Circo glacial cabecera del río Lanjarón.
Fecha:
11-9-2013 Hoya de la Mora 8h.
M.I.D.E.:2,3,3,4 L.
Yeguas 9'15h.
Duración:
8'30h Semicircular Refugio Elorrieta 10'15h.
Desnivel
en subida: 1.250 metros Ultimo
ventisquero 11'30h.
Rangos
de temperatura: de 8ºC a los 15ºC Punto más
bajo 12'00h.
Laguna
Caballo 13'30h.
Refugio
Elorrieta 15h.
Hoya
de la Mora 16'30h.
Había
pensado hacer un recorrido circular que pasando por el Refugio
Elorrieta continuara hasta el Pico del Tajo de los Machos (3.085 m) para un poco más adelante descolgarme por la Loma de Prado Largo
hasta la cabecera del río Toril y regresar por Loma Púa hasta la Carihuela,
completando así el recorrido de esa vertiente este de la sierra que
me es bastante desconocida. De lo pensado sólo he hecho el tramo
hasta el refugio, porque a partir de ahí todo ha sido distinto.
El
recorrido desde la Hoya de la Mora (2.500 m) hasta el refugio
Elorrieta que ocupa la cima del monte del mismo nombre (3.185 m) es
un recorrido sobradamente conocido por cualquier aficionado a caminar
por Sierra Nevada, se puede hacer en dos horas o dos y media, pasando
por la laguna de las Yeguas y los lagunillos de la Virgen. El sendero
es claro, únicamente puede presentar alguna dificultad cuando quedan
ventisqueros por atravesar y las frías mañanas los endurecen
sobremanera. Detalle a tener en cuenta cuando se programe este
recorrido.
Una
vez llegado al Elorrieta me he dado cuanta de la dificultad de mi
itinerario previsto porque se han unido varios factores: la lluvia de
estos días anteriores han dejado el terreno muy húmedo; la escarcha
depositada por la noche cubría las piedras, y la helada ya se hace notar a partir de
la cota 2.800. Estos tres factores han convertido en impracticable el
recorrido, ya que las piedras (mayoritarias en mi imaginado itinerario para hoy) cubiertas de hielo desaconsejaban su tránsito y mi interés no era tan
alto que me mereciera la pena esperar un par de horas a que el sol
hiciera su trabajo.
En
lugar de descolgarme hacia el este por la Loma de Prado Largo, me he
descolgado hacia el oeste hacia el río Lanjarón. Éste río que
nace cerca de la cota 3.000, en un semicircular espacio cerrado por el
propio Elorrieta y las primeras crestas del Cartujo, discurre por un
profundo barranco que se va hundiendo cada vez más a medida que
avanza, llegando a profundizar alrededor de 500 metros por debajo de
las cimas laterales que lo delimitan.
Nace
en la Laguna Lanjarón y yo hoy voy a recorrerlo lo más próximo al
cauce que pueda hasta la cota 2.500 para remontar cuando llegue a los
pies del Morrón (2.882) primero hasta la laguna Nájera (2.670 m) y
posteriormente hasta la propia del Caballo (2.780 m).
Este
profundo barranco del río Lanjarón tiene tres posibles recorridos: uno por el
centro que es el que ocupa el río y que yo voy a intentar seguir y
dos por las lomas laterales. Por la izquierda recorre la loma un
antiguo sendero que nos acerca hasta la población de Cañar,
actualmente muy poco frecuentado. Por la derecha (algo más alto que
el anterior) discurre otro (vereda cortá) que es el que se usa
habitualmente para acercarse hasta el pico del Caballo; éste segundo nos muestra diferentes lagunas y charcas que lo hacen
muy atractivo, será mi itinerario de vuelta.
Las
dos vertientes del río Lanjarón no podían ser más diferentes. La
que se eleva a la izquierda del río, relativamente suave y alomada
no presenta grandes tajos ni potentes afloramientos rocosos. La que
lo delimita por la derecha, algo más alta, se caracteriza por los
fuertes cortados, potentes tajos, sobre todo en su mitad superior que
hacen que el sendero tenga que bajar y ascender durante todo el
recorrido. Ambas mantienen la cota tres mil de forma casi paralela
hasta la vertical del paraje denominado Lavadero de la Reina, a los
pies del propio Caballo.
Descolgarme
hasta el río lo hago monte a través para una vez junto al cauce
hacer prácticamente todo el acompañamiento por su margen derecha. La
pérdida de altura es pronunciada y constante. El curso de agua
discurre muy rápido formando pequeñas cascadas y rápidos, muy
ocasionalmente se remansa y forma algunas pozas. Este es el caso en
sus cercanías al refugio de "Peñón Colorao" (clausurado hace algunos
años en que se tapiaron sus accesos por estar en mal estado), donde
permite algunos prados e incluso en su día se explotaron algunos
bancales, no se si como vivero o para la siembra de tubérculos. No
he apreciado en estos años que permanece cerrado un progreso en
el deterioro lo que me hace sospechar que somos los usuarios con el
mal uso que damos a estos enclaves los que aceleramos el
deterioro.
Tengo
que ir atento porque cuando algún cortado me impide seguir el cauce
y tengo que separarme un poco, enseguida, cuando intento volver junto al cauce, me
percato de que ya lo tengo decenas de metros por debajo de mi. A
medio camino en la cota 2.660 m. me encuentro el último nevero en el
fondo del barranco. Hace ya muchos días que lo horadó el río y que
éste se colapsó, pero aun mantiene largas y amplias cornisas a
ambos lados capaces de cobijarme a mi de pié.
Tanto
en el centro del barranco, a ambos lados del agua allí donde las
rocas lo permiten, como en las laderas contiguas los prados verdes
siempre rodeando arroyos que descienden de los ventisqueros que
quedan en las lomas laterales y que se derriten rápidamente alimentan numerosos rebaños,
hoy los avistados eran todos de ovejas. Acostumbradas a la soledad,
sobre todo los pequeños borregos asustados a mi paso se refugiaban
bajo sus madres a la vez que le daban algún chupetón a la teta. Me
ha parecido, por la frecuencia de la actitud, que este remedio los
tranquilizaba rápidamente.
Cuando
llego a los pies del Morrón, antes del denominado Lavadero de la
Reina, decido no progresar más y remontar (estoy en la cota 2.500
m). Primero hasta la laguna Nájera que a fecha de hoy presentaba un
paupérrimo aspecto con apenas grosor en la lámina de agua. Sigo
ascendiendo hasta la Laguna del Caballo y accedo a ella por el
fallido aliviadero artificial que se intentó durante el siglo pasado
para aumentar el aprovechamiento de agua. Decido no subir al Caballo
por lo que he llegado al punto más lejano de la excursión de hoy, a
partir de aquí todo es retroceder. Regreso que he decidido hacerlo por "Vereda Cortá".
Este
recorrido con un par de fuertes repechones va a media altura
soslayando diferentes tajos y desde él se avistan todas las lagunas
que hay en el recorrido (Caballo, Nájera, Cuadrada, Bolaños, Charca
Pala y al menos otros tres embalsamientos más efímeros entre ellas), antes de
llegar de nuevo al río. A medio camino puedo apreciar a mi derecha
una serie de promontorios rocosos en que se advierte claramente la
acción erosiva glaciar cuando todo este terreno estaba ocupado por
hielos glaciares.
Decido
seguir el sendero por lo que dejo a mi izquierda tanto el Lagunillo
como la laguna Lanjarón, donde nace el río del mismo nombre por
tenerlo ya visto de otras ocasiones y por no añadir más cansancio
al que llevo ya acumulado. La subida hasta el refugio Elorrieta es
larga y tediosa. Hay que remontar todo el antiguo circo glaciar para
una vez arriba, ya que el sendero se acerca hasta la misma cima donde se
ubica el refugio, iniciar el descenso por la otra vertiente para el
acercamiento hasta los lagunillos de la Virgen y Laguna de las
Yeguas.
Llegando
a las Yeguas comienzan a caer las primeras gotas de lluvia, al
principio tímidas y escasas para enseguida convertirse en granizos
que aunque no adquieren gran tamaño, a la velocidad con la que caen se
dejan sentir. Espero unos pasos para apreciar si va en serio o es un
amago tormentoso para terminar parando y localizar la capa en la
mochila antes de quedar totalmente mojado. Llegando a los albergues,
la amenaza de lluvia ha quedado atrás y ya con el coche, llegando a
Granada me vuelve a calentar el sol.
Recordatorio:
en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas,
todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e
inorgánicos), deben regresar con nosotros.
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