de fotos del valle, que mucho mas abierto y vivificado por el río, aparece exultante de verdor.
Recordatorio: en nuestras salidas al campo
sólo debemos dejar nuestras pisadas, todo lo demás: impresiones, fotos y
residuos (orgánicos e inorgánicos), deben regresar con nosotros.
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