miércoles, 26 de junio de 2013

Laguna del Padul y Nigüelas (Granada)

Pasarela por la que se recorre la laguna.

Una de las acequias "madres" que abundan en el humedal.

Lirios amarillos, en las riberas.

Árboles lacustres.

Grandes extensiones de aneas.

Cantera de áridos por encima de la falla.

Las isletas de vegetación ofrecen refugio a las aves.

Surgencia en medio del recorrido.

La laguna.

Otro rincón de la laguna.

Túneles formados por las cañas.

Jardín romántico en Nigüelas.

Casona sede actual del ayuntamiento.

Setos de boj centenarios.

Calle principal de Nigüelas.

Trojes a la entrada de la Almazara.

Interior de la almazara.
Así me ve mi mujer.

Recorrido junto a la acequia.




Río Torrente, algo por encima de la población.

Casas cueva.

Interior de la iglesia.

Antigua casona.

Laguna del Padul y Nigüelas (Granada)

Fecha: 28-04-2013

Durante la primavera, cuando las tardes son ya bastantes largas y nos queda tiempo para hacer una salida, recomiendo hacer dos visitas, bien de forma aislada, o si el tiempo disponible nos lo permite, encadenadas ya que su cercanía geográfica lo permite.

Por un lado esta la Laguna del Padul. Pasada la población de Padul por la carretera antigua de la costa, dirección a Dúrcal nos encontramos un restaurante y unos cien metros mas adelante, todo a mano derecha, una pista de tierra junto al Aula de la Naturaleza “El Aguadero”. Aquí podemos iniciar un de los tres recorridos que se nos proponen mediante distintos indicadores. Todos giran en torno al humedal.

Yo recomiendo el que paralelo a la carretera, mediante pasarela de madera, nos lleva entre juncos, cañas, espadañas, aneas, lirio amarillo, y amplias extensiones de lentejas de agua, por la orilla de la laguna hasta unas cabañas en donde además de los paneles explicativos de las aves que podemos ver, nos permiten curiosear por las costumbres de ellas sin despertar sus recelos. Ni que decir tiene que debemos movernos en el máximo silencio para no espantarlas evitando que se retiren al centro de la laguna. Es conveniente llevar prismáticos y acumular una buena ración de paciencia. Las primeras horas de la mañana y el atardecer son los mejores momentos

El mismo itinerario ya es una gozada por el propio recorrido y por la tranquilidad que el lugar aporta. Como siempre los fines de semana nos podemos encontrar de todo, cuadrúpedos sueltos, fieles amigos del hombre que entienden que si sus amos los llevan sueltos es porque pueden corretear, olisquear y acosar a cualquier bicho que encuentren. Lo terrible es que sus amos (bípedos) tampoco entienden el mal que pueden ocasionar. En mi última visita me crucé con dos sabuesos que registraban concienzudamente los márgenes de la pasarela en busca de posibles presas, mientras los amos se dedicaban a conversar en voz mas que alta sin prestarles la más mínima atención.

Actualmente está el humedal con un buen nivel de agua por lo que la afluencia de ánades y otras aves es frecuente, abundante y variada (se han llegado a contabilizar hasta 158 especies distintas), lo que lo hace un espacio muy valioso ya que es el único humedal natural de la provincia de Granada. Con una superficie encharcada de alrededor de 60 Has.,y ubicado en el extremo sur del Sistema Penibético que lo alimenta, tiene el interés añadido de ser yacimiento paleontológico donde es frecuente el hallazgo de restos fósiles de de grandes mamíferos (Mamut).

Toda la depresión está surcada por cauces (madres) excavadas durante los siglos XVIII y XIX por los lugareños a fin de drenar las hasta 500 Has que ocupó la laguna y ganar terreno para el cultivo. En esta depresión también se ha desarrollado tradicionalmente otra actividad: la extracción de turba, (es la turbera mas meridional de toda Europa), lo que propicia la existencia de pequeñas charcas con su nivel variable de agua que complementan la lámina de agua principal.

El objetivo de desecación para ganar tierras de cultivo ya ha cumplido su ciclo y muchas de las parcelas ganadas en su día al humedal están abandonadas por lo que vuelven a conquistarlas los carrizos que junto a la falta de limpieza de las acequias provoca su nuevo encharcamiento lo que le aporta un encanto especial a caballo entre su recuperación y el abandono.

Usado como “área de descanso” o posadero en su camino migratorio por multitud de aves en sus recorridos entre Europa y África. Algunas de ellas se han quedado de forma permanente en el humedal a las que hay que sumar las autóctonas, anfibios, peces, reptiles y crustáceos. Aun recuerdo cuando se cogían cangrejos de río en sus acequias de forma manual.

Habitada ya en tiempos romanos, época de las que nos han quedado monedas, tumbas y sobre todo la Vía Íbero-Romana, más tarde serían los moriscos los que se asentaron durante ocho largos siglos dejando su huella que perdura hasta nuestros días.


Nigüelas. Pequeña población de algo mas de 1.200 habitantes situada en las faldas de Sierra Nevada (es la población más alta del Valle con sus 931 metros), asentada en las estribaciones más bajas del Cerro del Caballo, último tres mil del suroeste de Sierra Nevada, en cuyas faldas nace el río Torrente que tras despeñarse cerca de 2.000 metros en su corto y abrupto recorrido, conforma por encima de la población el paraje denominado Los Cahorros, paraje de singular atractivo usado por los escaladores, para ya en las cercanías del pueblo ser en parte encauzado y atravesando la acequia en su camino la población ya dividida en dos ramales (Partidor de Aguas), una se usará para cubrir las necesidades del propio pueblo y la otra se derivará para regar las parcelas del cercano Dúrcal.

Distante de Granada unos 30 kilómetros es conocido además de por sus encantos naturales por ser puerta de varios senderos de largo recorrido así como uno de los extremos habituales de las travesías de Sierra Nevada. De gran tradición musical, prácticamente toda su actividad cultural del verano gira en torno a actividades musicales: sede de la Escuela Comarcal de Música. Las actividades musicales ocupan muchos fines de semana de la primavera y verano de esta población. Comienzan con el  Encuentro de Polifonía durante el mes de mayo concluyéndose en agosto con el Forum Internacional de Alto Perfeccionamiento Musical del Sur de Europa. Entre uno y otro, intercalados diversos Conciertos de Música Clásica.

Hay rincones que merecen la pena visitar en este encalado pueblo como son el propio Ayuntamiento que se antecede con un antiquísimo Jardín Romántico con espectaculares setos de boj centenarios encerrando arriates donde crecen algún árbol frutal u ornamental junto con flores y variadas fuentes diseminadas por los paseos. El edificio se estructura sobre un bonito patio que da acceso a las diferentes estancias hoy ocupadas por las concejalías, estancias que aun hoy conservan un lujoso mobiliario (visitable en horario administrativo).

Algo más arriba descubrimos la iglesia parroquial San Juan Bautista en uno de los laterales de la plaza del pueblo, de estilo mudéjar, sufrió importantes daños durante la rebelión de los moriscos. Destaca su valioso retablo barroco con tallas de gran interés.

A escasos metros, si seguimos ascendiendo por la calle principal, a la derecha nos encontramos el Museo-Almazara de “Las Laerillas”. Es un molino de aceite que estuvo en funcionamiento hasta pasados los cincuenta del siglo pasado y catalogado como uno de los más antiguos de Europa. Excelentemente conservado, durante su visita se puede recorrer todo el proceso de obtención del aceite.

Desde la llegada de las aceitunas que se depositaban en compartimentos individuales (atroje), generalmente integrados, como en este caso, en la propia almazara o molino de aceite, para más tarde pasar a prensa y decantación. El proceso de prensa se hacía mediante presión mediante un sistema de palanca movido por dos personas. En primera prensa se obtenía el aceite virgen, para en segundas obtener el denominado “orujo” de peor calidad y por consiguiente más económico.

Más arriba aun llegamos al Partidor de Aguas donde se reparte el caudal de la acequia entre las poblaciones de Nigüelas y Dúrcal. Estructura abovedada fabricada en piedra y coronada por una cruz, datada en el año 1766. Junto a ella nace un precioso sendero que acompañando a la acequia excavada a tramos en la propia roca de la montaña nos conduce por la ladera hasta su encuentro con el río. Desde este recorrido, actualmente truncado por un desprendimiento, se domina el último trecho del bravo río Torrente y los bancales de cultivos que proliferan en sus aledaños, antes de su llegada al pueblo.

Todavía queda visitar un monumento geológico: La Falla de Nigüelas, uno de los accidentes geológicos más importantes de toda Andalucía que separa la estribaciones serranas de la depresión de Padul, con un recorrido de hasta 15 kilómetros. Declarado Monumento Natural en noviembre de 2001. se puede acceder a un recorrido por él a través de las calles del pueblo y está señalizado y acondicionado para su visita.



Recordatorio: en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas, todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e inorgánicos), deben regresar con nosotros.



viernes, 21 de junio de 2013

Jardín Nazarí (Vélez de Benaudalla - Granada)

"Placetilla" donde no se si beber o no.

Entrada al Jardín Nazarí.

Apenas entrar percibimos el dominio del agua.

El sobrante del molino.

La imprescindible alberca

Abundantes fuentes jalonan el espacio.

Otra de las fuentes del jardín.

La sabiduría en el manejo del agua.

El agua que rebosa se precipita para ser recogida en otra acequia mas abajo.

Las labores domésticas integradas en la acequia.

Se regula el caudal para que sólo entre la necesaria.

Mi compañero de visita entre exuberancia vegetal.

Oquedades por doquier.

Las paredes formadas por rocas kársticas.

Pasajes que comunican espacios.

Jardín vertical.

En la cercanía se aprecia la composición de encaje de estas rocas.

Junto al río, bancales cultivados.

Espacios dedicados a huerta junto a los meramente decorativos.

Nuestra Señora del Rosario.

Original estructura del templo.

Estrechas y quebradas callejuelas de acceso al castillo.

Amplio torreón, lo que queda del Castillo.

Presa de Rules, controlando el río Guadalfeo.

Vélez de Benaudalla (Granada).

Fecha: 20-05-2013

Su localización singular más cerca de la costa que de Granada, enclavado entre sierras de gran altura y junto al río Guadalfeo, le aportan unas características especiales que de alguna forma han condicionado su recorrido histórico a través de las diferentes culturas que lo eligieron como enclave.

Geográficamente está situado en las últimas estribaciones de Sierra Nevada, allí donde la Alpujarra Granadina se diluye en su acercamiento hacia el mar, ocupando una ladera a unos 170 metros de altura y rodeada por importantes sierras como son: las sierras de Güájares y Almijara, sierras de Lújar, Jaral y Sierra Nevada que la rodean por el oeste, este y norte respectivamente, dejándole como salida el cañón labrado por el río Guadalfeo en su discurrir hacia el sur.

Es el río Guadalfeo con su caudal constante debido a su nacimiento en Sierra Nevada y a los numerosos afluentes que recibe, ayudado mediante su regulación por la construcción del Pantano de Rules, el que asegura el aporte necesario, tanto en verano como en invierno, para garantizar la viabilidad de los cultivos, así como prestar protección contra las  inundaciones de los bancales existentes a lo largo de toda su recorrido hasta la cercana desembocadura, espacios cultivados que incluso se están incrementando en los últimos años.

La propia población se asienta sobre una gran formación kárstica, que luego, aguas abajo, se hará patente de forma más potente en los cañones, cuando el río sufre un importante encajonamiento, con paredes verticales de gran envergadura, junto con algunos meandros, allí donde la anchura del mismo se lo permite. Todo ello le aporta al paraje un alto valor paisajístico lo que hizo que se incluyera en el “Catálogo de Bienes Protegidos de la Provincia de Granada”.

Compuesto por tres núcleos poblacionales en el que Vélez acapara prácticamente toda la población ya que los otros dos: La Gorgoracha y Lagos han perdido protagonismo a la vez que población en las últimas décadas apareciendo actualmente como semi-despoblados. La propia población veleña consta de tres barrios. El Antiguo estructurado junto al castillo que aun hoy se puede identificar por sus estrellas calles en cuesta, algunas de ellas sin salida, callejones angostos con trazados irregulares que lo convierten en laberíntico, tan al uso de sus antiguos pobladores los árabes.

El Barrio de la Vega, que como su propio nombre indica se aglutina en la zona baja, junto al rio y recoge con casas diseminadas la estructura propia de las distintas propiedades que en el se asientan. Y por último el Barrio Nuevo el más amplio a la vez que más moderno y que acoge todos los servicios y que coincide prácticamente con el recorrido de la antigua carretera a la costa que lo atraviesa en su totalidad.

Si continuamos por la antigua carretera N-323 que remonta la loma donde se asienta la población llegamos a un túnel (el de la Gorgoracha). Justo antes de penetrar en el contemplamos muchos cortijos diseminados que formaban este enclave, hoy la mayoría de ellos abandonados o de uso estacional. Y pasado el mencionado túnel, a la izquierda arranca una estrecha carretera que tras diez kilómetros nos acerca a Lagos, a los pies de la Sierra de Lújar. Este túnel corona el puerto de tercera categoría que a su vez hace de divisoria entre los términos municipales de Vélez y Motril.

En su recorrido hoy por el casco urbano llama la atención la multitud de fuentes y/o pilares que nos encontramos en cualquier rincón, calle o plaza (hasta quince); incluso se promociona un recorrido por ellas que a la vez sirve para conocer la población. No podemos dejar de visitar la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, ubicada en la plaza principal del pueblo y a su derecha y arriba el torreón del Castillo, utilizado actualmente como punto informativo y con dos interesantes miradores en sus laterales norte y sur desde los que se dominan el pueblo, buena parte del río y parte de las cumbres de Sierra Nevada.

Por supuesto no me puedo olvidar del Jardín-Huerta Nazarí, puesto en valor en los últimos años y en el que se ha querido recuperar la figura típica árabe de finca que combina el relax sensual que produce la combinación de las plantas olorosas junto con el rumor del agua en variadas fuentes, con los espacios dedicados a huerta, bancales que ocupan los diferentes niveles elaborados en la pendiente para poder asegurar el cultivo. Todo ello atravesado por una generosa acequia que además de aportar el imprescindible riego, tras su paso por encima del habitual estanque movía un antiguo molino colindante. De ello dan fe las numerosas piedras de molino esparcidas por la parte alta del jardín-huerta.

Cuando el terreno no permite elaborar más espacios cultivables, por su desplome casi vertical se han habilitado estrechos pasillos escalonados para dar a conocer la pared rocosa que lo separa del trazado de la carretera, unos metros más abajo. Es el llamado jardín vertical. Plagado de oquedades, recovecos, pequeñas charcas y exuberante vegetación es posiblemente el rincón más atractivo del espacio.

Algunos autores identifican Vélez con una pequeña alquería emplazada entre la costa y las Alpujarras (s.IX) con una economía de autoabastecimiento debido a la agricultura y a la producción de seda. Los restos más antiguos del jardín Nazarí se pueden situar cuando pasó a depender administrativamente de Salobreña (1297). Posteriormente, ya en el año 1.489, con las capitulaciones de toda la costa, la población pasa a depender de la familia Ulloa. Junto con la Alpujarra será escenario de las distintas sublevaciones que la dejan postergada poblacionalmente y no será hasta bien entrado el siglo XVIII cuando adquiere un notable incremento de población.


Solloza apenas triste y alza
en un abrir y cerrar de ojos los espíritus.
Cuando por la mañana se aproxima a los vergeles,
dice: la infecundidad no os tocará.
Las flores, al verla, se sonríen,
pues sin penar derrama lágrimas”.
Al-Rusafi.



Recordatorio: en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas, todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e inorgánicos), deben regresar con nosotros.

domingo, 9 de junio de 2013

Iznatoraf y Sabiote (Jaén)

Iznatoraf.

Arco de la calle Campo

Torre ubicada en la plaza. 

Iglesia Parroquial.

Puerta del Arrabal.

Muchas de las calles ofrecen este adorno.

La muralla integrada en las viviendas actuales.

Puerta de la Virgen del Postigo.

Entre poblaciones: campos amarillos.

Sabiote desde su castillo.

Entrada al castillo después de atravesar el foso.

Plaza de armas.

Mi hijo Carlos descansando del sol.

Muros y torreones.

Salones rehabilitados.

Accesos a las mazmorras.

Esquina en el patio interior.

Una de las puertas que conserva la población.

Fachada de la iglesia. Escuela de Valdevira.

Iglesia y convento de Carmelitas Descalzas.

Torre de la Iglesia.

Fuente y abrevadero extramuros.

Puerta de los Santos.

De regreso: estampas camperas.


Iznatoraf y Sabiote (Jaén).

Fecha: 13-04-2013

No es nuevo que la provincia de Jaén atesora multitud de rincones dignos de visitar. Tampoco voy a descubrir que contiene pueblos que son verdaderas joyas en arquitectura, en ubicación o por ser puerta de espacios naturales como inicio de recorridos de indudable belleza e importancia ecológica. Quizás debamos, entre otras muchas cosas, el descubrirnos buena parte de la provincia a Rodríguez de la Fuente que con sus programas nos configuró a muchos de nosotros.

Tampoco voy a descubrir a nadie que es la provincia con más densidad de castillos de toda Europa. Debido a los largos periodos en que se situaron sobre estas tierras las lineas defensivas de la Reconquista, mientras se luchaba, unos por mantener lo que quedaba del Reino de Granada y los otros por acabar expulsando al norte de África a los resistentes. Es raro algún pueblo que no tenga un torreón de vigilancia, una estructura o un castillo árabe o cristiano construido después de su conquista para asegurar su defensa.

Si a esto sumamos que generalmente los premios por la ayuda en la conquista se pagaba con tierras, señoríos y haciendas con el fin de fijar residencias y agricultores que ayudaban a mantener lo conquistado, algo que favoreció la construcción de infinidad de casas palaciegas, muchas de ellas exhibiendo aun sus blasones en las fachadas.

Dos ejemplos de esto que comento son las poblaciones de Iznotaraf y Sabiote. Ambas en las cercanías de Úbeda por lo que no están muy distantes de Granada, lo que anima a emprender un día soleado de primavera el acercarse a ellas y disfrutar conociendo las singularidades de estos emplazamientos.

Iznatoraf. Es un pequeño pueblo que ocupa la cima de una colina ostentando una altura de 1.036 metros y asentado en la misma loma que Úbeda. Nombre proveniente del árabe como multitud de otros que significa “castillo del polvo o de la arena”, también conocido con el nombre de Torafe. En época árabe ostenta una gran importancia dada su situación estratégica ya que desde su ubicación se domina una amplia extensión.

De su importancia dan fe los numerosos restos de construcciones, fortaleza árabe, distribución de las casas en callejuelas estrechas no pensadas para el tránsito de vehículos sino para la mejor defensa, por lo que hoy sigue siendo en su mayoría zona peatonal. Durante su visita se hace notar enseguida la profusión de macetas y plantas que jalonan muchas de sus calles y rincones.

Es muy probable que el lugar que ocupa la actual iglesia fuera el ocupado en su día por la mezquita principal del lugar de la que se tiene noción desde al menos 1.311. Era habitual tras la conquista de cualquier población sacralizar la mezquita existente para no tener que esperar hasta la construcción de una nueva cristiana o en otro emplazamiento o como se hacía generalmente sobre el propio solar de la mezquita existente.

La actual data del siglo XVI y como muchas de esta época se deja ver la influencia de Valdelvira a través de su discípulo Alonso Barba. Recomendable visitar la bella Ermita del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, encontrándose la imagen bajo un gran arco detrás del altar mayor entre columnas corintias que engloban el camarín.

La belleza de sus callejuelas, los adornos florales y vegetales que lucen la mayoría de ellas, la abundancia de casas medievales y los amplios horizontes que dominamos desde cualquier lugar bien merecen el desplazamiento en una cálida mañana de primavera ya que parece que definitivamente nos han abandonado los días lluviosos.





Sabiote. Esta población con algo más de 4.000 habitantes y a escasos kilómetros de Úbeda, forma con ella y Baeza el denominado triángulo del Renacimiento. Ubicadas en la misma loma (Loma de Úbeda) que las anteriores a una altura de 840 metros. Fue declarada Conjunto Histórico-Artístico de carácter nacional en el año 1.972.

Su historia se remonta a la edad de bronce, teniendo continuidad en la época romana donde adquirió gran relevancia, hecho fundamentado en la autorización para emitir moneda propia; para enseñar restos actualmente de la época musulmana como son un lienzo de muralla y puerta denominado “El chiringote” y un barrio denominado el “pequeño Albaicín”, uno de los barrios árabes más antiguos de toda Andalucía. Como otras poblaciones adyacentes pasó a manos cristianas a través de las conquistas de Fernando III “El Santo”, allá por 1.226. Tras varios cambios de dueño fue vendida por Carlos V en 1.537 a D. Francisco de los Cobos, Secretario de Estado y Señor de Sabiote (Marqueses de Camarasa) hasta que fueron abolidos por la Cartes de Cádiz de 1811. Éste último propietario fue el que mandó reacondicionar el castillo en palacio y le otorgó la época de mayor esplendor.

Se aprecian dos partes claramente diferenciadas. Por un lado el recinto amurallado declarado en 1.972 como Conjunto Histórico Artístico de carácter nacional que ocupa el sector sureste del pueblo, y el resto, formado por la población ubicada extramuros y conformado por distintos arrabales, actualmente bastante extenso y pintoresco. De la muralla se conservan unas tres cuartas partes con sus puertas, arcos y torreones, junto con numerosas casas palaciegas del siglo XVI, fachadas mudéjares.

Como tiene infinidad de detalles, puertas, murallas y lugares que visitar, recomiendo llegar a Sabiote sin prisas, con el suficiente tiempo como para que no convierte en motivo de estrés y deambular por sus calles, apreciar sus casas señoriales, sus plazas y monumentos, asomarse por encima de sus murallas para apreciar las amplias vistas que se nos ofrecen, dejarse caer extramuros para visitar sus dos fuentes ubicadas a los pies de la muralla y con amplios abrevaderos (fuente de la puerta de la canal).

Descansar en nuestro deambular para tomarnos un café, y seguir para apreciar las fachadas de la iglesia parroquial de San Pedro ejecutada por discípulos de Valdelvira, el convento de las Carmelitas descalzas ubicada en la calle principal de la población, donde también contemplamos hasta tres torreones defensivos englobados entre las construcciones posteriores, para terminar adentrándonos en el monumental castillo.

Debido al lugar que ocupa no es descabellado suponer que ha sido siempre un lugar estratégico utilizado para la defensa y supuestamente encastillado, aunque su historia documentada comienza en el siglo XIII. Prácticamente reconstruido hoy casi en su totalidad aunque todavía se erige una alta grúa junto a su fachada para facilitar la terminación de los trabajos. Tras atravesar una amplia plaza y salvar los restos del amplio foso mediante pasarela metálica poder acceder a la entrada principal y única.

Nos adentramos en un amplio castillo donde están reconstruidas dos terceras partes: salones, terrazas, patios interiores, torreones, caballerizas; habiendo acumulado un sinfín de restos en el patio principal del mismo: columnas, capiteles, frisos, alguna cornisa, etc. Está abierto a la visita en su totalidad y de forma gratuita. Dejarse llevar por la intuición si no se quiere hacer una visita planificada, disfrutar de unas de las panorámicas mas bellas y extensas de "La Loma", para lo que basta asomarnos a cualquiera de sus torreones.

Durante la ocupación napoleónica fue expoliado y posteriormente volado como fue costumbre por estas tropas cuando tenían que abandonar algún lugar estratégico.

Otros monumentos a visitar son las Iglesias de San Pedro, Iglesia y Convento de Santa María (siglos XVI al XVIII) y la Ermita del Patronato de la Villa (siglo XVIII) ubicada en las afueras del pueblo.