Tras dejar el coche junto a la antigua estación del tranvía de Maitena, comienzo la ascensión. Quiero acercarme a algunos cortijos avistados en numerosas ocasiones pero nunca visitados (aquí). En unos minutos cruzo el canal de La Viña, para seguir entre parcelas olivareras, encinas y algún castaño, ganando altura por la loma. |
A pesar de caminar aun en zona umbría, la temperatura es muy agradable. |
En un momento de mi ascensión me acerco a la cornisa para divisar la revirada carretera que da acceso al Hotel del Duque. |
Los Hitos. Esas señales que si se han ubicado con "inteligencia" facilitan mucho el transitar por lomas donde los senderos no están muy definidos. |
Me asomo al filo de unos tajos y me encuentro justo debajo a estas tres tomando el sol. |
He alcanzado el Barranco Cueva de Molina. donde se ubica el Cortijo de las Herrerías que aporta su nombre a toda la zona. |
La era, elemento imprescindible para todos estos asentamientos serranos y que generalmente se conservan en bastante buen estado. |
Muy cerca las ruinas de las distintas dependencias, en este caso, por encima de los bancales de cultivo. El aporte de agua se conseguía del barranco anexo. |
Otro elemento que he encontrado en las visitas de hoy ha sido el horno. Pequeña construcción anexa o aislada que por su robustez soportan el paso de los años de abandono aceptablemente. |
Las parcelas dedicadas al cultivo -patatas y cereales principalmente-, en los asentamientos visitados hoy estaban siempre por debajo de las construcciones. |
Estancias muy amplias, impropias de los habituales cortijos diminutos de otras zonas de la sierra. Debía haber mucha más masa forestal que permitiera estas construcciones. |
No es habitual encontrar buena parte del maderamen de la techumbre aún en las ruinas. Posiblemente se deba al aislamiento y pocas visitas que reciben estos parajes. |
Vista general del asentamiento con la Vereda de la Estrella al fondo. |
Otro asentamiento cercano al anterior donde llama la atención la estancia circular anexa. |
Los muros principales y las esquinas donde se engarzan las piedras de forma casi perfecta, permiten aguantar estoicamente el paso de los años. |
El mejor ejemplo de lo anteriormente dicho me lo encuentro en éste asentamiento, que incluso aprovecha la pared rocosa del tajo para integrarla en la construcción ahorrando trabajo y material. |
Los recios muros y la excelente trabazón entre las piedras permitieron elevar los muros de forma inusual en la zona. |
No es habitual encontrarse construcciones de este tamaño. Paredes con altura de tres pisos y que se mantienen en pié. |
El horno de nuevo en una construcción anexa, con una amplia piedra para la solera. |
Ventanas de carpintería con marcos aunque siguen siendo de tamaño reducido en comparación con las estancias. La ventilación y la luz no eran prioritarias, dejar el frío fuera era más importante. |
Cansado de mover los "cuartos" (traseros) por toda la Cuna me acomodo entre las rocas cimeras del Puntal de Puesto Luque para tomarme el bocadillo y disfrutar de los "colosos" justo frente a mí. Pico Veleta. |
Alcazaba. |
Mulhacén. |
He tenido que descender para encontrarme con el río Vadillo. Ahora me toca ascender de nuevo para volver a bajar al encuentro del río Genil, es lo entretenido de la sierra. |
Puente del Burro sobre el río Genil al inicio de la Cuesta de los Presidiarios. |
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