A pesar de la mejoría en las temperaturas, seguía sin apetecer un baño a la vuelta.
Fecha:3-12-2012 Área
R. Fuente Potros 8h.
M.I.D.E.:2,2,3,3. Fuente Las Chorreras 9'00h
Duración:
6h (30.800p) Majalijar 10'45h.
Desnivel en
subida: 550 metros Fuente Majalijar
11’45h
Rangos
de temperatura: de -6ºC a los 9ºC Área R, Fuente Potros
14'00h.
La
emoción es vida. Es fluida. No nos enseñan a reconocerlas y a
gestionarlas y eso desconcierta al cerebro, que quiere permanencia.
En los escáneres cerebrales vemos además que es fugaz. Somos lo que
sentimos y lo que hacemos sentir. La gente olvidará tus acciones, lo
que haces, pero jamás lo que le haces sentir. (Elsa Punset).
De
nuevo vuelvo a disfrutar de la compañía de mi hijo Carlos para la
salida de hoy. En realidad el destino lo ha elegido él, ciertamente
empujado en cierto sentido por mí, ya que como gran amante del
espacio natural de Sierra de Huetor, no había tenido la oportunidad
de subir a la cima del Parque: Majalijar (1.878 metros).
Esta
cima perteneciente a la cuerda de la Gallega se encuentra en el
límite oeste del Parque. En realidad el Majalijar es una cima triple
aunque con escasa diferencia de cota entre ellas: 1.823, 1.878 y
1.887 metros, de norte a sur respectivamente y muy próximas las
tres. Curiosidades de las acotaciones y delimitaciones, las dos
primeras definen el límite del Parque quedando la tercera ya fuera
del mismo.
Esta
montaña tiene diversas vías para acercarse a ella. Yo he escogido
hoy la ascensión por la cara este, así nos dará el sol por la
mañana que con estos días de frío es de agradecer, para una vez
arriba descolgarnos por la norte buscando, primero los Prados de
Majalijar (1.796 m) y posteriormente la fuente del mismo nombre, para
terminar recorriendo el trazado de la acequia Fardes en su recorrido entubado. La intención como siempre que el terreno me lo permita es
elaborar un recorrido lo más circular posible.
Aparcamos
en el área recreativa de la Fuente de los Potros (Mimbres), para
comenzar subiendo unos metros hasta encontrar el trazado de la
acequia Fardes. A partir de aquí nos limitaremos a seguirla en su
dirección sur, lo que significa ir llaneando por toda la loma
durante cerca de una hora hasta llegar al cortijo y fuente de Las
Chorreras. Este primer tramo de recorrido se hace muy ameno por
llevar el curso de agua siempre a nuestra derecha y por las
impresionantes vistas, que cuando la vegetación lo permite, tenemos
tanto de buena parte del parque como de Sierra Nevada de la que no podremos
disfrutar en totalidad hasta que el sol suba más y deje de
deslumbrarnos.
El
recorrido es un estrecho sendero que obliga a caminar en fila india
justo al borde de la acequia. Nos movemos por entre encinas
fundamentalmente y algunos pinos que ocupan la ladera a ambos lados
sin apenas dejar espacios vacíos, y los pocos que se producen ahora
están ocupados por verdes y acogedores prados. La nieve ha
desaparecido por encontrarnos en la solana pero la humedad se aprecia
aun y la vegetación da fe de su abundancia.
Este
tramo de acequia debido a la falta de mantenimiento se queda seca a
medio recorrido, si a esto sumamos que están entubando trozos del
mismo, mi impresión es que va a perder el encanto que la caracteriza
además de menguar drásticamente la fauna que la habita: multitud de
pequeñas ranas y algunas serpientes, además de los numerosos
roedores que construyen sus madrigueras en las inmediaciones.
Una
pequeña parada en la fuente de Las Chorreras para prepararnos para
iniciar la ascensión, a partir de aquí solo nos queda subir (550
metros) hasta coronar. Aunque la temperatura sigue siendo fría, la
sensación térmica no se corresponde, siendo la apreciación varios
grados por encima de la real, por lo que me despojo de algo de abrigo
ya que a partir de ahora, aunque la subida discurre bajo arboleda, la
cuesta la va a hacer innecesaria.
La
ascensión la hacemos por el sendero que discurre por encima de la
propia canalización que recogiendo el agua bastante arriba alimenta
el embalse del Infoca ubicado junto al cortijo. Recuerdo que la
primera vez que realicé esta ascensión apenas si se podía seguir
sendero alguno por su falta y la abundancia de maleza. Hoy estaba
perfectamente marcado hasta la pequeña meseta a medio camino en que
haremos una breve parada que nos servirá para reponernos y atacar la
parte más dura y última de la montaña. Aquí no hay sendero y la
ascensión hay que hacerla usando el buen criterio de cada cual y su
estado de forma, lo que rápidamente nos dispersa ya que algunos
necesitan zigzaguear más que otros que alardeando de osadía escogen
la línea recta por ser más corta asumiendo el mayor desgaste.
Antes
de afrontar el último tramo de ascensión y el más duro, espantamos
algunos ejemplares de ganado vacuno que se alimentan por esta loma.
Junto a ellos encontramos los restos (piel y huesos) de una vaca que
no ha resistido el invierno. Sólo queda la osamenta cubierta a
retazos por la dura piel, y un fémur roto de forma brutal asomando
llamativo entre los restos, lo que sugiere una caída fatal. Los
buitres han hecho el resto dándose un festín ininterrumpido hasta
acabar con lo comestible. Ahora el tiempo y otros comensales se
ocuparán de acabar con lo que queda y dispersar los huesos.
El
último tramo de ascensión lo hacemos ya por la cara norte y eso
hace que pisemos la nieve que aquí, resguardada por la umbría, se
mantiene formando una capa de unos cinco centímetros cubriendo toda
la ladera. Dadas las temperaturas temía que estuviera helada, pero
no nos da problemas ya que es polvo y se deja pisar sin
complicaciones. Si esto es útil subiendo lo será mucho más bajando
ya que va a ser nuestro recorrido descendente.
Arriba
a pesar de haber hecho acto de presencia el sol y notar su cálido
aporte, el aire, aunque no muy fuerte, si está lo suficientemente
frío como no hacer aconsejable la permanencia prolongada. Decidimos
acercarnos a la cima gemela, lo que nos lleva unos diez minutos y
emprender la bajada. Hemos acordado dejar el bocadillo para la fuente
de Majalijar acomodados sobre unas piedras junto a las ruinas de una
pequeña construcción y intentando resguardarnos del aire a la vez
que tomar el sol, que se agradece.
Aparecen
dos senderistas que afirman que es la primera vez que andan por estos
lares, por lo que nos preguntan todo aquello que desconocen, picos,
itinerarios; tras satisfacer su curiosidad en la medida de nuestros
conocimientos, allí los dejamos mitigando el hambre cuando nosotros
reiniciamos la andadura. Con el objeto de alargar algo la caminata
nos dirigimos a media loma por un sendero que el sol ha convertido ya
en un barrizal hacia un collado, para dejando a nuestra derecha el
Tajo de las Buitreras (1.751 m) encaminarnos hasta el Cortijo del
Collado del Agua.
A
partir de aquí siguiendo el carril de bajada acercarnos a Prado
Negro para un poco antes de llegar, junto a la Fuente Grande y a la
toma de la acequia Fardes cruzar el arroyo y caminar casi todo el
tramo que nos resta sobre el trazado, por aquí entubado, de la
acequia. Embarrado en las solanas con lo que el caminar se hace
sigiloso por la facilidad de los resbalones y pisando nieve en las
umbrías en poco menos de una hora cerramos el recorrido circular
previsto llegando a las abundantes derramas de la acequia que al
haber acumulado en su cauce multitud de restos vegetales y algunas
piedras, pierde en este punto casi la mitad de su caudal.
Éstas
pérdidas que hacen este punto atractivo fotográficamente va a
impedir que el agua circule durante mucho tramo por la acequia. Entre
la falta de conservación, las pérdidas normales de esta
construcción el agua apenas tiene fuerza para recorrer un par de
kilómetros. Hace un par de años recuerdo haber visto llegar el agua
hasta el Cortijo Linillos, triplicando el recorrido actual. Lo
achacaremos como casi todo en estos días a la falta de presupuesto,
ya que no quiero pensar en dejadez y desidia por parte de los
responsables del Parque.
Sólo
nos resta descender las pequeñas rampas que nos separan del
aparcamiento de la Fuente de los Potros donde dejamos el coche esta
mañana y retornar a Granada a hora inusualmente temprana ya que hay
algunos compromisos por la tarde que hay que atender.
Recordatorio:
en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas,
todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e
inorgánicos), deben regresar con nosotros.
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