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Cartel anunciador del sendero. |
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El inicio del recorrido se hace por un carril terrero. |
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Enseguida comienzan a mostrarse los colores. |
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Verdes prados salpican el paisaje. |
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Durante el recorrido se ven demasiados muñones y pocos árboles jóvenes. |
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Sol y amarillos. |
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Formaciones rocosas a los lados del recorrido, |
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Imposible perderse, basta seguir la estela. |
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Exuberancia pictórica. |
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Ruinas del cortijo Orrivalí. |
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Todo el conjunto está abandonado hace años. |
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El inmenso castaño, que no único. |
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Idea de su diámetro: 4'5 metros. |
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Llegando a Los Mellizos. |
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Curioseando. |
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Vista general de la aldea Los Mellizos. |
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Fachadas alineadas que daban a una de las calles. |
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Cementerio. |
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Abrevadero por debajo de uno de los cortijos. |
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Restos de gigantes desaparecidos. |
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Volviendo la vista atrás antes de despedirnos.
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Fecha:5-10-2012 Inicio
Sendero 8’30h.
M.I.D.E.:2,2,2.2. Orrivalí 9’45h
Duración: 4h30’
(23.800p) Los Mellizos 11’30h
Desnivel en subida:
290 metros Inicio Sendero 13h.
Rangos de temperatura:
de 7ºC a los 11'5ºC
En
esta quinta aproximación a la Sierra de Baza y penúltima prevista
por ahora para esta sierra, vamos a conjugar el recorrido por un
sendero: Álamos Centenarios (ya el nombre es suficientemente
sugestivo) que nos acerca hasta el cortijo de Orrivalí, con la
visita a un enclave de interés etnográfico como es el antiguo
asentamiento denominado: Los Mellizos. Actualmente en estado de
abandono ya que se dejó de habitar alrededor de los años 60 del
siglo pasado y no se le ha prestado desde entonces demasiada
atención. Tanto es así que el camino que unía la aldea con el
cementerio está perdido entre los pinares que van rodeando a la
aldea cada día un poco más. En la documentación a la que he tenido
acceso manifestaba que estaba abierto a la entrada de animales por
carecer de puerta en medio de un bosquete de pinos. A fecha de hoy
doy fe de que tiene puerta y que ésta está cerrada.
Hoy
lunes, día inusual para salir de excursión, han mandado las
circunstancias sobre las costumbres y los deseos. Por un lado me
acompaña mi hijo Carlos que había manifestado interés en algún
recorrido por la Sierra de Baza y aprovechando que tenía el día
libre a nivel laboral la hemos programado para hoy; por otro las muy
probables lluvias anunciadas para el resto de la semana han hecho que
intentamos aunar intereses con posibilidades.
Indagando
sobre la ubicación de la aldea del Tesorero me encontré con la
información que hablaba de esta de los Mellizos y puesto que estaba
junto a una de las rutas interesantes a hacer por este Parque Natural
decidí aunarlas para visitarlas en el mismo día.
A
veces ocurre que el interés despertado y alimentado durante años
por alguna imagen nos decepciona una vez que lo visitamos, espero que
no sea mi caso en estas visitas. He programado unos recorridos, en
los que nos vamos a ayudar del coche para trasladarnos de unos a otros y
“ganar tiempo”, disfrutar de estos parajes sin prisas,
dedicándole todo el tiempo que estimemos oportuno para caminarlos, es
decir, mientras dure el día y nuestra curiosidad nos lo demande.
El
punto de partida está en la carretera GR-8101 que une las
poblaciones de Caniles y Escullar cerca del área recreativa Tablas.
Aquí nace el sendero lineal con algo más de cuatro kilómetros que nos conducirá a los parajes dominados por éstos árboles centenarios
que se salvaron de la tala por sus formas rugosas y ramas retorcidas
que los inhabilitaban para su uso en la construcción.
Sendero
Álamos Centenarios hasta Cortijo Orrivalí.
Toda la cuenca alta del Arroyo Bodurria se encuentra ocupada por
multitud de cortijos, la mayoría de ellos, como casi todos los de
esta sierra, en estado avanzado de abandono o simplemente en ruinas.
Es su parte alta, además de Los Gómez, La Fraguilla y la Morota, se
encuentra el Cortijo de Orrivalí, asentado en la faldas soleadas de
una colina, actualmente en ruinas como casi todos los avistados en la
Sierra de Baza. Todos estos terrenos fueron replantados en la segunda
mitad del siglo pasado de pinos, actualmente en proceso de aclare y
limpieza ya que en su día se sembraron demasiado juntos lo que les
impidió crecer y desarrollarse adecuadamente por la excesiva
competencia que entre ellos se ejercía. Bajo los pinos se encuentran
abundantes matas de jaras, aunque en su día sufrieron amplias
eliminaciones para la repoblación.
El
cortijo, en completo abandono desde hace ya años así como sus
antiguas zonas de cultivo, abundantes en sus alrededores y a ambos
lados del arroyo, no presentan excesivo interés, uno por el abandono
en que se encuentra que lo ha convertido en ruinas y otras porque se
van viendo ocupadas por vegetación cuando no aparece su deterioro
por el paso del ganado. Pero sí es muy interesante la zona en que se
enclava, zona que forma parte de la llamada Ruta de los Álamos
Centenarios, toda ella situada en la falda solana de Los Gómez en
cuya zona alta se encuentra el Mirador de Barea desde donde se puede divisar media Sierra de Baza.
Si
alargamos el paseo por debajo de la cortijada de Los Gómez podemos
visitar el bosque de galería compuesto de álamos negros centenarios
que flanquean el arroyo. Estamos recorriendo uno de los rincones más
tranquilos y atractivos de la sierra, aunque desgraciadamente no
todos piensan como nosotros ya que algunos usan los viejos troncos de los
álamos como acechaderos. Los
colores otoñales, en pleno apogeo lo hacen especialmente atractivo;
si a ello unimos que el recorrido es ameno, saltando el arroyo en
reiteradas ocasiones y prácticamente llano nos encontramos con uno
de los lugares de la Sierra de Baza que más nos ha impactado y desde
luego de forma muy positiva.
En
la bajada dejamos a mi derecha la aldea de Los Mellizos para prolongar
el paseo hasta algo más abajo del cortijo Orrivalí. Algo por debajo
de la aldea y en la orilla contraria nos encontramos un inmenso castaño
del que se afirma “que es el único de esta sierra”, algo que me
encargo de corregir porque yo he avistado algún otro ejemplar dentro
del Parque. Pero lo que no vamos a dudar es de sus dimensiones: 4'5
metros de diámetro en su tronco medidos a una altura de 1'50 metros y una
edad estimada superior a los 400 años, un ejemplar digno de
admiración. Prolongamos aun algo más el paseo hasta cruzarnos con un
carril, donde decidimos darnos la vuelta y regresar sobre nuestros
pasos para entretenernos sin prisas en la aldea de Los Mellizos.
Los
Mellizos. Se asienta este
complejo en el barranco del Bodurria, en su parte alta a más de
1.700 metros y muy cerca del límite con la provincia de Almería,
ocupando la parte baja y soleada de una ladera. Está compuesto por
un conjunto de casas de piedra que en su día contaban con tejados de
pizarra y launa, todas ellas en estado ruinoso hasta tal punto que no
es aconsejable entrar en ninguna de las construcciones. Ya citado en
el Catastro de Ensenada del año 1.753, era un importante lugar de
transaciones comerciales donde acudían los vendedores ambulantes con
caballerías cargadas de mercaderías para intercambiar por los
productos típicos de la sierra: patatas, cereales, queso, huevos y
frutas, usando el trueque como forma habitual de comercio al margen
del uso de la moneda habitual en otras zonas de la provincia. En los
años sesenta del pasado siglo la aldea quedó totalmente deshabitada
y abandonada.
Es
interesante pasearse por sus empinadas calles, particularmente
atractiva nos ha resultado la que en su día fue plaza principal de la
aldea, donde se ubicaba la Ermita de San Antonio (1.868), de la que
sólo permanecen en pie las paredes y la puerta metálica que la
cierra, no conservándose ninguna de sus cubiertas. Algunas de las
construcciones con dos y hasta tres alturas aprovechando el desnivel
de la loma en que se asientan, no sostienen techumbre en ningún
caso.
Un
poco alejado del casco urbano y a su derecha, entre los bosquetes de
pinos de repoblación encontramos el cementerio, que aún conserva
la pared que delimita su espacio rectangular. Se afirmaba “que el
no conservar puerta ha hecho que se convierta en redil o lugar de
pasto para animales tanto domésticos como salvajes”, hoy puedo
asegurar que se ha dado solución a esa dejadez denunciada e incluso
se ha producido un enterramiento a primeros de este año por lo que
su abandono y deterioro se ha frenado. En la información consultada
se afirmaba que se dejó de usar por última vez allá por el año
1.963, hoy en una de sus lápidas aparecía la fecha de 2012.
Abundaron
por toda la zona los cerezos silvestres de los que aún quedan
algunos ejemplares, pero lo que más llama la atención, sin lugar a
dudas, es el bosque de álamos que ocupa ambos márgenes del arroyo
Bodurria. Algunos de tamaño excepcional y que presentan unas formas
retorcidas y deformes (trasmochos) y curiosamente esta fealdad de
formas y las curvadas ramas es lo que los ha salvado de las talas por
no considerarlos aptos ni para la edificación ni para uso maderero,
ayudado por la falta de buenas carreteras que dificultaban más si
cabe la ya penosa tarea de sacar las maderas de la sierra.
Aunque
la vegetación que domina es la propia de márgenes de cursos de
agua: juncos, sauces, mimbres, rosales, chopos, ejemplares de álamos
temblones mezclados con otros y de mayor tamaño como los álamos
negros.
Recordatorio:
en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas,
todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e
inorgánicos), deben regresar con nosotros.
Soy una de las últimas personas que marcho de los Mellizos y fue en el 1972
ResponderEliminarPodría hablar con usted sobre esta aldea? Me gustaría saber de ella. Mi correo electrónico es el jesuslaider82@yahoo.es
EliminarGracias por tu información
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