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Entrada al Jardín Botánico de la Cortijuela. |
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Se extiende a los pies del Trevenque, cara norte |
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Panel introductor |
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Algunas plantas tienen nombres muy especiales. |
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En las zonas más húmedas las yedras progresan. |
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Parte del atractivo recorrido. |
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Posiblemente el ejemplar más longevo del jardín. |
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Si caminamos despacio y en silencio podremos avistar distintos animales. |
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Como en cualquier jardín no puede faltar una telaraña. |
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Dispuestas las semillas para emprender el vuelo. |
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Vista general del espacio que ocupa el jardín. |
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Para ciertas plantas es imprescindible la existencia de agua de forma permanente. |
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Edificio de recepción del jardín botánico "Hoya de Pedraza" |
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Cartel anunciador a pie de carretera, junto al aparcamiento. |
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Fuente de Don Manuel. |
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Los paseos habilitados para hacer un recorrido por Hoya de Pedraza. |
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Amplia panorámica del jardín con el Veleta al fondo. |
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Cuidados paseos nos guiarán durante la visita por los distintos ambientes. |
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Joven lagarto ocelado que se dejó fotografiar confiadamente. |
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Panel anunciador del Jardín Botánico Universitario |
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Entrada junto al albergue de su mismo nombre. |
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En su reducido espacio cuenta con miradores y alguna charca. |
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Espacio dedicados a la crianza de plantas endémicas.
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JARDINES BOTÁNICOS DE SIERRA
NEVADA (Sierra Nevada - Granada)
Una
de las formas de proteger algunas
plantas en peligro de extinción o endémicas de una región es intentar
cultivarlas de forma controlada en espacios habilitados para tal fin en el
propio territorio en el que se asienta la especie en cuestión. Con esta
filosofía nacieron los diferentes jardines botánicos que subsisten dentro del
Parque Nacional de Sierra Nevada.
Para
ubicarnos transmito algunos datos que dejan patente la riqueza y la
exclusividad de la flora penibética: Sierra Nevada en relación con el resto de la península
posee el 30% del total de la flora ibérica, a pesar de ocupar solo el 0’4% de
su territorio; en relación con el área mediterránea se asienta en ella el 7% de
la flora, ocupando solamente el 0’01% del territorio.
Las
especies se catalogan como amenazadas cuando las condiciones ambientales del
terreno en que se desarrollan, por alguna causa empiezan a sufrir la presión o
bien del hombre, del ganado, la erosión o el cambio climático, lo que las hace escasear hasta el punto en que la reproducción en su
medio natural se hace difícil o prácticamente
imposible, la falta de reproducción provoca que muchas especies acaben
desapareciendo. Ante este hecho y con el ánimo de preservar algunas de esas
especies, estudiarlas e incluso poder reimplantarlas mediante repoblaciones en
su medio es misión que quieren cumplir los jardines.
Ya
que en Sierra Nevada están catalogadas el 80% de las especies endémicas de toda
Europa, la red de jardines botánicos cuenta con dos espacios dedicados al
estudio y preservación de estas especies: “El Jardín de la Cortijuela” y el
“Jardín Hoya de Pedraza”, y un tercero, más pequeño, que se cerró en el año
2001 y el de mayor cota 2500 m. el Jardín Histórico de la Universidad de Granada.
La Cortijuela, creado en el año 1965, se sitúa en la cabecera del
barranco del Hüenes, a los pies del Trevenque “el rey de la media montaña”,
sobre terreno calizo dolomítico rodeado de arenales con una extensión de 12’4
hectáreas, ubicado dentro del término municipal de Monachil. En la cara norte
se ha acotado, mediante valla metálica, un espacio para protegerlo de la
depredación de los rumiantes, que desde el antiguo cortijo de La Cortijuela
(convertido en centro de recepción y que cuenta con una fuente), se extiende
loma abajo hasta el torrente, al fondo del barranco. Se ubica entre los 1600 –
1700 metros de altitud.
Cuenta
con un recorrido de unos dos kilómetros y medio por los senderos habilitados, que
nos permite pasearnos por las diferentes zonas representadas: encinares,
lastonares, herbazales, helechales, juncales y espinares, mientras recorremos los distintos
caminos señalizados que cuentan con distintos miradores y bancos para poder
sentarse y contemplar o escuchar. Al indudable interés del propio jardín hay
que añadirle el valor paisajístico por el entorno en que se encuentra.
En
el jardín se reproducen algunas especies que están catalogadas como “vulnerables”
y/o “en peligro de extinción”. Al segundo grupo pertenecen el Roble melojo, la
Santolina, Acebo; perteneciendo al primero plantas como el Arce de Granada,
Narciso de Sierra Nevada o la Manzanilla Real, entre otras muchas.
Los
jardines desarrollan su trabajo mediante tres grupos de actividad
básicamente: conservación e investigación, educación ambiental con el objetivo
básico de concienciar y sensibilizar de la importancia de nuestro patrimonio
forestal creando actitudes favorables hacia la conservación de la flora por el
público en general, así como dar a conocer el papel que juegan los jardines
botánicos y los medios que se utilizan para la conservación de las distintas
especies silvestres y por supuesto todo ello facilitando el uso público del
espacio.
El
segundo jardín botánico y mayor de todos en cuanto a espacio ocupado: “Hoya de Pedraza” tiene una extensión
de 16 hectáreas y se asienta junto a la carretera de acceso a la estación
invernal Pradollano ubicado en Sierra Nevada, a unos cuatro kilómetros antes de
llegar a la estación de esquí, en el paraje conocido como “Fuente de Manuel”,
dentro del término municipal de Monachil. Al igual que el anterior ocupa un
espacio vallado en la loma que desciende hacia el río Monachil, entre las cotas
1950 – 1980 metros. De mas reciente creación, ya que nace como proyecto a
principios de 2007, no será hasta primero de junio del año 2010 cuando se abra
al público, hecho que rápidamente se deja ver por no estar muchas de las zonas
asentadas, ya que como todo espacio vivo necesita un tiempo.
Quiere
acoger la flora y vegetación tanto de las altas cumbres de Sierra Nevada como
de las faldas de la Alpujarra. Recoge un total de 198 especies amenazadas o de
interés, y hasta el momento se han introducido 4.800 especies arbóreas y
arbustivas características de las zonas que pretende representar: Sierra
Nevada, Sierra de los Filabres, Sierra de Gádor y Sierra de Lújar –
Contraviesa.
El
jardín se estructura en diferentes secciones: Jardín de especies amenazadas,
Vegetación silicícola, Vegetación Calcícola, Vegetación de Ribera, Vegetación Caducifolia,
el Pinar y por último el Arenal. Las distintas áreas están unidas mediante
senderos interpretativos, a la vez que cuenta con un aparcamiento, área de
recepción y aula taller para actividades ambientales.
Para
terminar mencionar un pequeño jardín botánico, ya que solamente ocupa una
hectárea de monte, que ubicado a mayor altura que los anteriores (2.500 metros)
en el paraje denominado Hoya de la Mora correspondiente al término municipal de
Monachil, creado en el año 1965 dependiente de la Universidad de Granada que lo mantuvo durante décadas, junto al
Albergue Universitario de Sierra Nevada y el más antiguo de todos. Fue un
proyecto pionero sustentado por varios botánicos granadinos. Se cerró al público
a principios del año 2001.
Está
habitualmente cerrado por lo que el acceso al público no se da como
característica de cualquier jardín. De reducidas dimensiones fue un intento de
aclimatación de diferentes especies arbóreas a la altitud llegando a concentrar
un centenar de especies vegetales endémicas. Delimitado como los anteriores
mediante valla metálica, está bastante abandonado, dato que se deja ver en
cuanto nos damos una vuelta por su perímetro.
Como
segunda misión tenía el ayudar al Parque Nacional de Sierra Nevada a conocer,
difundir y mantener la gran riqueza biológica que sustenta la sierra más alta
del sur de Europa. Desde sus inicios se ha intentado mantener algunas de las
especies más amenazadas del hábitat serrano. Tratando de simular los diferentes
espacios que se dan en la sierra, para lo que se han recreado tanto una zona de borregil mediante
riego artificial como otra de pedregales, junto a un pequeño bosque de coníferas.
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