Hemos cerrado el círculo y nos encontramos donde empezamos.
Fecha: 14-7-2015 Hoya de la Mora 7'45h.
M.I.D.E.: 2,3,3,4 Carihuela 9'20h.
Duración. 8'30h. (Circular) Collado del Ciervo 10'50h.
Desnivel en subida: 1.100 metros Laguna Gabata 11'50 - 12'20h.
Rangos de temperatura: 17ºC -28ªC Guarnón 14'00h.
Tajos Campanario 15'10h.
Hoya de la Mora 16'15h
Aunque en principio estaba previsto utilizar la
lanzadera para ascender los primeros 500 metros verticales hasta “Las
Posiciones”, circunstancias de última hora impidieron hacer la reserva para la
primera hora (8h) por estar ya totalmente ocupada y decidimos hacerlo andando
en lugar de esperar a la siguiente.
Me acompaña mi hermano José A., casi una década
mayor que yo pero que mantiene una excelente forma andarina. Tras aparcar junto
al albergue de la Hoya de la Mora, iniciamos la ascensión a través de Cauchiles
hasta acercarnos a la falda del Pico Veleta. Una vez alcanzada la carretera
junto a Las Posiciones, tenemos que seguirla hasta alcanzar el refugio de la
Carihuela.
Optamos por seguir la pista que sin abandonar la
cota tres mil nos acercará hasta Loma Pelá. Una vez bordeado el Cerro de los
Machos parada obligatoria en el Collado del Lobo para asomarnos a la cabecera
del Corral del Valdeinfierno; posterior llegada a la cuenca de Río Seco donde se
mantienen el conjunto de lagunas (cuatro) con agua y algún ventisquero. La
carretera pasa entre ellas y las formas aserradas y muy irregulares de las
cimas de “Los Crestones”. Ascender Loma Pelá para aparecer en el collado,
dominando todo el circo glaciar de la laguna de La Caldera –bastante escasa de
agua hoy-, para terminar junto al refugio, después de una bajada semicircular,
recorriendo todo el perímetro norte de la amplia caldera de la laguna.
Sin acercarnos hasta el refugio para perder la
mínima cota posible nos dirigimos, ascendiendo ya por la cara oeste de la loma
del Mulhacén hacia el Collado del Ciervo (3.186 m). Aquí arranca el sendero que
desciende hasta la laguna Mulhacén (Mosca), aunque nosotros no tenemos
intención de alcanzarla. Rodeandola por la izquierda intentando, por ahora, no
perder altura, nos encaminamos hacia el primero de los picos que forman el Juego
de Bolos (3.032 m). Tampoco lo coronamos sino que bordeándolo y perdiendo cota
de forma suave, proseguimos tratando de alcanzar el collado que lo separa de su
hermano (3.019 m), para iniciar, ahora sí, una pronunciada y larga bajada que
marca el sendero que nos direcciona hacia la Laguna Larga y Gabata,
recostadas al pie de la Pared de los Cajorros.
Al principio basta seguir unos hitos de piedras que
marcan la dirección. Caminamos por un ancho y pedregoso barranco que se va
estrechando conforma descendemos hasta terminar formando un estrecho canuto
entre tajillos que cierra esta bajada. Llegado a él arranca un minúsculo
sendero, muy deteriorado en estos primeros tramos ya que el terreno sobre el
que se asienta es muy inestable y el deshielo de los ventisqueros ayudan a los
deslizamientos. No es raro encontrar alternativas distintas cada año elaboradas
por los primeros caminantes y los animales autóctonos y no precisamente en ese
orden. A partir del canuto se va a ir perdiendo cota de forma muy suave, mientras bordeamos todo el Puntal de
la Caldera, hasta sobrepasar el Espolón de la Laguna Larga desde donde avistamos por
primera vez la cubeta donde se asienta este par de lagunas donde hemos
programado descanso y comida.
La primera visión de la Larga no da idea de
las dimensiones reales de la laguna, la lejanía y la cerrazón a la que la
someten el Espolón y la Pared de los Cajorros, junto a la elevada morrena
frontal que la cierra por su lado norte nos engañan. No es hasta que alcanzamos
el extremo de la morrena y divisamos la laguna en toda su extensión, cuando
nos percatamos de la amplia lámina de agua que por posición y aportes mantiene
un buen nivel durante todo el estío y otoño.
Está ubicada a los pies de las crestas
pétreas y picudas, cara norte de los Crestones. Ocupa una pequeña cubeta
cerrada por una potente morrena que la encierra totalmente haciéndola
endorreica. Un poco más adelante la pequeña Gabata, de la que nace la
espectacular chorrera, uno de los nacimientos del río Valdeinfierno. El otro
serán los arroyos que aparecen en los propios lagunillos (sin nombre en plano) que se
encuentran al pie del Cerro de los Machos, en el paraje denominado Minillas del
Sol.
Buscamos en su orilla una de las entradas de agua y
junto al mismo afloramiento nos sentamos. Tras lavarnos y beber nos disponemos
a devorar los bocadillos. Estando en la faena aparece un grupo de cuatro
uniformados –militares- que se acercan hasta la laguna. Enseguida otro quinteto
y algunos metros detrás otro cuarteto. Todos cargados con voluminosas mochilas, sacos de dormir e incluso cascos, que con andar pausado aunque firme se pierden de vista. Como prosiguen la marcha sin
detenerse no tenemos posibilidad de entablar conversación y sólo intercambiamos
saludos gestuales. Después descubriremos que han escogido la ribera de la inmediata
Larga para descansar.
Tras media hora de quietud junto a la laguna nos
ponemos de nuevo en marcha. Hay que recorrer tres largas lomas antes de acceder
al Guarnón. Pero antes hay que coronar Veta Grande (2.983 m). Se hace penosa esta subida por varias razones. Una que después de haber "llaneado" durante más de media hora la brusca subida se atraganta; otra que después de comer las pendientes son más penosas, la sangre no está aportando nutrientes a los músculos sino atendiendo a la digestión.
Alcanzado el
collado accedemos –por ahora de forma visual- al circo glacial del Corral del
Veleta. Tas descender por una de las bajadas más incómodas de toda la sierra,
alcanzamos las Trancadas del Guarnón. Lugar donde confluyen la mayoría de los
arroyos que afloran en la zona alta de este circo glacial del Corral del
Veleta, cabecera y nacimiento del río Guarnón.
Intentamos no ser generosos con la pérdida de cota
ya que pretendemos atravesar los Tajos del Campanario por su paso intermedio
(2.887 m.), una vez ganada la cresta, se abre a nuestros pies la Hoya del Moro
(nacimiento del río San Juan) que habrá que atravesar trazando una diagonal buscando llegar de nuevo junto a los albergues
y dar por finalizada la excursión.
Recordatorio: en nuestras salidas al campo sólo debemos
dejar nuestras pisadas, todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos
e inorgánicos), deben regresar con nosotros.
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