Durante el acercamiento hasta Benacebada, uno de los cortijos. |
Llamativas estructuras pétreas en que nos detendremos al regreso: Piedras de Vergara. |
En el paisaje de hoy se alternan las lomas peladas con las repobladas de pinos. |
Benacebada. |
En nuestro deambular por Benacebada. |
A pesar de ser las diez de la mañana no conseguimos encontrar a nadie. |
Así que intentamos hacer un recorrido sin ayuda local. |
Fuente del pueblo. |
Aunque prácticamente todo el pueblo se ha rehecho, quedan algunos vestigios de las construcciones originales. |
El frío nocturno se hacía visible hasta bien entrado el día. |
Curiosa estética en las techumbres. |
Hasta cuatro eras escalonadas en una colina a la entrada de la población. |
Ninguna de ellas operativa actualmente recuerdan la abundancia del cereal al que alude el nombre de la población. |
Una de las peñas (Piedras de Vergara) -la más alta-, que nos llamó la atención a la ida y en la que ahora nos detenemos. Estamos a medio camino entre Benacebada y El Moro |
Cocina del cortijo acurrucado a la solana del promontorio rocoso. Quizá la misma construcción de la que habla la Leyenda de la maga buena. |
Más arriba también nos encontramos varios espacios delimitados aprovechando dos paredes rocosas. |
Efectos de la erosión. |
Carlos oteando el horizonte. |
Conjunto de los resaltes rocosos que emergen a media loma. Piedras de Vergara. |
Al dirigirnos hacia EL Moro hay que ir muy atentos a las señalizaciones. |
En la aldea sólo quedan dos construcciones rehabilitadas por los cazadores. |
Todo lo demás en estado ruinoso. |
Restos de una de las dos ermitas. |
En las umbrías, protegidas durante todo el día del sol, permanecen los restos de las escarchas nocturnas. |
No uno sino dos cementerios tiene el poblado con alguna de las tumbas relativamente recientes demostrando que nos gusta volver para permanecer en nuestro terruño. |
Evolución en la señalización. |
De regreso nos detenemos junto al arroyo Uclías para tomarnos el bocadillo. |
Junto a témpanos de hielo algunas ranas tomaban el sol. Eran las dos de la tarde. |
Nuestro itinerario pasa junto al poblado de El Tesorero. |
Benacebada.
En uno de los extremos del Parque Natural de Sierra de Baza (en su límite con la provincia de Almería), se ubica la población de Benacebada. Es uno de los pocos poblados que se mantienen activos dentro del Parque. Las escasas familias que permanecen durante el invierno se ven generosamente acompañadas durante el verano en que las buenas temperaturas animan a sus vecinos a regresar.
Teníamos la intención al acercarnos hasta aquí para hacer un recorrido denominado Ruta del Coronel Morente, que en la información existente en la página del Proyecto Sierra de Baza elogian. De lo que no informan en su página es de que no está señalizada e incluso en bastantes tramos perdida.
En la población -ya de vuelta-, tras rato de conversación con el alcalde pedáneo, deducimos cierto sentimiento de abandono por la zona, nulo interés en mantener los recorridos y falta de consenso e implicación entre pobladores y Parque, entre intereses de unos (caza y vida tranquila) y otro que intenta dar a conocer los bondades del Parque y como en otros muchos sitios disputa entre terrenos privados y pasos de senderos. En fin, nada nuevo bajo el sol.
El Moro es otro de los poblados abandonadas con que cuenta el Parque Natural. Ubicado a la entrada del ramal de carril que da servicio a Benacebada, pasa prácticamente desapercibido si no estás atento y sabes la ubicación. De mucha importancia en la primera mitad del siglo XX, donde atraían a pobladores de toda la sierra e incluso de otros lugares sus mercados quincenales, pasó a despoblamiento total cuando comenzó el fenómeno de la emigración en los años sesenta.
Aun algunos de sus habitantes, solicitan el regreso, para que a su muerte sean trasladados al poblado, algo que es patente, aun sin leer las lápidas, contemplando alguna de las tumbas existentes en sus dos cementerios.
Ya de regreso acordamos hacer un trayecto por pistas interiores para apreciar los efectos de la fuerte plaga que estos años pasados ha sufrido el Parque y atravesamos primero el arroyo Uclías para acercarnos después al Tesorero. Hoy las lomas aun pobladas por pinos durante nuestro recorrido presentaban buen aspecto y color.
Sierra de Baza (Granada), 8 de enero de 2019.
Amigo mío, te vas a terminar convirtiendo en una enciclopedia de los paisajes cercanos y a la vez desconocidos. Un abrazo
ResponderEliminarBuenas noches
ResponderEliminarMe interesa El Moro o San Nicolás del Moro porque de allí era mi bisabuelo paterno Serafín Trujillo Sánchez. Él murió en 1905 en un derrumbe presumiblemente de una mina, su tumba seguramente estará por ahí.
Habría alguna lista, índex o cosa por el arte donde estén registrado los fallecidos allí enterrados o alguna crónica de diario de ese accidente de maras.
Soy de Tucumán, Argentina y agradeceré mucho cualquier aporte o contacto que pueda darlo. Por lo pronto recibe mis cálidos saludos.
Atte Héctor Pablo Blasco Ayala
hblasco@gmail.com
Buenas, Héctor, ayer subí al cementerio de el moro y hay muchas tumbas con nombre, si quieres ver como está en la actualidad métete en YouTube y busca mi nombre: Jesús Saico. Es un emplazamiento increíble.
EliminarHay carretera para llegar a El Moro?.
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