Encrucijada de caminos. |
Bosque de pinos de repoblación. |
Comienzo a divisar las lineas de colores que dibujan los bosques de ribera. |
Mirador Bastidas, estrategicamente colocado. |
Desde el mirador Bastidas domino una gran parcela de esta sierra. |
Los "frutos" otoñales emergen después de las lluvias. |
El sendero a tramos amplio y cómodo. |
Pequeño puente en el recorrido de la acequia para salvar un barranco. |
Restos de un antiguo molino algo por encima del arroyo. |
Conjunto de cuevas denominadas de "La Golfa". |
Panal en el techo de una de las cuevas de La Golfa. |
Cortijada "La Bastida" en reconstrucción. |
Uno de los varios pilones existentes en el área Bastidas. |
Área recreativa "Las Bastidas". |
Amplia gama de colores para disfrutar. |
En otoño los arroyos quedan marcados por el color. |
Casa forestal Floranes. |
Floranes con escalinata y arco de entrada. |
Vista general del área recreativa "Los Olmos". |
El arroyo de Las Motas atraviesa el área Los Olmos. |
Grandes árboles que con su sombra ayudan a hacer agradable la estancia. |
Zona de mesas y barbacoas de "Los Olmos" |
Fecha: 31-10-2012 Refugio Floranes 8'30h.
M:I:D:E:: 2,2,3,3. Mirador Bastidas 9'00h.
Duración: 6'30h. (30.000 p.). Bifurcación 9'30h.
Desnivel en subida: 500 m. Cueva de la Golfa 10'30h.
Rangos temperatura: 2'5ºC - 15ºC. Área recreativa Bastidas 11'15h-11'45h
Refugio Floranes 15'00h
M:I:D:E:: 2,2,3,3. Mirador Bastidas 9'00h.
Duración: 6'30h. (30.000 p.). Bifurcación 9'30h.
Desnivel en subida: 500 m. Cueva de la Golfa 10'30h.
Rangos temperatura: 2'5ºC - 15ºC. Área recreativa Bastidas 11'15h-11'45h
Refugio Floranes 15'00h
En
otoño del año pasado hice mis primeras incursiones a la Sierra de
Baza y recorrí los cortos senderos que hay junto al Cortijo Narvaez
(Centro de interpretación) y otro algo más largo, coincidiendo con
un tramo del GR-7. Este otoño quiero hacerle al menos otras tres
visitas para adquirir un conocimiento más amplio y completo de esta
pequeña pero elevada sierra que tengo algo olvidada.
Como
los recorridos a los que he tenido acceso documentalmente a través
del personal que trabaja en Medio Ambiente, son algo cortos voy a
tratar de enlazar al menos dos de ellos en cada uno de mis
acercamientos a esta sierra. Hoy tomando como punto de partida la
casa refugio de Floranes para recorrer dos senderos señalizados
denominados: Floranes – Cerro Panizo y Floranes – Bastidas.
El
primero es mitad lineal y mitad circular con un recorrido de unos
tres kilómetros y se solapa en parte con el segundo con el que
comparte algo menos de un kilómetro. Este segundo es lineal en su
totalidad y con un recorrido de unos cuatro kilómetros. Calificados
con dificultad baja y media respectivamente presentan un desnivel
acumulado de unos 400 m. aproximadamente, espero recorrerlos en un
tiempo de unas seis horas.
Para
llegar al punto de salida (Casa forestal de Floranes) tengo que
recorrer unos ciento treinta kilómetros que separan este enclave de
Granada. Tomo la autovía de Murcia para abandonarla al entrar en la
población de Baza porque aquí tengo que enlazar con la A-334
(Caniles) y llegado a esta población tomar la comarcal GR-8101
dirección Escullar. Tras unos 14 km me desvío por un carril que
nace a la derecha que nos adentra en la sierra y parque natural por
donde he decidido encaminar mis pasos hoy.
Floranes
– Cerro Panizo. Algo
por debajo de la Casa Forestal Floranes encuentro los distintos
paneles anunciadores de los senderos. Inicio el sendero por la
derecha, por el camino que baja por el barranco Floranes. Voy a
caminar por entre pinares de repoblación durante todo el día. A
medio camino me encuentro una bifurcación, es un corto sendero que
me acerca hasta el mirador de Bastidas. Desde aquí se domina
prácticamente todo el valle de Bodurria, llamándome la atención
los verdes intensos, lavados por las lluvias de estos días, y los
ocres y amarillos del bosque de ribera que se asienta en las márgenes
de los arroyos.
Desde
este mirador se obtienen una de las mejores vistas de esta parte de
la sierra: cortijo de Bastidas y de Balsillas, Cuevas de la Golfa,
barranco de la Tejera y los calares de Rapa y Santa Bárbara. Volver
sobre mis pasos para reintegrarme al sendero circular. El recorrido
se limita a rodear el cerro Panizo (1.532 m.) al que subiré ya de
regreso, antes de volver a la bifurcación para iniciar el segundo
sendero del día. Casi toda la sierra está repoblada de pinares,
predominando el resinero, a los que sigue el carrasco, silvestre y
salgareño. Todas estas repoblaciones se efectuaron entre los años
cuarenta y setenta del siglo pasado.
Es
un corto sendero apto para todos los públicos ya que sólo tiene una
pequeña subida casi al final que en ningún caso debe desanimar a
nadie. El recorrido se puede hacer en su totalidad en alrededor de
una hora. Si vamos en silencio podremos avistar cabras aunque
bastante más esquivas que las que me encuentro en Sierra Nevada,
aquí apenas se dejan ver.
El
terreno en estas lomas está lleno de pequeñas paratas que se usaban
para sembrar frutales, en algún caso sólo un árbol o para acumular
algunos metros cúbicos de tierra donde sembrar cereales con los que
aumentar los escasos recursos con que contaban los antiguos
pobladores de esta sierra dedicados casi en exclusividad a la
ganadería.
Floranes
– Bastidas.
Durante este recorrido que según la información debe durar algo
menos de dos horas, al ser lineal me va a ocupar alrededor de las
cuatro. La información que poseo habla de iniciar el recorrido en el
Área recreativa Bastidas para terminarlo en Floranes. Yo lo voy a
hacer en sentido contrario para la ida y en el recomendado para la
vuelta ya que se trata de un recorrido lineal. Los primeros tramos
del sendero son de bajada moderada y a veces brusca por el barranco
de Floranes. Conforme voy bajando noto como la humedad se va
adueñando del terreno y del ambiente, buena muestra de ello son las
frecuentes setas que voy avistando, generalmente junto a los troncos
de los pinos y la mayoría de buen tamaño. Las lluvias de estos
últimos días y el tupido bosque hacen que el ambiente húmedo se
mantenga durante más tiempo, todo ello ayudado por las moderadas
temperaturas que tenemos ahora.
El
recorrido está señalizado mediante postes indicadores de madera y
allí donde estos escasean o sencillamente faltan se levantan hitos
(apilamientos de piedras), confeccionados por los usuarios de estos
senderos con excelente criterio. Entre unos y otros ha quedado el
sendero totalmente visible aun en aquellos lugares en que por algún
desprendimiento o junto a los arroyos en que la caída de la hoja o
la abundante maleza suelen ocultarlo, colaborando a que su
seguimiento resulte más fácil y sea difícil perdernos.
Cuando
pierdo altura y me acerco a los barrancos el paisaje cambia
radicalmente, cambio el verde intenso de los pinos por los amarillos
de los álamos que se alinean en los barrancos ocupando la zona más
cercana al cauce. Así desde arriba se dibujan las líneas de más
humedad, que en esta zona, son todos los fondos de los barrancos,
destacando el del Bodurria por su longitud y su mayor amplitud a
tramos.
Una
vez atravesado el arroyo comienzo la ascensión hasta los cortijos de
Bastidas. Una serie de construcciones en los que se está, o estaba,
trabajando en su recuperación (actualmente no he apreciado ninguna
actividad). Aquí hay que estar atentos para no perder el sendero de
bajada, yo he optado por enlazar con el carril y hacer toda la bajada
por el mismo. A la vuelta recorreré el sendero.
A
media subida me detengo en lo que
aparenta
ser un excelente mirador natural, ubicado a la misma altura en que se
encuentran las cuevas, justo en la loma de enfrente, permite
distinguir los distintos cobijos aprovechados tradicionalmente para
los rebaños, ampliados con muretes de piedra para aumentarlos y dar
mejor cabida a los rebaños . Algunas de las oquedades se han
preparado mejor para habilitarlos como cobijo para los pastores. Las
muestras de fuego dejan patente el prolongado uso a través del
tiempo de estas cuevas.
El
área recreativa Bastidas es un lugar aparatado a ambas orillas del
rio, ensombrado por los álamos a ambos lados del cauce, con
diferentes mesas, barbacoas y piletas de agua. En su día dispusieron
de servicios actualmente “fuera de uso” como nos ilustra la
leyenda. Me ha parecido un sitio mágico por la abundancia de agua,
por el suelo tapizado de hojas a medio descomponer y la humedad
abundante le dan un olor especial, por otro lado el silencio y la
soledad de los que he disfrutado el rato en que he permanecido en
ella comiéndome el bocadillo han ayudado.
El
regreso se ha alargado algo más porque me he acercado para visitar
las cuevas de La Golfa, encontrándome que los únicos usuarios que
hoy las habitan han sido unos cientos de ajetreadas abejas que han
colgado su colmena (unos cinco panales) en el techo de una de las
cuevas. Todavía me entretengo aun mas por querer seguir un carril
avistado esta mañana al inicio de la jornada. Después de seguirlo
un rato me he dado cuenta que enlazaba con uno de los recorridos
previstos para otra salida por esta sierra, por lo que
definitivamente he regresado.
Área
recreativa “Los Olmos”.
Ya de regreso, bajando hacia Caniles he visto anunciada en la misma
carretera otra área recreativa, dado que era temprano y me quedaba
día he decidido bajar para hacerle una visita. La separa de la
carretera asfaltada algo más de un kilómetro de carril bastante
bien cuidado. Habilitada junto al arroyo de las Motas, recibe el
nombre de algunos ejemplares de olmo de buen tamaño que hay en las
inmediaciones. De menor tamaño que la de Bastidas, se sitúa junto a
una cortijada que a media loma domina todo el valle. Con amplios
espacios aparatados que actualmente no parece que se cultiven ya que
lucen unos extensos y verdes prados, que acaparan mi atención cuando
me acerco, dándolo a todo el espacio un aspecto muy bucólico.
Recordatorio:
en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas,
todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e
inorgánicos), deben regresar con nosotros.
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