Ubrique (Cádiz).
Ermita en la zona más alta de la población, a media ladera de la montaña. |
Entrada a lo que fue convento de capuchinos, hoy sede del museo de la piel. |
En la entrada, colgadas del techo, aparecen un centenar de "Patacabras" jubiladas por los ubriqueños y cedidas al museo. |
Con unos fondos de más de 5000 piezas, muchas de ellas repartidas por las distintas salas del edificio, otras en los almacenes. |
Periódicamente se renuevan los elementos expuestos para mostrar los fondos del museo. |
Durante la visita Maribel elaboró un "preciso" (pequeña cartera donde se llevaba la mecha y el pedernal para encender) sobre la marcha utilizando los elementos tradicionales en el trabajo del cuero. |
Los fondos del museo siguen incrementándose debido a la conscienciación y generosidad de los ubriqueños, -por fin- implicados en el proyecto. |
Llama la atención la pasión que siente por "su museo" y que derrocha Maribel mientras ejerce de conductora y guía de la visita. |
Las galerías porticadas del patio central (antiguo claustro) han sido reservadas para la maquinaria más voluminosa. |
Desde la puerta exterior del museo, la vista de la población. |
En la parte alta del pueblo, por donde hace su entrada el río, todavía encuentras algunos espacios libres para cultivar minúsculas parcelas junto al cauce. |
También los restos de diferentes molinos, hace años en desuso. |
Calle peatonal que divide el espacio entre escalones, rampa y pequeños espacios verdes. |
Calle del agua y ésta la lleva. |
Aprovechando que el restaurante estaba en los bajos de la plaza de toros, visita obligada estando en Ubrique. |
Después de la comida, capotazos ficticios. |
Desde los tendidos más altos de la plaza de toros: vista de la población de Ubrique. |
Ubrique (Cádiz), 6 de noviembre de 2018.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por darme tu opinión