martes, 24 de diciembre de 2013

Veleta y Elorrieta (Sierra Nevada - Granada)

Uno de los objetivos de hoy: el Veleta.

El día totalmente calmo nos permitía estas panorámicas.

La cara oeste de los Tajos de la Virgen con algunos ventisqueros que cumplirán otro año.

El barranco del río Veleta a los pies de la Carihuela.

Desde la Carihuela: Raspones, Loma Pelá y Mulhacén., 

En la cota 3.300 de la cara este del tajo del Veleta, intentando el paso.

En el Panderón del Veleta es frecuente ver cabras.

Refugio de la Carihuela y Puntal de Loma Púa.

Refugio de la Carihuela y Veleta.

Laguna Aguas Verdes y río Veleta. 

Llamativo paraje rocoso que contiene el conjunto de laguna de "Las Cabras".

La parte superior de las crestas de los Tajos de la Virgen.

Algún collado nos permite mirar hacia atrás y divisar todavía el Veleta.

Si nos alejamos un poco más todavía se amplían las vistas incluyendo el Mulhacén.

Aunque el recorrido no lo hacemos por la misma cresta, evitando los picos.

Quién ha colocado aquí un Moai?

Las potentes formaciones rocosas son habituales en este recorrido.

Las cumbres rocosas fuertemente fracturadas ocupan todo el recorrido.

Los tramos de sendero más difíciles de seguir son es estos tremendos cascajales.

Llegando al refugio Elorrieta desde donde se domina toda la cabecera del río Toril.

El refugio Elorrieta ocupa la divisoria entre cuencas: izquierda Toril, derecha Lanjarón.

Desde arriba se aprecian perfectamente los taludes que se le fabricaron a la laguna de Las Yeguas.

Laguna/Embalse de Las Yeguas.

La universidad de Granada ha decidido remozar el observatorio.

El lavado de cara al observatorio del Mojón de Trigo es patente.


Fecha: 6-11-2013                                                              Hoya de la Mora 8'15h.
M.I.D.E.:2,3,3,3                                                                   Posiciones 9'30h.
Duración: 6h (Circular).                                                     Carihuela 10'30h.
Desnivel en subida: 900 metros                                        Elorrieta 11'45-12'15h.
Rangos de temperatura: de 8ºC a los 17ºC                      Yeguas 13'00h.
                                                                                            Hoya de la Mora 14'15h.


El recorrido de hoy ha sido corto debido a varios factores, primero la premura por regresar de mi hermano que hoy me acompañaba y segundo porque mis pies sufrieron la semana pasada castigo excesivo del que a fecha de hoy no se habían recuperado adecuadamente, por lo que la brevedad, dentro del malestar ocasionado ha sido bien recibida.

Era un día programado para recuperar itinerarios que por no haberlos transitado durante años se van olvidando como es el recorrido desde la Carihuela hasta el refugio Elorrieta por encima de los Tajos del Nevero. Es un terreno muy quebrado, lleno de cascajales y pequeños tajos que hacen difícil su tránsito. Como apenas hay tramos sin piedras, el sendero cuando se avista es bastante difícil de seguir y los pequeños apilamientos indicadores de piedras apenas destacan sobre el fondo rocoso del mismo color.

Aun así, al menos cuando la nieve no cubre el paraje, merece la pena este paso ya que nos podemos ahorrar además de algún tiempo, muchos metros tanto de bajada como de subida que nos añadiría el tener que bajar hasta los Lagunillos de la Virgen para volver a subir por la cara oeste de los Tajos de la Virgen.

Arrancamos a las ocho y media de la Hoya de la Mora con una inusual temperatura para estas fechas de 8 grados. El aire en total calma promete un día inmejorable de sierra. Así se mantendrá durante toda la jornada. La subida por Cauchiles es sobradamente conocida, nos la tomamos con tranquilidad y en algo más de una hora estamos a la altura de las Posiciones. Estas ruinas, antiguas trincheras construidas durante la Guerra Civil ubicadas en la cabecera de la cuenca del río San Juan (3.000 m), siempre han sido una referencia en la subida hasta el Veleta. Junto a ellas nace el Veredón que se interna en la Corral del Veleta, a los pies del majestuoso tajo norte del Veleta. A partir de aquí continuamos por la carretera acercándonos a la arista sur de la loma del Veleta (Panderón) en busca de la entrada al paso.

Mi hermano no lo conocía y yo recordaba que estaba bastante alto ya que hace unas semanas me introduje por él una centena de metros y balicé su entrada con un apilamiento de piedras. Sin embargo, algo despistado, lo buscaba a menor cota de la real. Una vez llegados a él (3.300 m.) nos introducimos por el hasta llegar a un cortado en que hay que agarrarse a las piedras para ayudarse a pasar. Yo lo hago pero mi hermano no lo ve claro, por lo que decidimos que yo continúe, ya que he pasado, para averiguar si hay más pasos complicados o a partir de aquí es más cómodo.

Este paso atraviesa el tajo sureste del Veleta por los Vasares a una cota muy elevada y sirve de enlace entre el Veleta (3.394 m.), Las Campanitas (3.324 m.) y el Cerro de los Machos (3.329 m.) acortando de forma significativa los recorridos en los que se atraviesa Sierra Nevada de norte a sur o las llamadas “Integrales”, con un mínimo costo en cuanto a pérdida/ganancia de cota.

Tras un par de centenares de metros recorridos sin dificultad alguna, decido darme la vuelta para consensuar lo que vamos a hacer. O pasamos y enlazamos con el Cerro de los Machos o volvemos. Mi acompañante sigue sin verlo claro por lo que vuelvo a cruzar la estrecha repisa ayudándome de las manos (aquí me han sobrado los bastones que habitualmente suelo llevar) y reiniciamos la bajada de nuevo hasta el refugio de la Carihuela (3.205 m.) recorriendo en bajada todo el Panderón.

No puede faltar la visita de rigor al refugio para constatar que hoy está limpio y cerrado, aunque han apilado en una bolsa detrás de la puerta algunos desperdicios. Este refugio tiene capacidad para unas diez o quince personas en dos plataformas de madera, se complementa con una amplia mesa rodeada de un banco, todo ello de madera. Tras la visita volvemos a cerrar y retomamos la marcha para acercarnos a redescubrir el paso que une este refugio, bordeando el Puntal de Loma Púa (3.224 m..), con otro refugio Elorrieta (3.185 m), en la cabecera del río Lanjarón, camino habitual para acercarnos hasta el Cerro del Caballo a la vez que itinerario en las travesías.

Este paso a media altura que transita todos los Tajos del Nevero y de la Virgen por su cara este no excesivamente conocido y de difícil seguimiento por lo abrupto del terreno, por el continuo soslayo de tajos y el tener que atravesar fuertes cascajales donde el recorrido apenas marcado por algunos apilamientos rocosos, pueden pasar fácilmente desapercibidos para aquellos excursionistas que no estén avezados en esta sierra o no tengan clara la orientación en la que dirigirse.

Como referencias más visibles comentar que el recorrido siempre se hace por la cara este, bastante alto y pasa a los pies del “oso”, monolito muy visible que se levanta a medio camino junto a las crestas. Hay que ir atentos porque a partir de este visible “hito” hay al menos dos variantes de acercamiento, una más alta que corona unos metros antes del antiguo pluviómetro que permanece en la cima del monte Elorrieta, unos metros antes del propio refugio; otro que recorriendo la loma a menor altura enlaza con el refugio, por su parte de atrás justo en la explanada a la que daban las ventanas del mismo orientadas hacia el barranco del río Toril.

El amplísimo refugio que en su día tenía capacidad hasta para 50 personas y que estuvo totalmente equipado con solería, paredes alicatadas hasta media altura, grupo electrógeno y depósito de agua en las inmediaciones con conexión hasta el propio refugio por tuberías de hierro empotradas bajo el suelo para evitar que se helasen, actualmente está totalmente desmantelado y en ruinas al 90% de su extensión. Apenas queda utilizable una esquina (suroeste) donde aunque el deterioro es palpable, al menos permanece la puerta y alguna ventana lo que la hace algo más habitable.

Este gran refugio, construido en las primeras décadas del pasado siglo formaba parte de un ambicioso proyecto de refugios y viveros que escalaban todo el barranco del río Lanjarón hasta éste el más alto. Junto a ellos se habilitaban espacios abancalados para los viveros en que crecerían las coníferas, para una vez nacidas y aclimatadas en el propio terreno trasplantarlas intentando que el éxito de supervivencia fuera máximo.

No nos resta más que iniciar el descenso por un sendero, esta vez muy visible y marcado que tras perder cota de forma rápida nos acerca, primero hasta los lagunillos de la Virgen (nacimiento del río Dílar) y algo más abajo a la propia Laguna/Embalse de las Yeguas. Aquí nos demoramos algo para beber en uno de los manantiales que aun alimenta el lagunillo superior y para hacer algunas fotos a las Yeguas. Enlazamos con un tramo de pista que tras remontar hasta el collado junto a los Observatorios de Sierra Nevada, une la laguna con el complejo de Borreguiles.

Desde aquí, dejando todo el complejo alto de la estación de esquí (Borreguiles 2.700 m.) a nuestra izquierda, seguir perdiendo altura hasta llegar a los albergues, concretamente al de la Hoya de La Mora, junto al que hemos dejado el vehículo esta mañana en un amplio aparcamiento habilitado para el efecto.

Pero todavía antes en uno de los cruces con la carretera asfaltada, seguimos ésta para acercarnos a la base de un pequeño cerro (Mojón del Trigo 2.606 m.) que está coronado por un antiguo observatorio astronómico, abandonado durante muchísimos años (yo siempre lo he conocido en ese estado de deterioro). Actualmente la Universidad de Granada, propietaria del edificio, está rehabilitando el pequeño observatorio al que ya se le ve un aspecto totalmente distinto del que nos tenía acostumbrado a los asiduos de esta sierra. La techumbre remozada, rejas en las ventanas y pintado en su conjunto parece ser que se va a dedicar a promocionar la observación astronómica de forma divulgativa al publico en general.

Unos metros más abajo nos encontramos la barrera que limita y controla el acceso al Parque Nacional y enseguida llegamos de nuevo al aparcamiento para ya en el coche descender los cerca de dos kilómetros verticales que nos separan de Granada, algo que conseguimos tras recorrer los 35 kilómetros de carretera hasta la capital.


Recordatorio: en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas, todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e inorgánicos), deben regresar con nosotros.




jueves, 5 de diciembre de 2013

Alcazaba, acercándome al tajo (Sierra Nevada - Granada)

Los ocres y los marrones dominan ya el paisaje.

Escolopendra en el camino.

Multitud de cortijos, todos ellos abandonados tiempo a.

Una antigua era colonizada por los pinos.

En la cabecera del Guarnon aun aguantan algunos ventisqueros.

Refugio Calvario.

Camino hacia el refugio Aceral.

Allí donde aparecía el color del hierro se excavaba.

Refugio Aceral.

Junta de los ríos a vista de pájaro.

Este sendero seguramente tuvo mejores momentos.

Uno de los arroyos que bajan de los Prados de Vacares.

Prados de Vacares y sus minas.

Rio Valdecasillas.

Hoy el sol se dejaba sentir.

Refugio de Cueva Secreta con un antiguo redil a sus puertas.

Entrada del refugio.

Interior de Cueva Secreta.

Nacimiento ferruginosos junto al cauce del río.

Inicio del río Real en la confluencia del Valdecasillas y Valdeinfierno..

Puente sobre el río Guarnón.

Pantano de Canales por debajo de Güejar Sierra.

No podían faltar.



Fecha: 4-8-2013                                                                Bco. De San Juan 7'45h.
M.I.D.E.:2,3,3,4                                                                  Puente del Burro 8'45h.
Duración: 8'45h (Semicircular).                                       Refugio Calvario 10h.
Desnivel en subida: 1.250 metros                                    Refugio Aceral 10'30h.
Rangos de temperatura: de 13ºC a los 25'5ºC                Pié Tajo Alcazaba 12'00h.
                                                                                           Cueva Secreta 13'30h.
                                                                                           Junta de los ríos 13'45-14'10h.
                                                                                           Bco. De San Juan 16'30h.


Cuando estás en una gran ciudad tienes muchas cosas que te distraen de lo principal, que es sobrevivir y si se puede, llegar a viejo disfrutando de la vida. En la montaña, eso se simplifica. Es donde se ve a la persona de verdad: estás en una situación extrema y eres tú. Y demuestras si eres tan bueno como pensabas, si tenías tanta cabeza como pensabas, si valías tanto. En la montaña no hay falsedad”. (Iker y Eneko Pou).

No era, en principio, mi objetivo para la salida de hoy deambular por el gran tajo noroeste de la Alcazaba, pero me han hecho cambiar el propósito inicial las informaciones metereológicas que anunciaban fuertes vientos en el Mediterráneo. Dada mi experiencia se que cuando sopla levante en el mar, al acercarse al estrecho de Gibraltar, dada la estrechez del “camino” (encajonado entre Sierra Nevada y el Atlas africano) aumenta la velocidad considerablemente a la vez que se eleva ganando cota, buscando mayor espacio. Esto se traduce en fuertes vientos en la vertiente sur de Sierra Nevada lo que no hace aconsejable transitar por ella.

Como hace ya casi tres años que no hago un recorrido por las faldas del imponente tajo de la Alcazaba. Hoy aprovechando el impuesto cambio de destino voy a dirigirme y ver hasta dónde puedo ascender, sin prisas y sin objetivos previos por la cara norte de la Alcazaba, para a la vuelta recorrer la Vereda de la Estrella en toda su longitud.

En la unión de los ríos San Juan y Genil dejo el coche en el aparcamiento del Mesón San Juan (1.120 m). Mi recorrido de hoy se solapa con la primera mitad de la etapa del Sulayr (Hortichuela – Peña Partida, tramo 18), hasta algo más arriba del refugio del Calvario, para desviarme a partir de aquí hacia la base del imponente tajo de la Alcazaba, no sin antes pasar por el pequeño refugio Aceral.

El primer tramo del recorrido (Vereda de la Estrella) es prácticamente llano y amplio lo que permite ir atento a lo que ocurre a mi alrededor. Así caminando en silencio y ya que las primeras horas de la mañanas son propicias, voy “desalojando” a algunas cabras hembras con sus crías que evitan la cercanía humana. También espanto algunos jabalíes, los cercanos se escabullen rápidamente buscando la protección de la vegetación; los que diviso en la loma de enfrente, seguros por la distancia que nos separa se inmovilizan antes de decidir seguir descolgándose hasta el río para abrevar.

La Vereda discurre en todo momento por la margen izquierda del río Genil y el rumor del agua es el sonido que me acompaña durante esta primera hora de caminata. Encuentro una hermosa escolopendra (ciempiés) que tras sufrir un encuentro con algún enemigo ha quedado bastante perjudicada, aunque viva; la retiro con mimo a un lateral del sendero y dejo a la naturaleza que siga su curso.

Tras 4'5 kilómetros llego a una bifurcación. Dejo la Vereda dela Estrella para descolgarme (siguiendo todavía el recorrido del Sulayr) hacia el río Genil para cruzarlo por el puente Del Burro (1.250 m). Aquí comienza una subida fuerte y continuada hasta el refugio, el primer tramo entre cipreses.

Cuando comienza la transición de los cipreses por los pinos aparecen junto al sendero signos de antiguas ocupaciones humanas. Observo balates: unos para sustento del propio sendero; otros para preservar las pequeñas parcelas ganadas a la loma. Enseguida llego a las ruinas del cortijo que explotaba estos bancales (sólo permanecen algunas paredes, alguna de ellas con las alacenas incrustadas en las mismas).

Al llegar al collado, junto a una antigua era ocupada actualmente por un puñado de pinos y unos diez minutos antes de alcanzar el refugio, tomo un desvío a la izquierda que nunca he recorrido. Imagino por la dirección que insinúa que se dirige o bien hacia el río Vadillo, algo que no me desagrada, o bien enlaza con el propio Sulayr por encima del Calvario, opción que tampoco me incomoda.

Transita este sendero por la cresta de la loma hasta enlazar (no me equivocaba) con el Sulayr algo por encima del refugio Calvario, junto a un poste indicador de direcciones. Me descuelgo hasta el refugio (1.700 m) y tras entrar en el recinto vallado me encuentro a una joven pareja que ha pernoctado en él. Ella, se esconde detrás de un grueso tronco de nogal, evitando mostrarme el rostro en todo momento, a él lo saludo y consciente de que no es grata mi presencia decido continuar y hacer la parada programada en el cercano refugio Aceral (1.700 m).

Sólo tardo treinta minutos en llegar a él. Me lo encuentro “clausurado”, al menos yo no he conseguido abrirlo. Sentado a su puerta me he entretenido unos minutos mientras tomaba unas notas y comía una fruta. Enseguida atravieso el arroyo Aceral y me acerco a la bifurcación que hay por encima de la Junta de los Ríos, donde hay que elegir entre bajar a los ríos o seguir subiendo y acercarse a los prados de Vacares, en su parte baja. Yo he venido a lo segundo.

Cuando llego al pié de la Alcazaba (cota máxima alcanzada hoy 2.300 m), en su cara noroeste y miro para arriba me percato de lo que son mil y pico metros verticales los mismos que me separan de su cima, sencillamente apabullante. A partir de aquí me dedico a vadear un par de espolones de la propia Alcazaba, buscando intentando no perder mucha cota, enlazar con el sendero que baja de la Laguna de la Mosca, al pié del Mulhacén.

No sigo sendero ninguno hace bastante rato, el caminar se tiene que hacer “intuitivo”, lo que hoy no es un problema porque sé donde quiero ir y cómo hacerlo, sólo tengo que tomármelo con la suficiente paciencia para no “meter la pata”. Al final enlazo con el sendero buscado y ya más cómodo inicio la fuerte bajada hacia el curso del río Valdeinfierno. Hoy no he necesitado buscar el puente para cruzarlo, ya que el caudal del río es escaso, baja bastante menguado y permite su cruce casi por cualquier sitio.

Decido remontar hasta el refugio de Cueva Secreta (1.750 m), ya que hace varios años que no lo visito. Ubicado unos metros por encima, junto a un antiguo redil ganadero elaborado con piedra local, sigue en relativo buen estado y bastante limpio. El problema más frecuente que se suelen encontrar los que deciden pernoctar en él ha sido tradicionalmente el saqueo a que los someten los zorros, sabedores de que los humanos portamos alimentos, suelen merodear por los alrededores siempre atentos para aprovechar cualquier oportunidad, por lo que no ha sido la primera vez que al despertar nos encontramos con las mochilas violentadas, no en vano también se llaman raposos.

De nuevo bajar hasta llegar a la Junta de los Ríos (1.620 m), donde he decidido parar unos minutos a tomarme el bocadillo. Aquí se unen el mencionado Valdeinfierno que nace de la laguna Gabata y los lagunillos de la cabecera del valle, con el Valdecasillas que desciende a su vez desde la laguna de la Mosca y que suma en su recorrido los arroyos de los Prados de Vacares, para una vez juntos adoptar el nombre de Real.

Ya “sólo” me queda caminar el prolongado recorrido de la Vereda de La Estrella en toda su longitud con un sol de justicia, casi perpendicular a estas horas iniciales de la tarde y que me va a acompañar prácticamente durante todo el recorrido. Se agradece la fresca brisa que a ratos remonta el barranco y los distintos arroyos que voy a ir cruzando y que me permitirán refrescarme frecuentemente. Consigo hacer el recorrido a pesar del cansancio ya acumulado en algo más de dos horas, hay que añadir que casi en su totalidad es cuesta bajo, excepto algún corto y flojo repechón, hasta llegar de nuevo al Barranco de San Juan (1.120 m) donde dejé aparcado el coche esta mañana.

El Mesón San Juan dista de Granada algo menos de 30 kilómetros, buena parte de ellos, incluido el pueblo de Güejar Sierra, el Pantano de Canales y Pinos Genil, publicitados televisivamente el lunes pasado ya que formó parte del recorrido de la etapa granadina de la Vuelta a España.



Recordatorio: en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas, todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e inorgánicos), deben regresar con nosotros.