La alegoría del cauce escalonado del agua para no llegar a ninguna parte, o para reiniciar de nuevo la bajada es recurrente a través de la literatura: eterno fluir. |
Los símbolos tan importantes en nuestra cultura. Esas figuras aladas protectoras que de alguna forma todas las culturas tienen. |
Una mano mostrando una absoluta relajación, ¿esperando recibir? |
Ya junto a la entrada del cementerio la larga hilera de cipreses indicando quizás un camino. Detalle que me pasó desapercibido a la entrada, ansioso quizás por entrar. |
Los bosques de la Alhambra, despertados por la temprana primavera y la abundante agua de riego, en plena efervescencia |
El sobrante que a través de la muralla y en ruidosa cascada, abandona los recintos ajardinados del monumento, |
Recrearme con los distintos arroyos que me acompañan en la bajada |
Decido entrar en el Bañuelo, edificio que tras discreta y pequeña fachada esconde uno de los lugares emblemáticos del paseo, frente a la puerta del Cadí y a la vera del río Darro. |
La sala principal con arcos de herradura en tres de sus lados, soportados por un conjunto de columnas adornados con capiteles romanos, visigodos y califales en armoniosa mezcolanza. |
La luz que penetra por las claraboyas ayudan a integrar hasta los elementos ajenos a la construcción. |
Prosigo mi deambular por la Carrera hasta hacer un alto |
Sigo en mi lento deambular paseo abajo hasta acercarme a otro enclave llamativo que suele pasar muy desapercibido |
hoy, dejándome arrastrar por aquello que me produce curiosidad, reclama de nuevo mi atención el Hotel Museo Mariana Pineda, casa de la heroína hoy reconvertido. |
A veces me cuesta llegar a u página por pura ignorancia y porque unas veces me comentas en una página y otras en otra. Pero al final te localizo. Precioso paseo. Lo del cementerio me importa menos pero la Cuesta de los Chinos es mi delirio. Me parece un paseo que tiene magia. La he subido y bajado muchas veces porque desde el Ave-María de la Cuesta del Chapiz donde estudié accedía a la Alhambra por la Cuesta de los Chinos, que era muy corto. Me gustaba estudiar en los jardines del Partal a los que entraba gratis. Un abrazo
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