miércoles, 3 de abril de 2019

Cuesta del Negro -yacimiento argárico- y Torre de Almagruz (Purullena - Granada)



Cuesta del Negro y Torre de Almagruz o Magruz.

Hace ya un año visitamos un complejo de casas-cueva en el término municipal de Purullena y durante la visita pregunté a nuestra guía si conocía el emplazamiento exacto del yacimiento argárico denominado Cuesta del Negro y desde la puerta de su establecimiento me lo señaló ladera arriba.

Hoy he querido -pura curiosidad- (ya que me constaba que estaba totalmente abandonado y casi naturalizado de nuevo), acercarme a visitarlo y aprovechar para visualizar también una torre vigía en las "cercanías".

Os dejo el resultado fotográfico de la iniciativa.

Como dirección donde ampliar datos e historia de este yacimiento propongo esta: http://revistaseug.ugr.es/index.php/cpag/article/viewFile/1278/1468




Fotografía de la visita anterior al paraje.

Llamativa columna que me encuentro nada más llegar, junto a la que aparco: mejor referencia imposible.

Son estas colinas propicias para la excavación de cuevas. 

Toda la zona por la que me voy a mover pertenece a Purullena.

Tras atravesar un par de parcelas de olivos que ocupan la parte baja del Barranco Largo, tengo que abandonarlo para ascender hacia el norte, cuando el barranco deja de serme útil en mi aproximación. Este es el terreno que me encuentro y por el que tengo que progresar buscando un objetivo -puro pretexto-. 


Las "láminas" rocosas que se intercalan en algunos casos o hacen de sombrero de estas tierras son las que retardan la erosión.

Por lo que los cortados y los desplomes son el paisaje habitual.(Cárcavas en Purullena)

Llegándose a quedar al descubierto estructuras como esta.

Voy ganando altura -penosamente- ya que los retrocesos son frecuentes. El terreno no permite la subida rápida ya que los abruptos barrancos y los cortados lo impiden.

Cada vez que me estanco me vuelvo para admirar los paisajes.

Hay que elegir bien la ruta para soslayar estos insalvables impedimentos. 

Cuando no consigues ver por donde progresar la sensación de impotencia aparece, lo siguiente es el abandono. 

Cuando a los "sombreros" les falta base se inclinan como en este caso o caen facilitando la labor de la erosión. Es su ciclo natural.

Muy cerca ya del antiguo asentamiento argárico me he sentado unos minutos en este resalte para intentar imaginar los porqués de la elección de este lugar para  permanecer.

Imagino que la seguridad y el control del entorno fueron factores decisivos.




Los abundantes abrigos debieron ayudar a decidir también.

Hoy todo este entorno es coto de caza y éste uno de los puestos.

Lo que queda de las excavaciones de finales de los años setenta del siglo pasado, son unos agujeros en el terreno que la vegetación se ha encargado de disimular eficazmente.



Por encima de todas estas erosionadas laderas se encuentra esta amplia meseta. O mejor, la erosión a convertido el borde sureste de la meseta en estas laderas prácticamente intransitables por las que he ascendido.

He querido aprovechar la relativa cercanía (una hora de ágil marcha), para acercarme a ver la torre vigía Almagruz o Magruz.

Y aquí la tengo contra el fondo blanco de Sierra Nevada.

Tras la pérdida evidente de altura y el deterioro grave en su base, éste es el aspecto que presentaba.

Conserva algo más de cuatro metros de altura y es de época nazarí. Se utilizaba para vigilar y controlar el territorio para anticiparse a las llegadas de tropas cristianas. Todas ellas están conectadas visualmente con otras y usaban espejos, fuego o humo para las comunicaciones.

En el silencio que domina este enclave el poco ruido que hacen mis pasos espanta a un macho de cabra que no había visto.

En pocos segundo ha recorrido buena parte de la loma para no detenerse hasta considerar que la distancia es suficiente. La multitud de cartuchos desperdigados por doquier pueden ser causa mas que suficiente de una actitud tan esquiva.


Ahora toca elegir el itinerario para poder bajar evitando equivocarme demasiado al intentar hacer un recorrido circular. 

Comenzado el descenso.

Hasta ahora lo voy haciendo bastante bien.

Es fundamental no encontrarse en el filo de uno de estos.

Y desde arriba es prácticamente imposible verlos.

Objetivo: llegar a alguna de las parcelas de olivos que diviso abajo, porque todas ellas tienen al menos unas rodadas de servicio por las que podré salir.

Elijo esta en la que están ya recolectando.

Una vez abajo, después de cruzar la Acequia del Batán, mirando lo que he dejado atrás.

Y ya sin agobios constatar que cada vez hay más parcelas abandonadas. Vides, caquis, membrillos y granados sin recoger.

Y de nuevo al principio.


Cuesta del Negro y Torre de Almagruz (Purullena), 11 de diciembre de 2018.



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