Vista del Centro de Visitantes desde el jardín exterior. |
Fuente del Olvido, uno de los oasis durante el recorrido. |
La trepadora madreselva nos deleita con sus flores y olores. |
Los líquenes que invaden los troncos aportan el llamativo color rojo óxido a los pinos. |
Otros parásitos que se aprovechan de los pinos son los muerdagos. |
La flor de la mejorana ademas de muy olorosa sirve como infusión estomacal. |
Cuando el agua hace acto de presencia en los recorridos, el aspecto es radicalmente distinto. |
Desde el Mirador de Narváez. |
Pinos y mejoranas abundan por estos recorridos. |
Fuente "La Taza" otro remanso de verdor y sombra. |
Alambique usado para la extracción de esencias de plantas aromáticas. |
Uno de los dos trazados de "Accesibilidad Universal" con que cuenta el lugar. |
M.I.D.E.:2,2,2,3
Duración: 6h (23.300p.).
Desnivel en subida: 300 metros.
Rangos de temperatura: de 16’5ºC a28ºC.
Hacía tiempo que no me alejaba mucho de Granada para mis excursiones semanales. Hoy hemos y hablo en plural, hecho una excepción para hacer un pequeño recorrido por el Parque Natural “Sierra de Baza”. Un gran desconocido, relativamente cercano. Dista unos cien kilómetros de Granada, al menos alguna de sus entradas recomendadas, aunque un Parque siempre tiene varias entradas señalizadas y algunas más sin referencias en la carretera.
Hoy, acompañado por uno de mis hijos, he aprovechado para acercarme a la Sierra de Baza y sin grandes pretensiones, recorrer un poco el entorno del “Cortijo de Narváez”, que a la vez que antiguo cortijo recuperado como Centro de Visitantes, es el lugar de donde parten varios recorridos señalizados por los que vamos a deambular esta mañana para conocer un poco el lugar y diseñar para el futuro nuevas salidas.
Como he mencionado anteriormente nos separan del Parque de la Sierra de Baza unos cien kilómetros, partiendo de Granada, que podemos hacer en una hora aproximadamente ya que los primeros noventa y algo discurren por la autovía (dirección Murcia) y los seis restantes por una estrecha carretera asfaltada que nos acerca al paraje. Debemos abandonar la autovía por la salida número 28 con el indicativo de (Parque Natural Sierra de Baza). Una vez abandonada la autovía no hay pérdida posible ya que ésta salida nos llevará inexcusablemente al Centro de Visitantes.
Merece la pena, bien a la ida o a la vuelta teniendo en cuenta el restringido horario habilitado (hoy de 10 a 14h y de 18 a 20h.) hacer una visita al Centro de Visitantes donde hay una pequeña exposición descriptiva, tanto biológica como geológica, del entorno por donde nos vamos a mover y un interesante video de unos 20 minutos sobre el parque. Aparte de obtener una completa información sobre los diferentes recorridos que parten de él y las distintas dificultades con que nos podemos encontrar en cualquiera de ellos. Una vez cumplimentado este requisito estamos dispuestos a iniciar el reconocimiento del terreno por el que queremos movernos.
El Centro de Visitantes es un edificio restaurado, más bonito por fuera que por dentro, imagino que ocupando el enclave del antiguo Cortijo. Junto a él está ubicado un aula de residencia para hacer cursos de naturaleza y un restaurante. Un poco más abajo un conjunto de Casas de madera para residencia de los asistentes. Todo ello rodeado de “pino carrasco” de repoblación que por su abundancia sirve de soporte a muérdago y a líquenes, aderezado de cipreses delimitando paseos o carriles y álamos negros, fresnos, nogales y ciruelos en los parajes más húmedos.
Otras especies fácilmente reconocibles ladera arriba son las encinas y el inevitable matorral mediterráneo entre el que abundan las madreselvas y los enebros junto con los rosales y majuelos. Destacan por su abundancia las matas de mejorana en plena floración, así como otras especies de tomillos algo más retrasados, todo ello aderezado de multitud de insectos: mariposas multicolores, amarillos abejorros, escurridizas lagartijas, ágiles saltamontes, etc.
Cerca del conjunto de edificaciones que componen el complejo podemos apreciar algunas especies de aves, como son los distintos carboneros: pequeños, coloridos y ágiles que se suelen mover en parejas; petirrojo también pequeña pero llamativa ave por sus colores característicos en el pecho; pito real, piquituerto y pinzón. Tampoco pueden faltar otras más voluminosas y comunes a casi todos los entornos como son las palomas, urracas y arrendajos.
Debido a las limitaciones de mi acompañante, en pleno proceso de recuperación, hemos decidido hacer varios recorridos cortos facilitando el terminar si alguna molestia se presentaba, para poder apreciar el entorno por el que nos movemos y poder planear otras salidas con más enjundia. Así hemos visitado la “Fuente del Olvido” que además de su romántico nombre se encuentra quizás, en el más bonito paraje de los visitados hoy. Como podéis apreciar el nombre es más poético que real, ya que sigo acordándome del mismo. Está en el recorrido de un sendero perteneciente a la categoría de GR-7 (largo recorrido) que atraviesa todo el parque con una duración de 10 a 12 horas y que henos anotado por una futura y más exigente salida.
Hemos recorrido también otro de los cortos senderos señalizados denominado “Cortijo Casimiro” junto a una fuente en estado de total abandono. Cortijo que por encontrarse en alto con una pendiente recia pero corta y ubicado cerca de un barranco, en la ladera orientada al este, con buen criterio, exige algo más de esfuerzo el llegar a él. Hay que tener presente que si bien en verano aquí se alcanzan altas temperaturas; en invierno por encontrarnos a alturas entre los 1.500 y los 2.000 los fríos y las nieves son invitados asiduos.
No puedo olvidarme de mencionar el recorrido que nos ha acercado, mediante sendero señalizado, al denominado como “Mirador de Narváez”. Puesto ubicado en la cima de un cerrete con unas vistas más que apreciables del entorno del Cortijo y todos sus aledaños. Este recorrido de una hora y media de duración, aconsejo realizarlo o bien a primera hora o ya al atardecer, porque hoy hemos sudado por la pista de tierra que circundándolo nos acerca hasta él.
Otro de los parajes más que agradables que hemos visitado hoy, ubicado en uno de los extremos de uno de los senderos “universales” que hemos andado, ha sido la “Fuente de la Taza”. Intuyo que recibe el nombre de la que está ubicada por debajo del recorrido hormigonado, por la forma del recipiente que recoge el agua, al quedar por debajo del paso actual ha obligado a construir otras dos salidas de agua a altura superior, visiblemente más modernas, aunque más accesibles.
Para finalizar hacer un comentario: la Sierra de Baza es árida en su conjunto, lo que hace que las islas mucho más verdes de vegetación junto a los manantiales y fuentes destaquen en el paisaje y su sombra y frescor dificulten seguir el recorrido previsto invitando a la estancia, por lo que recomiendo visitarla a finales de otoño, invierno o principios de primavera, es decir siempre que no haga demasiado calor. Se disfrutará mucho más y mejor.