miércoles, 20 de noviembre de 2019

Antequera II: Dólmenes, Tholo y Torcal (Málaga)




Antequera es una población malagueña muy centrada geográficamente dentro de Andalucía que en su día fue candidata a capitalidad de la comunidad, algo que los intereses localistas y partidistas no dejaron que cuajara.

Hace varios años que no visito este enclave que por muchos motivos merece una visita: su rico patrimonio arquitectónico, sus numeroso edificios religiosos, sus grandiosos dólmenes y su evocador y cercano paraje natural del Torcal.

Hoy aprovechando el desconocimiento del lugar de Laura, nos desplazamos (junto con Carlos) hasta ella para visitar los dólmenes y el Torcal, dejando para otra ocasión el casco urbano. 

Decidimos hacer en primer lugar la visita a los dólmenes (tres: El Romeral, Viera y Mena), aunque debido a la "temprana" hora a la que llegamos no podamos sumarnos a alguna visita guiada que comienzan más tarde. Después, tras un café, nos encaminamos hacia el Torcal (unos 16 kilómetros) para recorrerlo de una forma bastante completa, haciendo ademas de los senderos señalizados algunas visitas fuera de recorridos balizados y disfrutar (en total soledad) de rincones muy atractivos en los que la gente no se anima a introducirse por estar fuera de los recorridos habituales.

Aprovechamos el recorrido por alguno de ellos para comer a la vez que nos asoleamos durante un rato (alguno casi se echó la siesta sobre una verde pradera), disfrutando del excelente (casi caluroso) día que hemos escogido para la visita. 

Os dejo con una selección de fotografías tomadas durante la jornada. 



El Sitio de los Dólmenes de Antequera recoge tres monumentos culturales: los dólmenes de Menga y Viera y el tholos de El Romeral junto a dos formaciones montañosos: La Peña de los Enamorados y el Torcal.  

El Comité del Patrimonio Mundial decidió inscribir este Sitio en su Lista (Estambul 2016), por diversos motivos

Tholo de El Romeral.

Es uno de los conjuntos de monumentalización paisajística donde se aunan la arquitectura megalítica y la naturaleza en la Prehistoria mundial, a la vez que centro ritual que se remonta a la primera mitad del IV milenio ANE.

Las estructuras megalíticas aparecen totalmente integradas en el paisaje circundante al estar enterradas (túmulos de tierra), con orientación a los dos monumentos naturales: La Peña y el Torcal. 

Corredor de acceso, aunque de factura reciente, estando la estructura interior prácticamente intacta. 

Los alineamientos se reconocen a partir de Louisa Tenison que descubre esta alineación en el año 1851 en su visita al lugar. Confirmada más tarde por Manuel Gómez-Moreno en 1905 y ratificada posteriormente Michael Hoskin en el año 2002.

Tanto El Romeral como Viera son cámaras sepulcrales y para ello tenían un habitáculo específico diferenciado y acotado del resto de la construcción.

Sin embargo Menga no lo tiene. En su lugar presenta al fondo un pozo de 19 metros de profundidad de significado incierto; curiosamente con la misma profundidad que longitud tiene la construcción.

El pozo almacena en su fondo algunos metros de agua, altura que varía según las precipitaciones del año.

 Aun hoy nos sigue maravillando como una comunidad primitiva consiguió construir este dólmen  hace 6500 años: una de las losas de la techumbre tiene unos cuarenta metros cuadrados y un peso que ronda las 180 toneladas. 

Esta serie de fotografías del Torcal de Antequera no requieren explicación ninguna por lo que me limitaré a comentarios anecdóticos.


Mis acompañantes del día.



Durante el recorrido nos hemos cruzado con un visitante (mayor) que se lamentaba de que las estructuras pétreas no tuvieran letreros a pié indicando la figura que se podía apreciar en ella. Personalmente estoy frontalmente en desacuerdo: no quiero que nos maten la poca imaginación que nos queda a los mayores y que encaucen la exuberante infantil prefijando lo que tenemos que ver en cada lugar.


Inesperado encuentro con esta adulta víbora que tomaba el sol en medio del sendero y que nuestra presencia obligó a buscar refugio en unas rocas cercanas.







Multitud de rocas del recorrido presentaban manchas coloristas debidas a los líquenes adheridos.


La figura denominada "el tornillo" fue escogida en su día como emblema del Paraje Natural.





Antequera (Málaga), 30 de abril de 2019.

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