Rampa curva e inclinada de acceso a la Cámara |
Vista general del cerro donde se ubica. |
Entrada a la Cámara. |
Sala central. |
Originalidad en la construcción de las puertas. |
Repisas y poyos para depositar el aguar. |
Panorámica de la población de Peal de Becerro. |
Torre del reloj. |
Torre Mocha. |
Calle adornada con macetas floridas junto a las torres. |
De camino a la Hacienda de la Laguna. |
Olivos centenarios. |
Pilar-fuente que nos encontramos en el camino de acceso. |
Laguna Grande de la Hacienda. |
Carril por el que recorremos todo el perímetro lagunal. |
Casetas habilitadas para la observación de aves. |
El algunos tramos paseamos por verdaderos túneles vegetales. |
El protagonista indiscutible, no sólo de la Hacienda, sino de toda la provincia. |
Restos fabriles del complejo. |
Paseando por las dependencias de la Hacienda. |
Cámara sepulcral ibérica de Tugia (Toya, junto a Peal de Becerro, Jaén)
Hacienda de la Laguna (Puente del Obispo - Baeza, Jaén)
Fecha: 31-3-2012
Voy a finalizar el mes de marzo
con una escapada a tierras jienenses para visitar dos enclaves muy distintos
entre sí, histórica y culturalmente. Por un lado pretendo visitar la Cámara Sepulcral
Ibérica de Toya para después acercarme a las inmediaciones de Puente del Obispo,
población perteneciente a Baeza donde existe una charca que sirve de
asentamiento a multitud de aves por tener un aporte permanente de agua del río
Marcos. Como es sábado disfruto de la compañía de mi mujer y uno de mis hijos.
La Cámara Sepulcral de Toya salió
a la luz en 1.908 cuando un campesino
mientas labraba los campos encontró la entrada de una tumba subterránea en el
paraje denominado Cerro de la Horca, perteneciente a Toya, anejo a su vez de
Peal de Becerro. La cámara sepulcral de origen ibérico ha sido fechada entre
los siglos V – IV a. C., siendo su estado de conservación bueno aunque ha tenido
que sufrir restauraciones en los últimos
años del siglo XX. Estos lugares de
Peal, Hornos y Toya sobre todo, hicieron de puente entre las zonas del alto
Guadalquivir y la parte oriental de Granada, por lo que disfrutó de un
poblamiento temprano y continuado en el tiempo, produciendo una enorme cantidad
de restos arqueológicos pertenecientes a
asentamientos fenicios, griegos, ibéricos, romanos, etc.
El hecho de haberse descubierto
de forma casual sin conocimiento de las autoridades propició su rápido expolio
y posterior venta a bajo precio tanto a coleccionistas locales como nacionales.
Con el paso de los años se ha producido una enorme dispersión de restos pertenecientes
a esta tumba por Jaén, Ganada, Madrid y colecciones particulares. No es hasta
que pasan diez años de su descubrimiento, en el 1.918 cuando se declara Monumento
Artístico Histórico habiéndose ocupado diferentes autores y estudios en ella,
siendo relevante el titulado “El Sepulcro de Toya” de J. Cabré publicado en “El Archivo Español de
Arte y Arqueología”, Madrid, año 1.925. Por alguno de los autores que se han
ocupado de estudiar y documentar éste monumento se afirma que de todos los
restos de edificios ibéricos hallados hasta el presente, es esta cámara
sepulcral de Toya el elemento más importante a nivel nacional.
Ubicada en la cima de un redondeado
cerro en la pedanía de Toya rodeado de olivos, muy cerca de la población de
Peal de Becerro (unos cuatro kilómetros), se puede visitar solicitando las
llaves de la cancela que la cierra a la policía municipal de Peal, que a su vez
informarán de cómo llegar si se desconoce el emplazamiento.
Una vez llegados al otero nos
encontramos con un recinto circular vallado que delimita el terreno ocupado por la propia cámara y algo de espacio a su
alrededor donde se ubican algunos paneles informativos. Para acceder a ella tenemos
que bajar primero unos escalones para continuar recorriendo la rampa que trazando una curva nos conduce
hasta la puerta que da acceso a la propia cámara. Es la cámara un espacio
cuadrado subterráneo de unos cinco metros de lado. Dividida en tres naves, la
central corrida y las dos laterales subdividas a su vez en otros dos espacios.
Cuenta con poyos y mesas que se usaron en su día para depositar los restos y
las piezas cerámicas que componían el ajuar. A destacar las puertas de acceso a las naves laterales que
forman un arco que arrancando apuntado se trunca en su vertiente por un dintel,
originalidad por la que adquiere un gran valor arquitectónico.
Construida con grandes piedras
calizas traídas desde una cantera por detrás del cercano cerro que sustenta los
restos del Castillo de Toya, se encuentran en buen estado de conservación
general, estando colocadas unas sobre otras sin ningún tipo de argamasa, es
decir montadas en seco, aunque algunas
de ellas han sido sustituidas por otras nuevas. Existe una réplica en el Museo Arqueológico de Jaén, pero
nosotros hemos preferido desplazarnos un poco más para visitar la original.
Una vez concluida la visita a la
Cámara sepulcral, debemos acercarnos de nuevo a Peal de Becerro para devolver
las llaves a la vez que aprovechamos para hacer una visita a las dos torres
que, desde la distancia, dan singularidad a la zona oeste de la silueta del
pueblo. Tras la toma de Toya en el año 1.231 por Fernando III, recinto
amurallado en esa ápoca, contaba con bastante más importancia que el pueblo
actual de Peal. Tras la conquista castellana es cuando Peal adquiere relevancia
por lo que se levantan las dos torres además de reforzar otras defensas.
Actualmente se las conoce con los nombres de Torre Mocha y Torre del Reloj,
ubicadas muy cerca la una de la otra y ambas junto a la iglesia y a la plaza principal (Cronista
Cazabán) de la localidad, formaban parte de una fortaleza medieval. Ambas
fueron declaradas Bien de Interés Cultural en el año 1.985.
Tras la visita a la población de
Peal de Becerro nos dirigimos hacia Baeza para realizar la siguiente visita. En
el trayecto atravesamos Torreperogil y Úbeda para una vez llegados a Baeza, y
dada la hora, buscar sitio donde comer. Habitualmente en estas ocasiones se
suele aprovechar la experiencia propia para recomendar algún establecimiento,
yo no voy a ser menos, pero acogiéndome a mi faceta más original voy a
recomendar no visitar un establecimiento ubicado en la Plaza de la Constitución
y denominado Restaurante Asador El Trillo, de los otros muchos que llenan la
plaza no puedo opinar, por lo que os
deseo mejor suerte que me ha tocado a mí.
Una vez terminado el hoy tedioso trámite
alimentario nos dirigimos, dirección Jaén, hasta llegar a Puente del Obispo,
que atravesamos, para una vez acabado el pueblo y pasada la gasolinera tomar
una estrecha carretera asfaltada en no
muy buen estado por sus múltiples baches, que tras unos tres kilómetros nos
llevará a la Hacienda de la Laguna, sede hoy de un Museo de la cultura del
Olivo, Hotel y Escuela de Hostelería y por supuesto la Laguna Grande, declarado
todo el conjunto Bien de Interés Cultural en el año de 2.007.
Durante todo el tramo del recorrido de acercamiento atravesamos fincas
dedicadas al cultivo del olivo donde podemos apreciar ejemplares más que
centenarios, aunque si nos paramos a observarlos de cerca podremos intuir su
edad en los retorcidos y nudosos troncos, algunos de ellos con una belleza muy
singular, como ya cantaba el poeta; alternando con grandes espacios dedicados
al cultivo de cereales, donde en alguna de ellas pastan apaciblemente rebaños
de ovejas asistidos por garzas que aupadas a sus lomos las desparasitan. Una vez llegados a la
Hacienda sólo hay que seguir las indicaciones de las abundantes señales que nos
marcan los recorridos.
Andaluces de Jaén
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzo una mano
poderosa de cimiento.
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzo una mano
poderosa de cimiento.
Miguel Hernández
Hasta la Laguna se puede acceder,
a pie o en el propio vehículo, por un carril terrero a través de los campos dedicados
al cultivo intensivo del olivar. Es un corto paseo que si se hace a pié puede
durar algo menos de una hora y que una
vez llegados a la “Laguna”, enlaza con otro circular que la rodea
completamente. Es la Laguna de Puente Obispo la mayor lámina de agua de toda la
provincia, declarada en 1.989 Paraje Natural, cuenta con una extensión de
206 hectáreas protegidas por una franja de 500 metros en todo su perímetro.
Perteneciente en su día (1.641) a
los Jesuitas como hacienda. En 1.767 con la expulsión de los jesuitas por el
rey Carlos III, pasa a propiedad de la casa ducal de Alba, para posteriormente a mediados del siglo XIX,
producto de la “desamortización de Mendizabal”, pasar a manos de diferentes
nobles que definitivamente le dieron el carácter agrícola con la plantación de
hasta 100.000 olivos, trabajándose en las infraestructuras de riego y molturación,
para lo que se construyeron diferentes acequias, acueductos, molinos aceiteros
hidráulicos. Pero será durante los siglos XIX y primeros del XX cuando la
hacienda adquiere su mayor esplendor al construirse diferentes edificios
organizados en torno a cinco patios, así como otras construcciones auxiliares.
Ya en el siglo XX cae en
decadencia llegándose a abandonar completamente y es cuando decide la Junta de
Andalucía comprarla para ponerla en valor creando la escuela y el hotel que
junto al museo le dan vida y actividad actualmente.
La llamada Laguna Grande es un
embalse alimentado por el río Torres, cerrada en todo su perímetro, alternando
diques de tierra con otros tramos de mampostería ocupando una forma rectangular
de aproximadamente unos 540 metros por 470 metro, con el fin primordial de
servir como estanque de riego del olivar implantado en la hacienda. Está
rodeada por una franja, variada zona vegetal compuesta de especies propias de
suelos húmedos como son el carrizo y la anea próximos al agua y especies
arbóreas como el taray, el fresno y el álamo blanco o el algarrobo, formando un
anillo de protección para las especies que ocupan la laguna, entre las que
destacan la aves como la cerceta común, el pato cuchara, el porrón común, el
rascón y el calamón entre otras, aves que encuentran aquí un buen refugio sobre
todo durante la época invernal.
Sólo nos queda visitar el Museo tras
lo que nos acercamos al restaurante del
complejo para tomarnos un café, antes de decidir dar por finalizada la visita y
reintegrándonos al tráfico, dirección Jaén, enlazar con la autovía que nos
traerá de vuelta hasta Granada.
Recordatorio: en nuestras salidas al
campo sólo debemos dejar nuestras pisadas, todo lo demás: impresiones, fotos y
residuos (orgánicos e inorgánicos), deben regresar con nosotros.
¡Un lugar muy interesante! Tomo nota. Saludos.
ResponderEliminarEn la actualidad,para visitar la Cámara de Toya existen dos días para hacerlo, sábados a las 11:00 h y a las 18:00h y domingos a las 11:00h. Es una visita guiada y el punto de encuentro y partida es en el Centro de Interpretación de las Tumbas Principescas de Toya y Hornos, que se encuentra en la C/Josefa Santamaría Nº 4 de Pael de Becerro.
ResponderEliminarGracias por decir cosas tan bonitas de nuestro pueblo y nuestros monumentos.