miércoles, 4 de marzo de 2015

Joyas granadinas IX: Corrala de Santiago






PEQUEÑAS JOYAS GRANADINAS


CORRALA DE SANTIAGO.


Una "corrala" es un edificio de vecinos habitualmente de varias plantas, organizado alrededor de un patio central común, espacio comunitario donde se desarrolla la vida pública de las familias residentes. Cada planta está abierta al patio mediante galería cubierta y corrida, con balaustrada y soporte de columnas de madera. Los servicios de aseo y lavadero eran compartidos.


La Corrala de Santiago después de restaurada por la Junta de Andalucía se cedió a la Universidad de Granada en el año 1991 y desde entonces viene funcionando como residencia de invitados. Actualmente alterna este uso residencial (21 habitaciones con baño, Salón de Actos, Salón Social, Biblioteca y Cafetería) con el cultural ya que es lugar de representaciones teatrales y conciertos de la ciudad. En su patio se suele instalar a primeros de mayo una de las cruces típicas que ha conseguido numerosos premios a lo largo de su historia.

Este tipo de arquitectura proviene de los siglos XVI - XVII, característico de la zona baja de la ciudad, una vez que se cambió la zona alta de la ciudad, ocupada tradicionalmente por la población árabe, por el llano. Aunque en mi niñez conocí alguna otra en el alto Albayzín, concretamente en la calle San Luis. Era ésta de una sola planta que se organizaba alrededor de un gran patio interior cuadrado con suelo de tierra. Lugar común de relación para chicos (juegos) y grandes (tendedero, chismorreo y reposo).

De ésta de Santiago además de los llamativos pilares de piedra caliza que soportan las tres galerías superiores, es de destacar algunas de las zapatas originales trabajadas de la primera galería, mostrando bajorrelieves o cabezas talladas. En el patio cuadrangular que aparece actualmente empedrado se ubica el pozo y las grandes pilas -hasta cuatro- de lavar con "tabla" a ambos lados dado su tamaño.


















Granada, 17 de octubre de 2014



1 comentario:

  1. Para muchos, pensar en Granada es recordar la Alhambra de manera inevitable. Creo que no nos faltan razones para ello pero tú nos recuerdas que, aparte de la Alhambra, que es una experiencia imborrable, Granada tiene otros atractivos. Aquello de que "quien tuvo y retuvo, guardó para la vejez". Me parece todo un lujo que los invitados que llegan a la Universidad puedan residir en esta corrala debidamente rehabilitada. Claro que el Carmen de la Victoria en la Cuesta del Chapiz también ha sido residencia de invitados y tampoco es moco de pavo. Un abrazo

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