Entrada al recinto ubicado en la esquina sur de la Plaza de los Campos. |
La recepción la hace el rumor del agua de una fuente y una alberca. |
En la entrada, bajo suelo acristalado se nos muestran los restos del pasado del edificio. |
Hasta el año 1990 no pasó a titularidad pública. |
Arco de entrada con zócalo vidriado de alicatados con la inscripción "Dios es único". |
Dela edificación original sólo queda una torre arropada por un moderno edificio rodeado de jardines. |
El interior es una sala cuadrada de 7 metros de lado |
Dan luz a la estancia veinte arcos con celosías de yeso. |
La variada decoración de yeso es tallada y pintada en gama fría, lo que, unido a la ausencia en ella del lema nazari, sitúa este edificio en la primera mitad del s. XIII. |
Rodeando toda la sala un zócalo alicatado de motivos sencillos entrelazados. |
Don hubo un pórtico con zócalo de azulejos y un estanque, hoy queda esto. |
Armadura apeinazada de maderas formando lazo; una compleja estructura bajo su apariencia decorativa. |
A ambos lados hay alcobas con adornos en sus arquerías. |
Frente a la puerta se abren tres balcones, el central con arco de colgadura |
Otros restos a la entrada del edificio. |
Arco de entrada al Cuarto Real de Santo Domingo, con los tres balcones enfrentados. |
El jardín que ocupa toda la fachada noreste del edificio. |
Alguno de los inquilinos que disfrutan del tranquilo y soleado espacio. |
En la segunda planta una exposición fotográfica de estampas serranas (Sierra Nevada). desde los años 30 a los 80 del pasado siglo. |
Será de nuevo el rumor del agua el que nos despide de la visita al Cuarto Real. |
Ya de regreso en la plaza de la Trinidad un dúo amenizando la mañana. |
Granada, 3 de mayo de 2017.
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