miércoles, 15 de octubre de 2014

Paseo por Granada




Paseando Granada


La mañana amaneció despejada para después, alrededor del mediodía irse acumulando nubes que pasadas un par de horas dejaron un chapetón en la ciudad. Aun así la temperatura no ha bajado y se ha mantenido durante todo el día muy agradable.

Las condiciones eran óptimas para salir. Estaba la excusa de una exposición en la zona alta del bosque de la Alhambra sobre animales salvajes y había una razón, pasear. Así que por qué no aunar excusa y razón para deambular un rato por el entorno de la Alhambra y disfrutar de un paseo vespertino.

Mis fotos de animales tienen poca calidad porque me ha sido imposible eliminar los reflejos propios del entorno en que están ubicadas. El único fin de reproducir algunas es dar una idea de la calidad de las láminas expuestas y animaros a visitarlas -los que podáis-. La exposición se mantendrá hasta finales de año.

Los comentarios (Joaquín Araujo) que extraigo de la propia información de la exposición los transcribo en cursiva y entrecomillados para distinguirlos de los míos propios.




Nos adentramos en el bosque a través de la Puerta de las Granadas. Hemos subido por la Cuesta de Gomérez, desde Plaza Nueva. 

Para los que no quieran caminar existe la opción de utilizar el autobús eléctrico articulado que los puede acercar hasta la parte alta.

Nosotros preferimos subir andando -mientras el cuerpo lo permita-,  respìrando el aire puro que éstos árboles se encargan de enriquecer. Hoy la humedad se palpaba después del chaparrón caído hace un par de horas.

Los paseos, casi solitarios, con el rumor del agua corriendo por los laterales y la excelente temperatura hacían muy agradable caminar por la penumbra.

La exposición -láminas de gran formato y excelente calidad e impresión- ocupan el último y más alto tramo del paseo central del bosque.

"Aquí los tenemos dispuestos a ser admirados. No es otra la pretensión de esta galería de instantáneas. Una aproximación cómplice para frenar la devastación que sufren todos estos predecesores y no tan lejanos vecinos nuestros".

"Toda la vida que nos rodea es la insustituible alfaguara de nuestra propia existencia. Por eso resulta del todo urgente que nos convirtamos en los garantes de lo que nos precede, ampara, alimenta e inspira".

"Cima de la delicia, todo en el aire es pájaro" (Jorge Guillén).

"... y no pocos otros de los que agitan sus alas hasta el zumbido, convierten a la atmósfera en lugar de encuentros entre nuestra curiosidad y la más eficaz y eficiente forma de desplazarse en este mundo..." 

".... si de riqueza hay que hablar, nada resulta más opulento que el solo necesitar lo suficiente..."

"Todos están ahí, dichosos en su estar,
frente a nosotros, que no estamos,
comidos por la rabia, por el odio".
(Octavio Paz).

"Los bosques alcanzan máximos de hospitalidad. Atestiguan por doquier que son la mejor fonda conocida, la más feliz ocurrencia de la historia de la vida. Basta, para confirmarlo, el hecho de que la mayoría de los seres vivos del planeta vivan en las diferentes formaciones arbóreas".

Uno de los paseos que recorren este bosque alhambreño, "sembrado" de castañas, algunas hojas y los restos de los erizos que las han cobijado durante su maduración. 

"Vivir en el seno de la máxima complejidad vital conocida exige mucho pero también es una importante garantía. Primero, porque la multiplicidad de la concurrencia conlleva un mismo tipo de respuesta. Por tanto, un gran número de los especialistas son, a la vez, prácticamente generalistas. Dominan las estrategias múltiples. Sin olvidar que, al mismo tiempo, nada consigue tanta estabilidad en la naturaleza como la complejidad".

"Cuando una parte del todo cae, lo que queda ya no está seguro" (Séneca).

"Lo humano, por supuesto, emanó de lo salvaje pero creó el segundo mas soberbio episodio de la historia de la vida: la inteligencia. La que ahora se enfrenta al más complejo dilema desde que existe nuestra especie, la de ser capaz de aceptar el regalo que supone la libre y bella naturaleza, esa que consigue la continuidad de la vida".

Nos acercamos, después, al Carmen de los Mártires, pero hoy no era el día adecuado para extasiarse en él, porque había programado un acto social y su correspondiente catering en sus jardines, el ajetreo propio de la actividad no cuadraba con nuestro estado de ánimo y lo abandonamos. 

El ocaso se acercaba y decidimos iniciar la bajada, pero todavía queda tiempo y luz para apreciar algunos rincones.

El minarete del hotel Palace y una chimenea engañosa compiten  en formas, colores y tamaños. La fotografía como elemento distorsionador de la realidad.

La blanca fachada de la fundación Rodríguez Acosta, muy cercana al hotel, al Carmen de los Mártires y a la propia Alhambra, rompedora con su arquitectura.

Un rincón de la fundación que atrajo mi atención por la multitud de niveles de los tejados en un espacio sumamente reducido.  

Parte trasera del restaurante que está junto a Torres Bermejas. El atardecer iluminando profusamente la fachada y la vegetación sur del complejo.

En nuestro descenso encontrmos verdaderos remansos de paz y tranquilidad como esta entrada a uno de los cármenes de la parte alta del Realejo.

Esta entrada y la calle contigua tiene en sí una belleza a la que no me resisto cada vez que deambulo por la zona.

Detalle de un torreón de otro de los cármenes del Realejo, donde se combina ladrillo y vegetación, rojo, blanco y verde.

El barrio, asentado en una colina, tiene que acoplarse a los desniveles. Las calles escalonadas son una constante.

Aljibe que ha estado oculta durante años por las obras efectuadas en la fachada.


Granada: 10-10-2014






1 comentario:

  1. Cienes y cienes de veces me he pateado lo que nos muestras, sobre todo los jardines de la Alhambra, mucho más que las interioridades de los palacios porque me resultan más vivos y con menos aglomeración de gente. Cuando mis hijos eran pequeños nos hemos muerto tardes y tardes por aquellas sombras y en los otoños sobre todo, haciendo barcos con las hojas y dejándolas que el agua las hiciera navegar. Cada uno mirará por su tierfra, no digo que no pero los jardines de la Alhambra me resultan inconmensurables. Un abrazo

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