miércoles, 29 de enero de 2014

Cuerda del Alguacil (Sierra Nevada - Granada)

La silueta de parte de Sierra Nevada.

La otra mitad de Sierra Nevada, con algo más de luz.

Al iniciar el camino ya encuentro nieve.

El sol a esta hora va por la vega de Granada.

Parte alta del barranco del Guarnón con los Machos y el Veleta.

La depresión de Guadix, un mar de nubes.

Los caminos de la luz.

A algunos las frías temperaturas no parece afectarles.

Hoy los Lavaderos de la Reina ofrecían este aspecto.

Cruce con el sendero Sulayr .

Cabecera de la Dehesa de Camarate.

Compartiendo recorrido con sendero Sulayr.

Las nubes comienzan a escalar las laderas.

Los arroyos compartían hielo y agua a partes iguales.

Aprovecharé mi llegada al collado para reponer energías.

Picón de Jérez: tan cerca, tan lejos...

Los restos de la larga valla que delimitaba la cabecera de la Dehesa de Camarate.

Cota 2300 metros y una temperatura ideal.

Cumbre de Las Califas y las nubes proseguían su escalada.

Desde el Mirador Puntal de las Majadas.

Cortijo Balderas.

Serpenteante carretera de acceso a los Lavaderos.

Barranco del río Genil.

Güejar Sierra.

Los colores del bosque velados por la bruma.



Fecha:27-11-2013                                                                                           Entre dos cerros                        8’00h.
M.I.D.E.:2,2,3,4.                                                                                               Cruce con Sulayr                    10’40h
Duración: 7h  Lineal                                                                                      Final etapa                                11’30h                     
Desnivel en subida: 550 metros                                                                   Cruce con Sulayr                    12’10h
Rangos de temperatura: de -3ºC a los 4'5ºC                                             Aparcamiento                           15h


En la vaguada que separa dos cerros dejo el coche (Cerro del Tamboril 1.927 m. y el Cerro Alguacil con sus 2.004 m.). Aquí arranca un sendero que va a recorrer toda la Cuerda del Alguacil, presentando dos variantes: una que transita por las cumbres de la loma recorriendo las cimas de la cuerda a la vez que va ganando altura de forma contínua 2.183, 2.203, 2.244 y paulatina hasta llegar a Los Califas con sus 2.336 m.; y la otra variante que discurre por la misma loma a una cota algo inferior y sin altibajos dignos de mención hasta desembocar en las propias faldas del Picón.

Para llegar tengo que acercarme primero hasta Güejar Sierra, atravesar entera la población dirección Maitena, para una vez acabadas las casas tomar un desvío a la izquierda anunciado como Cortijo Balderas. Es una estrecha carretera sin mucho tráfico, aunque no por eso hay que relajarse. Tras unos kilómetros llegamos al anunciado campig Balderas y dos kilómetros más arriba nos encontramos un mirador desde el que se dominan buena parte de las cimas emblemáticas de Sierra Nevada además del barranco por el que discurre el río Maitena.

Todavía me queda un kilómetro más hasta alcanzar el collado, coincidente con el término del asfaltado y el inicio de la tierra. En total son 30 kilómetros desde Granada, 9 desde Güejar Sierra, 3 desde el campig y uno desde el Mirador. A primera hora no me detengo mucho en el mirador ya que la temprana hora no ayuda a apreciar ni los colores de la vegetación ni las cumbres que no tienen todavía la luz necesaria que permita apreciar los detalles.

Cuando me bajo del coche el termómetro marca -3ºC. Temperatura engañosa porque en cuanto me pongo en camino, hoy siempre en suave pendiente, sin rampas bruscas en toda la jornada, no sólo se suaviza, sino que mejora. Unos finos guantes han sobrado para impedir que se enfriaran las manos y la habitual camiseta y una sudadera me han bastado.

Confiaba en que la nieve estuviera más alta. El collado del Alguacil se encuentra a 1.900 metros de altura y comienzo a pisar nieve nada mas echar a andar. Al principio escasa, dependiendo de la orientación del sendero, apreciablemente abundante y dura en la cara norte de las lomas, residual y más “pisable” en las solanas. Pero aun así me ha acompañado durante toda la jornada; muy dura al tantearla junto al aparcamiento me ha hecho sumar los crampones a la mochila en previsión de su necesidad.

A pesar de la capa de nieve el sendero estaba muy visible por las rodadas de algunos ciclistas y las pisadas de senderistas anteriores. Tras una subida inicial algo más pronunciada, se prolonga por casi tres horas recorriendo toda la larga loma de la Cuerda del Alguacil de forma muy suave, para una vez rodeado el Alto de las Califas (2.450 m.) atravesar Hoyo Alto y recorrer toda la cabecera de Camarate, hasta cruzarse, ya a los pies de Los Miradores en la base del Picón con el Sendero Sulayr.

Durante el tiempo que he tardado en hacer este recorrido, con un día totalmente calmo en cuanto a viento, voy divisando a mi derecha, primero la Loma de Maitena y después la de Papeles y siempre de fondo los grandes de Sierra Nevada. Al inicio tengo enfrentado todo el barranco del Guarnón con el Pico del Veleta cerrándolo, mostrándome su cara norte: el tajo. A continuación los Crestones de Río Seco, el Puntal de la Caldera, el Mulhacén y la Alcazaba.

Conforme avanzo en mi recorrido loma arriba voy enfrentándome a la Loma de los Cuartos para enseguida mostrarseme en su totalidad, desde una perspectiva novedosa todo el paraje de Los Lavaderos de la Reina con el Cerro Poco Trigo en su centro, cuna del río Maitena. Avisto desde el cerrado barranco inferior hasta el amplio circo glaciar de arriba y cerrando todo, la contundente loma del Picón, con sus Miradores: Alto y Bajo hacia el noreste y la línea de unión con el Puntal de Juntillas en la cota 3.000 hacia el sur.

Una vez llegado al cruce con el Sulayr (en su etapa 17 Postero Alto -Peña Partida): Piedra de los Soldados, abandono el sendero que hasta ahora he transitado (Collado del Alguacil – Jérez del Marquesado) para incorporarme al Sulayr. Tras una breve bajada enlazo con un carril que acompañado de una acequia en suave pendiente va a recorrer buena parte de la loma del Picón por debajo del Mirador Bajo. Tengo que cruzar el Barranco de las Chorreras, rodear la cabecera del Arroyo Bernal y acercarme hasta el Cerro de los Bolos (2.000 m.) donde dejaré de ver la finca ganadera de la Dehesa de Camarate por entrar en la cuenca del río Alhorí.

Pero hoy no voy a llegar tan lejos porque a medio camino me encuentro unas amplias placas de hielo, que tras tantearlas no me animo a atravesarlas para no calzarme los crampones o rodearlas. Esto unido a que las nubes han iniciado una acelerada ascensión hacia el alto de Las Califas ocupando ya todo Camarate me hace desistir de ir más lejos e inicio el regreso.

La suave temperatura ha comenzado a derretir lo que esta mañana era duro hielo. El agua va empapando el ya de por sí húmedo suelo formándose un barro que resbala quizá tanto como el hielo. Tras retornar hasta la Piedra de los Soldados donde aprovecho para tomarme el bocadillo antes de comenzar el largo recorrido de regreso que ahora he decidido hacer por las crestas, uniendo todos los puntos altos que coronan la loma, la mayoría señalizados con hitos (apilamientos de piedras).

El andar por las cresta es bastante más incómodo que por el sendero, la vegetación que hay que ir continuamente esquivando y las acumulaciones de nieve, a veces de bastante espesor hacen que el caminar sea más lento y penoso, pero ya que he acortado el trayecto previsto para hoy, tengo tiempo sobrado y me lo tomo con tranquilidad.

Desde la Piedra de los Soldados voy a seguir casi a rajatabla la antigua valla ganadera que delimitaba por este lado sur la gran Dehesa de Camarate. Aunque yo la sigo desde aquí, se prolongaba loma arriba hasta el Mirador Alto y aun se puede apreciar la línea de postes escalar toda la loma. El límite coincide casi en su totalidad con la cresta del Collado del Alguacil, por lo que en mi caminar voy a ir paralela a ella en casi todo momento.

La única subida con cierta entidad de todo el recorrido es la que tengo que efectuar para coronar el Alto de Las Califas (2.450 m) con su insoslayable bajada ya que es la cota más alta del día. El resto de la jornada es buscar siempre el mejor itinerario para que el acercamiento al collado donde aparqué el coche esta mañana sea lo más liviano posible.

Todavía haré una breve parada en el Mirador Puntal de las Majadas desde donde se nos ofrece una estupenda vista de toda esta zona norte de la sierra que va desde el Veleta hasta el Picón de Jérez, con todos sus picos más emblemáticos. Y bajo nosotros el cerrado barranco por el que discurre el río Maitena que aunque el día no ayuda con algo de bruma que aporta una luminosidad poco clara ya muestra la gama de colores propia de últimos de otoño.

Mas abajo, pasado Balderas, ya cerca de la población de Güejar Sierra en la confluencia de los rios Maitena y Genil, los bosques de ribera abajo y los rojizos castaños a media loma, colorean todo el paisaje. Las casas del pueblo entre los azules del cielo arriba y el otro azul del agua del pantano de Canales abajo, componen una estampa digna de contemplar sin prisas, para disfrutar.




Recordatorio: en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas, todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e inorgánicos), deben regresar con nosotros.

miércoles, 22 de enero de 2014

Sulayr Tramo 3: Rinconada de Nigüelas - Tello y Caballo (Sierra Nevada - Granada)

Padul y su laguna.

Pinos del Valle y la Sierra de los Güájares.

Ascendiendo por la "Loma de los tres Mojones".

Trevenque y Alayos de Dílar.

Vaguada entre mojones.

Sombras y luces en la Loma de Lanjarón.

Laguna, Refugio y curso alto del río Lanjarón desde la cima del Caballo. 

La larga Loma del Caballo por la que vamos a descender con el pantano de Rules al fondo.

Desde el collado se aprecian mejor los detalles.

Homenajeando a.....

Último vistazo al refugio del Caballo.

Los tajos del Caballo desde el Refugio Lanjarón.

Este amplio refugio nunca se llegó a concluir.

Balsa mediado el recorrido de la Acequia Nueva.

Trazado de la acequia por encima de unos maltratados pinos por el frío y el viento.

Refugio Ventura en muy deficiente estado de conservación.

Ella también observaba la extensa panorámica.

Peña Caballera.

Recorrido de la Acequia Nueva con el Caballo al fondo.

Sinuosos trazado de la carretera de acceso a  cortijos Echevarría.

Fuente de Mailópez.

Los cortijos jalonan toda la etapa del Sulayr.

Detalle del barranco del río Torrente.

Desde el Mirador de la Rinconada.

Más abajo, los bosquetes de ribera ya colorean el paisaje.


Fecha:31-10-2013                                                               Rinconada Nigüelas 8'15h.
M.I.D.E.:3,3,3,4.                                                                    Caballo 10'15h
Duración: 7'30h. (Circular)                                                  Laguna Caballo 10'45h
Desnivel en subida: 1.460 metros                                       Refugio Ventura 12h
Rangos de temperatura: de 2'5ºC a los 7ºC                        Peña Caballera 12'40-13h.
                                                                                               Río Torrente 15'15h
                                                                                               Rinconada Nigüelas 16h.



Hace un par de años intenté el asalto al Cerro del Caballo (3.009 m) desde Lanjarón y no pude concluir porque me faltaron fuerzas. Ya entonces durante mi regreso imaginé una etapa que enlazara la subida al Cerro y la etapa 3 del sendero Sulayr (Rinconada Tello) pero en sentido inverso. Mi hermano José Antonio no conocía la subida al Caballo por su vertiente oeste y en reiteradas ocasiones me había insinuado la ascensión.

Hoy hemos aprovechado que los pronósticos metereológicos eran excelentes y la temperatura no muy alta para intentar complacer ambos deseos. Para que este recorrido se pueda hacer en una sola jornada no cabe otra que arrancar bastante arriba. Nuestras piernas no dan ya para caminatas superiores a las siete u ocho horas con desniveles superiores a los mil quinientos positivos.

Por ello decidimos subir en coche hasta los cortijos Echeverría a través de Nigüelas por una pista que remonta todo el barranco del río Torrente hasta situarnos alrededor de la cota dos mil. El carril hay que recorrerlo con cuidado y bastante despacio porque a las cerradas y pendientes curvas hay que sumar el deficiente estado de mantenimiento. Por aquí generalmente sólo transitan 4X4, pero los turismos no suelen adentrarse por estos terrenos.

Junto al Mirador de la Rinconada, ya superada la cota 2.000 arranca un sendero denominado “De los tres Mojones” que recorre una de las lomas que acceden hasta la cumbre del Caballo. Una vez aparcado el vehículo en las inmediaciones iniciamos la ascensión por un claro sendero que trepa decididamente, primero por entre un bosquecillo de maltratados pinos. Observándolos nos da la impresión de que permanecen por el sólo hecho de estar agrupados y porque los periféricos resguardan a los del interior a costa del maltrato por el frío y el viento a que ven sometidos buena parte del año.

Una vez superada la cota que permite la existencia de especies arbóreas, el paisaje se despeja, quedando únicamente la típica vegetación de alta montaña con sus formas redondeadas altamente adaptada a las inclemencias y la nieve. Esta subida está dividida en tres tramos, cada uno coronado por un “mojón”, con vaguadas intermedias que nos sirven para recuperar. El recorrido señalado en su primera mitad por un sendero muy marcado se va diluyendo para quedar reducido a una serie de hitos de piedra que indican dirección, aunque ahora en verano, sin resto alguno de nieve son superfluos porque la cima redondeada del Caballo siempre está visible.

Tras dos horas de marcha coronamos. No descubrimos nada nuevo ninguno de los dos por ser una cima frecuentemente hoyada, aunque siempre que se alcanza una meta propuesta, aparece la satisfacción, aunque moderada, por su consecución. Tras los minutos que ocupamos en visualizar los paisajes que desde aquí arriba se dominan y un día más, algo decepcionados por la neblina que nos impide abarcar claramente el mar y nos oculta totalmente la costa africana, iniciamos el descenso.

Primero hasta el collado y después hasta la propia laguna y el refugio. Tras la acostumbrada visita el refugio y constatar que se mantiene limpio y cuidado después de los arreglos de hace algunos años, volvemos a cerrarlo y retomamos la bajada por la cara sur en dirección, primero hasta el inconcluso Refugio Lanjarón (Hoyo del Zorro 2.900 m) y junto a él el proyecto de aljibe para abastecerlo de agua. Este refugio, como muchos ubicados a gran altura en Sierra Nevada formaron parte de un proyecto de construcción para dar cobijo a los trabajadores de los viveros que tenían que servir para repoblar, mayoritariamente de pinos, a esta sierra.

A partir de aquí caben dos opciones, bien bajar por las crestas: recorriendo toda la Loma del Caballo hasta Peña Caballera (2.253 m), o bien seguir el sendero, que a ratos casi desaparece y que con un descenso más brusco nos ayuda a perder altura para enlazar con el recorrido de la Acequia Nueva (con apenas dos años de vida) que pasa apenas unos metros por encima del Refugio Ventura. De nuevo se nos abren dos posibilidades: seguir bajando hasta Tello, final del tramo del Sulayr que queremos recorrer o seguir junto a la acequia hasta los pies de Peña Caballera. Optamos por esta segunda posibilidad.

Bajo la Peña la acequia muere desangrándose (cuando lleva agua, hoy permanecía seca) en unos prados confirmando que se trata de una acequia de careo. Aprovechamos la sombra que nos brindan unos tajillos para tomarnos el bocadillo, tarea que apenas nos ocupa veinte minutos y de nuevo estamos listos para acometer la segunda parte de nuestro itinerario.

Este tramo del Sendero Sulayr va a discurrir, casi todo el, por pista remontando un desnivel de 600 metros hasta la Rinconada. Durante el recorrido pasamos de la cuenca del río Lanjarón a la del río Torrente. En nuestro caminar vamos a pasar por las inmediaciones de diversos cortijos, todos ellos de factura nueva, imagino que reconstruidos después del extenso incendio que asoló estos parajes en el año 2005. Podemos rellenar agua en la fuente de Mailópez o apreciar la típica construcción de alta montaña en una choza levantada utilizando en sus muros piedra local de esquistos y techada con haces de centeno local superpuestos que la hacen impermeable.

A nuestra izquierda y más de mil metros más abajo el Valle de Lecrín con su rosario de pueblos al fondo y a mayor altura Pinos del Valle, a sus pies el embalse de Béznar; más a la izquierda aun el otro embalse, el de Rules que vistos desde aquí se aprecia su cercanía ya que están separados por un kilómetro escaso. Los pueblos de Dúrcal y Padul con su lámina de agua brillante por los rayos de sol: La Laguna. Al fondo las sierras de Tejeda y Almijara y algo más cercanas las de Albuñuelas y Güájares. Cerrando la panorámica hacia la izquierda la imponente mole caliza de la Sierra de Lújar.

Los distintos barrancos que vamos atravesando están refrescados por pequeños arroyos hasta llegar al último ocupado por el río Torrente. Quizás el río que se despeña con mayor brusquedad de toda la sierra ya que naciendo casi en la cota 3.000 a los pies del Caballo, en apenas unos kilómetros pierde 2.000 metros para ya en las cercanías de Nigüelas atemperarse. Tanto cauce abajo como hacia arriba se construyeron diques pétreos para frenar los materiales de arrastre que por su desnivel son cuantiosos. Todos ellos están hace tiempo colmatados.

Aun nos queda algo más de media hora para acabar nuestro recorrido. En suave pendiente durante este tramo, la carretera deja todavía a un lado otro cortijo e incluso una antigua explotación minera algo por encima de la propia pista. Terminadas las labores extractoras hace años sólo permanece el gran hueco que en su día se le hizo a la loma en busca del mineral. Enseguida accedemos a la curva (La Solana) donde han habilitado un gran mirador desde el que se domina además de todo el barranco del río Torrente con Nigüelas al fondo y el Caballo en su cabecera, buena parte del Valle y las sierras antes mencionadas.

En este último tramo de carretera mi hermano me habla de los aspectos geológicos que enseñan las piedras que han quedado expuestas por el corte en el talud de la carretera, las curiosidades o los rompecabezas que los estratos cuentan y que muchas veces son difíciles de explicar o secuenciar.

Como hemos aprovechado hace poco el río para refrescarnos y hemos bebido en un manantial algo más arriba todavía, no nos demoramos mucho aquí y ya en el coche reiniciamos la bajada con sumo cuidado y lentitud ya que ahora en las primeras horas de la tarde los baches y las profundas rodadas se aprecian mucho mejor que a la subida y trato de esquivarlas cuando puedo o afrontar suavemente las ineludibles. Nos llevará casi la hora hacer los trece kilómetros de bajada hasta el pueblo, para enseguida conectar con la autovía y llegar a Granada dando por finalizada la jornada.



Recordatorio: en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas, todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e inorgánicos), deben regresar con nosotros.