Tózar y entorno (Granada)

Tózar ubicado en la zona denominada Poniente Granadino forma parte de un conjunto de poblaciones cuya cabecera es Moclín. Distante de la capital unos 45 kilómetros cuenta con una población que no alcanza los 400 habitantes.

En los alrededores de la pequeña población podemos encontrar pinturas rupestres en abrigos rocosos, estructuras funerarias, enterramientos y poblados mozárabes, silos ¿romanos?, atalayas árabes y trincheras de nuestra guerra civil. Todo un recorrido por los vestigios que los pobladores  han dejado durante los últimos milenios de ocupación en la zona.

En la parte baja del pueblo (suroeste) se encuentra el conjunto arqueológico por donde vamos a empezar.

Protagonista inesperado. Mientras estábamos en el mirador se estrellaba contra una valla metálica, tras liberarlo (al parecer sin daños irreversibles) lo dejamos recuperarse. 

La entrada de los árabes en la península no supuso una ruptura, al menos drástica, de las costumbres de las comunidades cristianas asentadas en el terreno.

Así lo testimonian los diferentes enterramientos encontrados en la zona. Los mozárabes mantuvieron tanto su cultura como su religión con el sistema funerario de excavación de sepulturas antropomorfas en el suelo rocoso. 

Si la tumba era rehusada, tras la colocación del difunto se recolocaban los huesos anteriores.

Se ha podido deducir del estudio de los restos que había similitud entre los sexos en cuanto a número, que la vida media no superaba los 50 años y la existencia de un alto porcentaje de individuos infantiles. 

Destaca cómo en una zona muy delimitada se encuentran dos tipos de enterramientos: tumbas antropoformas y dolmen simple triangular. 

Con más de 80 enterramientos con tres diseños diferentes: antropomorfa, bañera y rectangular. La mayoría de ellas con orientación oeste-este. La datación mediante el método C-14 ha permitido acotar el uso de la necrópolis entre los siglos X y mediados del XIII.

Tras la construcción de la prefosa y la fosa, se procedía a la colocación del cadáver; se sellaba la fosa con losas selladas con mortero apoyadas en los bordes de la prefosa. La similitud de la mayoría de las fosas y la falta de ajuar distintivo hace suponer la igualdad entre los habitantes. 

Dolmen de la Edad de los Metales (Pileta de la Zorra).

Uno de los lados del dolmen, la cerrada por la losa de mayor tamaño. La cubierta ha desaparecido.

Restos de un posible poblado medieval aprovechando un sistemas de paratas donde se encontraron multitud de piezas cerámicas.

Hasta tres silos excavados en la roca. Adjudicados a la época romana en principio; más tarde, tras examen de los escasos restos encontrados en su interior, los especialistas se decantan por los siglos XIV-XV. 

En medio del conjunto esta pequeña fuente que alimenta una doble charca, hogar de algunos pequeños peces y bastantes ranas.

La fuente que alimenta ésta zona húmeda entre almendros.

Restos de trincheras pertenecientes a la contienda nacional del pasado siglo.

Los materiales constructivos ya definen el bando. 

Orquídeas. No serían las únicas que veríamos a lo largo de la jornada.

Inquilinos de la doble charca.

Atalaya de señales en las cercanías de Tózar. Directa visibilidad desde el Castillo de Moclín.

Aunque ha perdido parte de su altura, aun conserva unos 6 metros. Junto a ella puestos de tiro y vigilancia de la guerra civil.

Terreno que se domina visualmente desde el cerro donde se ubican atalaya y trincheras.

El buen tiempo y la excelente temperatura ha despertado a numerosas mariposas que ocupaban todo el espacio.

De regreso, aprovechamos la cercanía de la fuente Malalmuerzo para tomarnos el bocadillo. El nuestro fue excelente.

Junto a la fuente y bajo tejado un lavadero con dos pilas.

Desde la fuente: lavadero, cerro donde se ubican la atalaya y algunas trincheras, y la población de Tózar al fondo.

Carlos junto a la fuente.

Vista de Tózar desde una elevación enfrentada.

Tózar (Granada), 15 de marzo de 2019.