Bajando, junto al "Sombrero" me detengo para captar esta toma
Fecha:19-12-2012 Puerto
Lobo 8h.
M.I.D.E.:2,2,3,3. Caseta vigilancia 9'00h
Duración:
7h (38.700p) Alfaguara Chica 10'45h.
Desnivel
en subida: 550 metros Alfaguara
(Bocadillo) 11-11'30h
Rangos
de temperatura: de 6'5ºC a los 16'5ºC Hospital 12'15h.
Rio
Darro 13'30h
Puerto
Lobo 15h.
Llevo algunos días con
una zona de la espalda con especial sensibilidad, hasta el punto de
que los roces o movimientos musculares me molestan, esta mañana
pensaba en la mochila que iba a llevar colgada buena parte de la
jornada. La radio local anunciaba a primeras horas del día densas
nieblas cubriendo Granada. No parecía que fuera un día idóneo para
salir de marcha, pero ya se sabe la costumbre hace hábito.
Cuando
miro por la ventana no parece que la niebla sea tan densa como
asegura el locutor, al menos en mi zona. Una vez en marcha, cuando
comienzo a ascender por la carretera de Murcia, hacia Puerto Lobo,
acabo asumiendo que la niebla es densa hasta tal punto que me obliga
a poner en funcionamiento el “limpia”. La preocupación no dura
demasiado, pues enseguida que alcanzo altura dejo la niebla por
debajo de mí y así ha continuado ya durante toda la jornada.
No
se que falta habrán cometidos los granadinos para que los dioses les
hayan castigado con un espeso manto de bruma cubriendo casi toda la
vega prácticamente todo el día. Yo he conseguido zafarme del
castigo subiendo al Parque Natural de la Sierra de Hüetor. La cima
que soporta la Cruz de Víznar me ha parecido un buen inicio para la
salida de hoy.
Tras
aparcar junto al edificio de Puerto Lobo, he comenzado a andar por el
carril que se dirige hacia la Alfaguara, para tras un par de
kilómetros desviarme por un sendero señalizado que asciendo por el
barranco de la Umbría de Viznar para acercarme hasta el Collado de
Viznar (1.484 m). Colgado por encima del pueblo es una atalaya
inmejorale para apreciar los dos pueblos de este lado de la sierra:
Viznar y Alfacar.
Mi
primer destino era el Peñón (1.559 m) que queda a la izquierda del
collado (este) y hacia él me dirijo. Lo corona una caseta de control
de incendios y desde ella además de dominar todo el complejo de
edificaciones y helipuertos de abajo, se visualiza toda la depresión
de la vega granadina hoy oculta por un grueso manto de nubes que sólo
dejaban asomar las cimas del Monte Vives y Sierra Elvira. Si no
conocieramos lo que hay debajo podríamos dudar de la existencia de
la ciudad. La autovía se pierde repentinamente adentrándose en el
“mar”.
Una
vez coronado el punto más al este de esta serie de crestas, hoy me
voy a dedicar a “crestear” por todas ellas hasta acercarme hasta
la carretera que desde Alfacar asciende a la Alfaguara. Para mi va a
ser un recorrido novedoso que afronto con tranquilidad ya que
dispongo de todo un hermoso día para andar.
Primero
la cima donde se asienta la Cruz (esta forjada en metal con multitud
de agujeros para hacer menos resistencia al aire), para retornar de
nuevo al Collado y sin sendero ir enlazando las diferentes cimas que
voy avistando, manteniendo siempre la dirección oeste, hasta llegar
hasta otro Cerro de la Cruz (1.580 m) ya por encima de Alfacar. La
cruz que corona este cerro es maciza y de obra, perfectamente
encalada se hace ver desde buena distancia.
Aquí
quiebro mi dirección para encaminarme a partir de ahora hacia el
norte buscando el sendero que se dirige hacia la Cueva del Agua. No tardo en
encontrarlo, inconfundible por su anchura para dejarlo de nuevo
apenas recorridos unos cien metros. Me desvío hacia la izquierda,
tomando un senderillo que en bajada me va a conducir, atravesando un
cerrado bosque de pinos con abundancia de jaras que en algunos
lugares me sobrepasan en altura hasta una amplia explanada con algo
de pendiente que es la Alfaguara Chica.
Esta
bajada (unos veinte minutos) es uno de los recorridos con más
encanto para mí de todo el Parque. La soledad en que lo hago y el
profundo silencio solo roto por alguna ave que alza el vuelo porque
no soporta mi presencia. El frondoso bosque apenas deja penetrar los
rayos de sol y cuando éstos lo consiguen sólo iluminan pequeños
retazos de los troncos o minúsculas parcelas de suelo, permaneciendo
todo lo demás en esa penumbra a la que no estamos acostumbrados en
el sur.
Una
vez llegado a la amplia zona desforestada que es la Algaguarilla, hoy
en su parte umbría cubierta todavía por la escarcha acumulada
durante la noche, la recorro para cerciorarme de que no se ha
regenerado la fuente que hay en su centro. Al menos las pocas visitas
que recibe mantienen el prado que la cubre en óptimas condiciones,
libre de residuos humanos. Aunque si somos observadores y nos fijamos podremos detectar la
presencia humana en unos restos de choza soportada sobre los troncos
de los tres solitarios árboles que se enseñorean en el centro.
Retornar
hasta la Alfaguara en la que entro junto al Arboretum para pararme en
una de las mesas del área Recreativa para tomarme el bocadillo.
Junto a las barbacoas han dejado un numeroso grupo de jóvenes todo
el lastre mientras hacen una visita a los alrededores: mochilas,
sacos de carbón, bolsas de pan, botellas de bebida y prendas de
abrigo. Una vez acabado el condumio, reinicio la marcha.
Durante
algunos años, en que no visitaba este Parque olvidé la ubicación
del Antiguo Sanatorio. Una vez redescubierto, suelo pasarme por él
para apreciar el deterioro que el paso de los años con ayuda de
algunos “bípedos” sufre. Actualmente unos muros que apenas se
mantienen de pie y junto a los que un cartel desaconseja entrar. Algo
mejor está un pequeño edificio que se ubica por debajo del complejo
principal aunque también ha sufrido ya alguna violación.
Retomo
el camino hacia la Fuente de la Teja (ya desaparecida hasta en los
últimos mapas del Parque) y por supuesto abandonada desde hace
algunos años. Algo más abajo, cuando la carretera se bifurca, cojo el ramal de la
derecha, pero solamente para acercarme al río. A partir de ahora voy
a caminar junto al cauce. Con agua en su primera parte, para más
tarde perderse en el subsuelo y ya no aparecer hasta cerca de las
casetas donde nace la toma para Huetor Santillán.
Este
recorrido por el fondo del barranco, ensombrado a pesar de la hora en
que lo transito (14h.), con apenas desnivel, es un recorrido muy
agradable y placentero. Antes de llegar a ver de nuevo nacer el agua
dejo por la derecha el barranco, tomando un pequeño sendero que si
no se conoce es difícil de encontrar. Le ocurre lo mismo en su otro
extremo, cuando enlaza con la pista que une Puerto Lobo y la
Alfaguara.
Nunca
he visto ni me he cruzado con nadie por él, sin embargo está
suficientemente marcado como para una vez iniciado no tener problema
alguno en seguirlo. Un primer trecho de alegre subida para llanear un
rato atravesando una loma por debajo de las Veguillas, hasta llegar a
un collado, desde el que ya avistamos el trazado de la carretera.
Sólo queda salvar un par de pequeños barrancos y otra corta subida
hasta enlazar con la pista.
Bajar
por la carretera algo más de un kilómetro hasta llegar al centro de
Puerto Lobo para finalizar la excursión es lo que me queda. Ahora sí
con unas excelentes vistas de Sierra Nevada en que aprecio que las
altas temperaturas de estos días han hecho ascender la cota de nieve
vertiginosamente. Incluso parte de la cima del Picón de Jérez
(3.090 m.) se ve ya libre de su manto blanco.
Una
muy agradable caminata por el Parque de la Sierra de Huetor en que la
temperatura ha acompañado en todo momento; he recorrido un tramo
novedoso para mí y he disfrutado de un día por encima de las
espesas nieblas que me habrían cubierto de haber permanecido en
Granada. ¿Qué más se puede pedir?. Sólo han faltado a la cita
“mis cabras”, aunque disculpo su falta a la cita porque está
abierta la veda y he oído disparos a lo largo de la mañana e incluso he avistado algún cazador apostado junto a la pista de bajada a la Fuente de la Teja.
Recordatorio:
en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas,
todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e
inorgánicos), deben regresar con nosotros.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por darme tu opinión