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"Placetilla" donde no se si beber o no. |
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Entrada al Jardín Nazarí. |
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Apenas entrar percibimos el dominio del agua. |
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El sobrante del molino. |
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La imprescindible alberca |
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Abundantes fuentes jalonan el espacio. |
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Otra de las fuentes del jardín. |
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La sabiduría en el manejo del agua. |
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El agua que rebosa se precipita para ser recogida en otra acequia mas abajo. |
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Las labores domésticas integradas en la acequia. |
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Se regula el caudal para que sólo entre la necesaria. |
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Mi compañero de visita entre exuberancia vegetal. |
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Oquedades por doquier. |
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Las paredes formadas por rocas kársticas. |
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Pasajes que comunican espacios. |
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Jardín vertical. |
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En la cercanía se aprecia la composición de encaje de estas rocas. |
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Junto al río, bancales cultivados. |
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Espacios dedicados a huerta junto a los meramente decorativos. |
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Nuestra Señora del Rosario. |
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Original estructura del templo. |
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Estrechas y quebradas callejuelas de acceso al castillo. |
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Amplio torreón, lo que queda del Castillo. |
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Presa de Rules, controlando el río Guadalfeo.
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Vélez
de Benaudalla (Granada).
Fecha:
20-05-2013
Su
localización singular más cerca de la costa que de Granada,
enclavado entre sierras de gran altura y junto al río Guadalfeo, le
aportan unas características especiales que de alguna forma han
condicionado su recorrido histórico a través de las diferentes
culturas que lo eligieron como enclave.
Geográficamente
está situado en las últimas estribaciones de Sierra Nevada, allí donde la Alpujarra Granadina se diluye en su acercamiento hacia el
mar, ocupando una ladera a unos 170 metros de altura y rodeada por
importantes sierras como son: las sierras de Güájares y Almijara,
sierras de Lújar, Jaral y Sierra Nevada que la rodean por el oeste,
este y norte respectivamente, dejándole como salida el cañón
labrado por el río Guadalfeo en su discurrir hacia el sur.
Es
el río Guadalfeo con su caudal constante debido a su nacimiento en
Sierra Nevada y a los numerosos afluentes que recibe, ayudado
mediante su regulación por la construcción del Pantano de Rules, el
que asegura el aporte necesario, tanto en verano como en invierno,
para garantizar la viabilidad de los cultivos, así como prestar protección contra las inundaciones de los bancales existentes a lo largo de toda su
recorrido hasta la cercana desembocadura, espacios cultivados que
incluso se están incrementando en los últimos años.
La
propia población se asienta sobre una gran formación kárstica, que
luego, aguas abajo, se hará patente de forma más potente en los
cañones, cuando el río sufre un importante encajonamiento, con
paredes verticales de gran envergadura, junto con algunos meandros,
allí donde la anchura del mismo se lo permite. Todo ello le aporta
al paraje un alto valor paisajístico lo que hizo que se incluyera en
el “Catálogo de Bienes Protegidos de la Provincia de Granada”.
Compuesto
por tres núcleos poblacionales en el que Vélez acapara prácticamente
toda la población ya que los otros dos: La Gorgoracha y Lagos han
perdido protagonismo a la vez que población en las últimas décadas
apareciendo actualmente como semi-despoblados. La propia población
veleña consta de tres barrios. El Antiguo estructurado junto al
castillo que aun hoy se puede identificar por sus estrellas calles en
cuesta, algunas de ellas sin salida, callejones angostos con trazados
irregulares que lo convierten en laberíntico, tan al uso de sus
antiguos pobladores los árabes.
El
Barrio de la Vega, que como su propio nombre indica se aglutina en la
zona baja, junto al rio y recoge con casas diseminadas la estructura
propia de las distintas propiedades que en el se asientan. Y por
último el Barrio Nuevo el más amplio a la vez que más moderno y
que acoge todos los servicios y que coincide prácticamente con el
recorrido de la antigua carretera a la costa que lo atraviesa en su
totalidad.
Si
continuamos por la antigua carretera N-323 que remonta la loma donde
se asienta la población llegamos a un túnel (el de la Gorgoracha).
Justo antes de penetrar en el contemplamos muchos cortijos
diseminados que formaban este enclave, hoy la mayoría de ellos
abandonados o de uso estacional. Y pasado el mencionado túnel, a la
izquierda arranca una estrecha carretera que tras diez kilómetros
nos acerca a Lagos, a los pies de la Sierra de Lújar. Este túnel
corona el puerto de tercera categoría que a su vez hace de divisoria
entre los términos municipales de Vélez y Motril.
En
su recorrido hoy por el casco urbano llama la atención la multitud
de fuentes y/o pilares que nos encontramos en cualquier rincón,
calle o plaza (hasta quince); incluso se promociona un recorrido por
ellas que a la vez sirve para conocer la población. No podemos dejar
de visitar la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, ubicada en la
plaza principal del pueblo y a su derecha y arriba el torreón del
Castillo, utilizado actualmente como punto informativo y con dos
interesantes miradores en sus laterales norte y sur desde los que se
dominan el pueblo, buena parte del río y parte de las cumbres de
Sierra Nevada.
Por
supuesto no me puedo olvidar del Jardín-Huerta Nazarí, puesto en
valor en los últimos años y en el que se ha querido recuperar la
figura típica árabe de finca que combina el relax sensual que
produce la combinación de las plantas olorosas junto con el rumor
del agua en variadas fuentes, con los espacios dedicados a huerta,
bancales que ocupan los diferentes niveles elaborados en la pendiente
para poder asegurar el cultivo. Todo ello atravesado por una generosa
acequia que además de aportar el imprescindible riego, tras su paso
por encima del habitual estanque movía un antiguo molino colindante.
De ello dan fe las numerosas piedras de molino esparcidas por la
parte alta del jardín-huerta.
Cuando
el terreno no permite elaborar más espacios cultivables, por su
desplome casi vertical se han habilitado estrechos pasillos
escalonados para dar a conocer la pared rocosa que lo separa del
trazado de la carretera, unos metros más abajo. Es el llamado jardín
vertical. Plagado de oquedades, recovecos, pequeñas charcas y
exuberante vegetación es posiblemente el rincón más atractivo del
espacio.
Algunos
autores identifican Vélez con una pequeña alquería emplazada entre
la costa y las Alpujarras (s.IX) con una economía de
autoabastecimiento debido a la agricultura y a la producción de
seda. Los restos más antiguos del jardín Nazarí se pueden situar
cuando pasó a depender administrativamente de Salobreña (1297).
Posteriormente, ya en el año 1.489, con las capitulaciones de toda
la costa, la población pasa a depender de la familia Ulloa. Junto
con la Alpujarra será escenario de las distintas sublevaciones que
la dejan postergada poblacionalmente y no será hasta bien entrado el
siglo XVIII cuando adquiere un notable incremento de población.
“Solloza
apenas triste y alza
en
un abrir y cerrar de ojos los espíritus.
Cuando
por la mañana se aproxima a los vergeles,
dice:
la infecundidad no os tocará.
Las
flores, al verla, se sonríen,
pues
sin penar derrama lágrimas”.
Al-Rusafi.
Recordatorio:
en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas,
todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e
inorgánicos), deben regresar con nosotros.
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