Hoy de tres en tres.
Lavaderos de la Reina
Fecha:17-6-2013 Barrera
8h.
M.I.D.E.:2,2,3,3. Peña Partida 9'10h
Duración:
7h Trincheras
10h.
Desnivel en subida: 700 metros Lavaderos de la Reina 11'15h
Rangos
de temperatura: de 19ºC a los 19'5ºC Barrera
15h.
La
salida de hoy estaba programada para hacer un recorrido casi circular
por el entorno de los Lavaderos de la Reina. Habíamos (me acompaña
hoy mi hermano José Antonio) pensado dejar el coche en la barrera
que hay en la Loma de Maitena para remontar, ya andando hasta el
refugio, subir por las Buitreras hasta el Pico de la Justicia para
descender a lo largo del barranco y apreciar todo el recorrido del
río Maitena desde su nacimiento hasta la toma de la acequia del Tío
Papeles.
Esas
eran las intenciones, la realidad ha sido bien distinta. Como somos
los dos madrugadores y preferimos andar con el sol bajo, a las 8 de
la mañana ya estábamos aparcados en la cota 2.000 de la Loma
Maitena, junto a la barrera. Enseguida nos separamos: tenía mi
hermano la creencia de que subir la primera media hora por la pista o
por el sendero era, en tiempo, lo mismo y hoy ha querido comprobarlo.
El
ha subido por la pista y yo he cogido el sendero. Ha demostrado tener
razón ya que hemos llegado a la par los dos, con una ventaja por su
parte, la parte de ascensión que él ha hecho ha sido mas suave y
mas prolongada, lo que siempre va bien para empezar la jornada; la
mía: más explosiva. Reunificados los caminos y tras superar a un
trío que llevaba otro ritmo mucho más relajado nos hemos acercado
hasta el Refugio, aunque su visita no es obligada, ya que algo antes
arranca una falsa pista que recorta ascendiendo loma arriba hasta
enlazar con el sendero.
Pero
fiel a mi costumbre de visitar los refugios en mis salidas serranas,
hoy hemos comprobado que el de Peña Partida esta limpio y cerrado,
lo que debería ser su estado normal, últimamente en mis visitas a
otros me he encontrado de todo.
Seguimos
la ascensión loma arriba. Hasta ahora no nos ha molestado el aire,
posiblemente por estar protegidos. A partir de que ascendemos y nos
acercamos a la cresta, recorrido natural de la ascensión, empieza a
castigarnos un viento racheado que a veces nos hace inclinarnos para
compensarlo. Es en todo momento del sur y conforme ganamos altura, el
gana en fuerza: calculamos que en algunos momentos debe alcanzar
alrededor de los cien kilómetros por hora con lo que ya sentimos
peligrar nuestra integridad.
Cuando
llegamos a la cota 2.700 m. aprovechamos unas viejas trincheras de
las que permanecen los muros para resguardados y valorar opciones.
Apenas si tenemos dudas, sobre todo después de apreciar las formas
típicas que están adoptando las nubes por encima de nosotros. A
pesar de la altura a las que se encuentran se aprecia claramente que
el aire las moldea generosamente. Optamos por descender e
introducirnos cuando la pendiente del largo ventisquero que protege
este flanco de los Lavaderos nos lo permita.
Cuando
perdemos altura y nos introducimos ya en el circo de los Lavaderos la
situación cambia radicalmente. El aire cesa y la temperatura nos
invita a recorrer todo el espacio. Hay arroyos por todos lados,
algunos de ellos dificultan su vadeo dada la gran cantidad de agua
que llevan. Como uno de los objetivos de la excursión por mi parte
era fotografiar los diferentes lagunillos, lo primero que hacemos es
dirigirnos hacia el Cerro Poco Trigo, a cuyos pies se encuentran.
Para
sorpresa nuestra nos encontramos antes de llegar al principal hasta
otros tres escalonados superiores y que desagüan uno en otro antes
de alimentar al principal. La nieve es abundante y estos días de sol
están haciendo que el deshielo esté en pleno apogeo. Recorrer los
lagunillos superiores, de vida efímera, antes de llegar hasta el
Cerro. En nuestras visitas a los Lavaderos ni mi hermano ni yo
habíamos subido este pequeña prominencia. Hoy lo hacemos pensando
que desde arriba quizás haya una buena vista del conjunto de los
lagunillos e incluso de todos los Lavaderos.
Fotografiados
los protagonistas seguimos remontando ya que a los dos nos gusta
entrar en este paraje por arriba y recorrer el curso del río Maitena
con sus múltiples saltos y cascadas. Hoy a pesar de ser lunes
coincidimos con una docena de personas que han escogido el mismo
destino que nosotros. O somos todos muy prudentes y no nos arriesgamos
más de lo necesario o ayer eran unos irresponsables. Me entero de
que ayer domingo hubo cinco actuaciones en los Lavaderos por parte
del Sereim: tobillos, hombros, etc.
Tras
recorrer buena parte de los saltos y chorreras que el río afronta en
su rápido descenso, llegamos junto al nacimiento de la acequia y ya
por sus márgenes iniciamos el regreso. Pero todavía nos demoramos
un rato junto a la balsa artificial (bastante desatendida, por
cierto) que muestra evidentes signos de abandono con partes de sus
muros de piedra de contención caídos, en cuanto el agua consiga
abrir la más mínima brecha se romperá toda ella. Hoy estaba llena
a rebosar.
Ahora
sí decidimos volver por el mismo trazado de la acequia, aunque ésta
actualmente va sumergida, de vez en cuando se delata por los
respiraderos o por los ruidos que hacen las burbujas del agua en la
canalización. Todavía tenemos que cruzar tres o cuatro ventisqueros
que cortan el sendero, ubicados en los barrancos, aguantan algo más
por su situación norteña.
Después de recorrer la cañada de los Lavaderos de la Reina el regreso, ya sea por el sendero que recorre la Loma Maitena o por el trazado de la acequia Papeles, se me hace largo y monótono. A pesar de ser un recorrido de algo menos de dos horas y prácticamente en su totalidad en suave bajada, la sensación de monotonía siempre es recurrente.
Recordatorio:
en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas,
todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e
inorgánicos), deben regresar con nosotros.
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¡Extraordinaria excursión! Yo tengo muchas ganas de subir hasta allí, pero creo que ya no podré hacerlo hasta el verano que viene. ¡Saludos!
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