De regreso: estampas camperas.
Iznatoraf
y Sabiote (Jaén).
Fecha:
13-04-2013
No
es nuevo que la provincia de Jaén atesora multitud de rincones
dignos de visitar. Tampoco voy a descubrir que contiene pueblos que
son verdaderas joyas en arquitectura, en ubicación o por ser puerta
de espacios naturales como inicio de recorridos de indudable belleza
e importancia ecológica. Quizás debamos, entre otras muchas cosas,
el descubrirnos buena parte de la provincia a Rodríguez de la Fuente
que con sus programas nos configuró a muchos de nosotros.
Tampoco
voy a descubrir a nadie que es la provincia con más densidad de
castillos de toda Europa. Debido a los largos periodos en que se
situaron sobre estas tierras las lineas defensivas de la Reconquista,
mientras se luchaba, unos por mantener lo que quedaba del Reino de
Granada y los otros por acabar expulsando al norte de África a los
resistentes. Es raro algún pueblo que no tenga un torreón de
vigilancia, una estructura o un castillo árabe o cristiano
construido después de su conquista para asegurar su defensa.
Si
a esto sumamos que generalmente los premios por la ayuda en la
conquista se pagaba con tierras, señoríos y haciendas con el fin de
fijar residencias y agricultores que ayudaban a mantener lo
conquistado, algo que favoreció la construcción de infinidad de
casas palaciegas, muchas de ellas exhibiendo aun sus blasones en las
fachadas.
Dos
ejemplos de esto que comento son las poblaciones de Iznotaraf y
Sabiote. Ambas en las cercanías de Úbeda por lo que no están muy
distantes de Granada, lo que anima a emprender un día soleado de
primavera el acercarse a ellas y disfrutar conociendo las
singularidades de estos emplazamientos.
Iznatoraf.
Es un pequeño pueblo que ocupa la cima de una colina ostentando una
altura de 1.036 metros y asentado en la misma loma que Úbeda. Nombre
proveniente del árabe como multitud de otros que significa “castillo
del polvo o de la arena”, también conocido con el nombre de Torafe.
En época árabe ostenta una gran importancia dada su situación
estratégica ya que desde su ubicación se domina una amplia
extensión.
De
su importancia dan fe los numerosos restos de construcciones,
fortaleza árabe, distribución de las casas en callejuelas
estrechas no pensadas para el tránsito de vehículos sino para la
mejor defensa, por lo que hoy sigue siendo en su mayoría zona
peatonal. Durante su visita se hace notar enseguida la profusión de
macetas y plantas que jalonan muchas de sus calles y rincones.
Es
muy probable que el lugar que ocupa la actual iglesia fuera el
ocupado en su día por la mezquita principal del lugar de la que se
tiene noción desde al menos 1.311. Era habitual tras la conquista
de cualquier población sacralizar la mezquita existente para no
tener que esperar hasta la construcción de una nueva cristiana o en
otro emplazamiento o como se hacía generalmente sobre el propio solar de la mezquita
existente.
La
actual data del siglo XVI y como muchas de esta época se deja ver la
influencia de Valdelvira a través de su discípulo Alonso Barba.
Recomendable visitar la bella Ermita del Santísimo Cristo de la Vera
Cruz, encontrándose la imagen bajo un gran arco detrás del altar
mayor entre columnas corintias que engloban el camarín.
La
belleza de sus callejuelas, los adornos florales y vegetales que lucen
la mayoría de ellas, la abundancia de casas medievales y los amplios
horizontes que dominamos desde cualquier lugar bien merecen el
desplazamiento en una cálida mañana de primavera ya que parece que
definitivamente nos han abandonado los días lluviosos.
Sabiote.
Esta población con algo más de 4.000 habitantes y a escasos
kilómetros de Úbeda, forma con ella y Baeza el denominado triángulo
del Renacimiento. Ubicadas en la misma loma (Loma de Úbeda) que las
anteriores a una altura de 840 metros. Fue declarada Conjunto
Histórico-Artístico de carácter nacional en el año 1.972.
Su
historia se remonta a la edad de bronce, teniendo continuidad en la época romana donde adquirió gran relevancia, hecho fundamentado en
la autorización para emitir moneda propia; para enseñar restos
actualmente de la época musulmana como son un lienzo de muralla y
puerta denominado “El chiringote” y un barrio denominado el
“pequeño Albaicín”, uno de los barrios árabes más antiguos de
toda Andalucía. Como otras poblaciones adyacentes pasó a manos
cristianas a través de las conquistas de Fernando III “El Santo”,
allá por 1.226. Tras varios cambios de dueño fue vendida por Carlos
V en 1.537 a D. Francisco de los Cobos, Secretario de Estado y Señor
de Sabiote (Marqueses de Camarasa) hasta que fueron abolidos por la
Cartes de Cádiz de 1811. Éste último propietario fue el que mandó
reacondicionar el castillo en palacio y le otorgó la época de mayor
esplendor.
Se
aprecian dos partes claramente diferenciadas. Por un lado el recinto
amurallado declarado en 1.972 como Conjunto Histórico Artístico de
carácter nacional que ocupa el sector sureste del pueblo, y el resto, formado por la población ubicada extramuros y conformado por distintos
arrabales, actualmente bastante extenso y pintoresco. De la muralla
se conservan unas tres cuartas partes con sus puertas, arcos y
torreones, junto con numerosas casas palaciegas del siglo XVI,
fachadas mudéjares.
Como
tiene infinidad de detalles, puertas, murallas y lugares que visitar,
recomiendo llegar a Sabiote sin prisas, con el suficiente tiempo como
para que no convierte en motivo de estrés y deambular por sus
calles, apreciar sus casas señoriales, sus plazas y monumentos,
asomarse por encima de sus murallas para apreciar las amplias vistas
que se nos ofrecen, dejarse caer extramuros para visitar sus dos
fuentes ubicadas a los pies de la muralla y con amplios abrevaderos
(fuente de la puerta de la canal).
Descansar
en nuestro deambular para tomarnos un café, y seguir para apreciar
las fachadas de la iglesia parroquial de San Pedro ejecutada por
discípulos de Valdelvira, el convento de las Carmelitas descalzas
ubicada en la calle principal de la población, donde también
contemplamos hasta tres torreones defensivos englobados entre las
construcciones posteriores, para terminar adentrándonos en el
monumental castillo.
Debido
al lugar que ocupa no es descabellado suponer que ha sido siempre un
lugar estratégico utilizado para la defensa y supuestamente
encastillado, aunque su historia documentada comienza en el siglo
XIII. Prácticamente reconstruido hoy casi en su totalidad aunque
todavía se erige una alta grúa junto a su fachada para facilitar la
terminación de los trabajos. Tras atravesar una amplia plaza y
salvar los restos del amplio foso mediante pasarela metálica poder
acceder a la entrada principal y única.
Nos
adentramos en un amplio castillo donde están reconstruidas dos
terceras partes: salones, terrazas, patios interiores, torreones,
caballerizas; habiendo acumulado un sinfín de restos en el patio
principal del mismo: columnas, capiteles, frisos, alguna cornisa,
etc. Está abierto a la visita en su totalidad y de forma gratuita.
Dejarse llevar por la intuición si no se quiere hacer una visita
planificada, disfrutar de unas de las panorámicas mas bellas y
extensas de "La Loma", para lo que basta asomarnos a cualquiera de sus
torreones.
Durante
la ocupación napoleónica fue expoliado y posteriormente volado como
fue costumbre por estas tropas cuando tenían que abandonar algún
lugar estratégico.
Otros
monumentos a visitar son las Iglesias de San Pedro, Iglesia y
Convento de Santa María (siglos XVI al XVIII) y la Ermita del
Patronato de la Villa (siglo XVIII) ubicada en las afueras del
pueblo.
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