No podían faltar.
Fecha:
4-8-2013 Bco. De San Juan 7'45h.
M.I.D.E.:2,3,3,4 Puente del Burro 8'45h.
Duración:
8'45h (Semicircular). Refugio Calvario 10h.
Desnivel
en subida: 1.250 metros Refugio
Aceral 10'30h.
Rangos
de temperatura: de 13ºC a los 25'5ºC Pié Tajo
Alcazaba 12'00h.
Cueva
Secreta 13'30h.
Junta
de los ríos 13'45-14'10h.
Bco.
De San Juan 16'30h.
“Cuando
estás en una gran ciudad tienes muchas cosas que te distraen de lo
principal, que es sobrevivir y si se puede, llegar a viejo
disfrutando de la vida. En la montaña, eso se simplifica. Es donde
se ve a la persona de verdad: estás en una situación extrema y eres
tú. Y demuestras si eres tan bueno como pensabas, si tenías tanta
cabeza como pensabas, si valías tanto. En la montaña no hay
falsedad”. (Iker y Eneko Pou).
No
era, en principio, mi objetivo para la salida de hoy deambular por el
gran tajo noroeste de la Alcazaba, pero me han hecho cambiar el
propósito inicial las informaciones metereológicas que anunciaban
fuertes vientos en el Mediterráneo. Dada mi experiencia se que
cuando sopla levante en el mar, al acercarse al estrecho de
Gibraltar, dada la estrechez del “camino” (encajonado entre
Sierra Nevada y el Atlas africano) aumenta la velocidad
considerablemente a la vez que se eleva ganando cota, buscando mayor
espacio. Esto se traduce en fuertes vientos en la vertiente sur de
Sierra Nevada lo que no hace aconsejable transitar por ella.
Como
hace ya casi tres años que no hago un recorrido por las faldas del
imponente tajo de la Alcazaba. Hoy aprovechando el impuesto cambio de
destino voy a dirigirme y ver hasta dónde puedo ascender, sin prisas
y sin objetivos previos por la cara norte de la Alcazaba, para a la
vuelta recorrer la Vereda de la Estrella en toda su longitud.
En
la unión de los ríos San Juan y Genil dejo el coche en el
aparcamiento del Mesón San Juan (1.120 m). Mi recorrido de hoy se
solapa con la primera mitad de la etapa del Sulayr (Hortichuela –
Peña Partida, tramo 18), hasta algo más arriba del refugio del
Calvario, para desviarme a partir de aquí hacia la base del
imponente tajo de la Alcazaba, no sin antes pasar por el pequeño
refugio Aceral.
El
primer tramo del recorrido (Vereda de la Estrella) es prácticamente
llano y amplio lo que permite ir atento a lo que ocurre a mi
alrededor. Así caminando en silencio y ya que las primeras horas de
la mañanas son propicias, voy “desalojando” a algunas cabras
hembras con sus crías que evitan la cercanía humana. También
espanto algunos jabalíes, los cercanos se escabullen rápidamente
buscando la protección de la vegetación; los que diviso en la loma
de enfrente, seguros por la distancia que nos separa se inmovilizan
antes de decidir seguir descolgándose hasta el río para abrevar.
La
Vereda discurre en todo momento por la margen izquierda del río
Genil y el rumor del agua es el sonido que me acompaña durante esta
primera hora de caminata. Encuentro una hermosa escolopendra
(ciempiés) que tras sufrir un encuentro con algún enemigo ha
quedado bastante perjudicada, aunque viva; la retiro con mimo a un
lateral del sendero y dejo a la naturaleza que siga su curso.
Tras
4'5 kilómetros llego a una bifurcación. Dejo la Vereda dela Estrella para descolgarme (siguiendo todavía el recorrido del Sulayr) hacia el río
Genil para cruzarlo por el puente Del Burro (1.250 m). Aquí
comienza una subida fuerte y continuada hasta el refugio, el primer
tramo entre cipreses.
Cuando
comienza la transición de los cipreses por los pinos aparecen junto
al sendero signos de antiguas ocupaciones humanas. Observo balates:
unos para sustento del propio sendero; otros para preservar las
pequeñas parcelas ganadas a la loma. Enseguida llego a las ruinas
del cortijo que explotaba estos bancales (sólo permanecen
algunas paredes, alguna de ellas con las alacenas incrustadas en las
mismas).
Al
llegar al collado, junto a una antigua era ocupada actualmente por un
puñado de pinos y unos diez minutos antes de alcanzar el refugio,
tomo un desvío a la izquierda que nunca he recorrido. Imagino por la
dirección que insinúa que se dirige o bien hacia el río Vadillo, algo
que no me desagrada, o bien enlaza con el propio Sulayr por encima
del Calvario, opción que tampoco me incomoda.
Transita
este sendero por la cresta de la loma hasta enlazar (no me
equivocaba) con el Sulayr algo por encima del refugio Calvario,
junto a un poste indicador de direcciones. Me descuelgo hasta el
refugio (1.700 m) y tras entrar en el recinto vallado me encuentro a
una joven pareja que ha pernoctado en él. Ella, se esconde detrás
de un grueso tronco de nogal, evitando mostrarme el rostro en todo
momento, a él lo saludo y consciente de que no es grata mi presencia
decido continuar y hacer la parada programada en el cercano refugio
Aceral (1.700 m).
Sólo
tardo treinta minutos en llegar a él. Me lo encuentro “clausurado”,
al menos yo no he conseguido abrirlo. Sentado a su puerta me he
entretenido unos minutos mientras tomaba unas notas y comía una
fruta. Enseguida atravieso el arroyo Aceral y me acerco a la
bifurcación que hay por encima de la Junta de los Ríos, donde hay
que elegir entre bajar a los ríos o seguir subiendo y acercarse a
los prados de Vacares, en su parte baja. Yo he venido a lo segundo.
Cuando
llego al pié de la Alcazaba (cota máxima alcanzada hoy 2.300 m), en
su cara noroeste y miro para arriba me percato de lo que son mil y
pico metros verticales los mismos que me separan de su cima,
sencillamente apabullante. A partir de aquí me dedico a vadear un
par de espolones de la propia Alcazaba, buscando intentando no perder mucha
cota, enlazar con el sendero que baja de la Laguna de la Mosca, al
pié del Mulhacén.
No
sigo sendero ninguno hace bastante rato, el caminar se tiene que
hacer “intuitivo”, lo que hoy no es un problema porque sé donde
quiero ir y cómo hacerlo, sólo tengo que tomármelo con la
suficiente paciencia para no “meter la pata”. Al final enlazo con
el sendero buscado y ya más cómodo inicio la fuerte bajada hacia el
curso del río Valdeinfierno. Hoy no he necesitado buscar el puente
para cruzarlo, ya que el caudal del río es escaso, baja bastante
menguado y permite su cruce casi por cualquier sitio.
Decido
remontar hasta el refugio de Cueva Secreta (1.750 m), ya que hace
varios años que no lo visito. Ubicado unos metros por encima, junto
a un antiguo redil ganadero elaborado con piedra local, sigue en relativo buen estado y bastante
limpio. El problema más frecuente que se suelen encontrar los que deciden pernoctar en él ha
sido tradicionalmente el saqueo a que los someten los
zorros, sabedores de que los humanos portamos alimentos, suelen merodear por los alrededores siempre atentos para aprovechar cualquier oportunidad, por lo que no ha sido la primera vez que al despertar nos encontramos con las mochilas violentadas, no en vano también se llaman raposos.
De
nuevo bajar hasta llegar a la Junta de los Ríos (1.620 m), donde he decidido parar unos minutos a tomarme el
bocadillo. Aquí se unen el mencionado Valdeinfierno que nace de la
laguna Gabata y los lagunillos de la cabecera del valle, con el Valdecasillas
que desciende a su vez desde la laguna de la Mosca y que suma en su
recorrido los arroyos de los Prados de Vacares, para una vez juntos
adoptar el nombre de Real.
Ya
“sólo” me queda caminar el prolongado recorrido de la Vereda de
La Estrella en toda su longitud con un sol de justicia, casi
perpendicular a estas horas iniciales de la tarde y que me va a
acompañar prácticamente durante todo el recorrido. Se agradece la fresca
brisa que a ratos remonta el barranco y los distintos arroyos que voy
a ir cruzando y que me permitirán refrescarme frecuentemente. Consigo
hacer el recorrido a pesar del cansancio ya acumulado en algo más de
dos horas, hay que añadir que casi en su totalidad es cuesta bajo,
excepto algún corto y flojo repechón, hasta llegar de nuevo al
Barranco de San Juan (1.120 m) donde dejé aparcado el coche esta
mañana.
El
Mesón San Juan dista de Granada algo menos de 30 kilómetros, buena
parte de ellos, incluido el pueblo de Güejar Sierra, el Pantano de
Canales y Pinos Genil, publicitados televisivamente el lunes pasado
ya que formó parte del recorrido de la etapa granadina de la Vuelta
a España.
Recordatorio:
en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas,
todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e
inorgánicos), deben regresar con nosotros.
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