Falla de Nigüelas.
Fecha:4-2-2014 Restaurante 8'30h.
M.I.D.E.:2,2,2,2. Centro Visitantes 9’00h
Duración: 4h. (Circular) Restaurante 12’00h
Desnivel en subida: 00 metros Nigüelas 12'30 - 14'00h.
Rangos de temperatura: de 4ºC a los 10ºC
Al suroeste de Sierra Nevada y dentro del Parque
Natural de Sierra Nevada, ocupando una amplia depresión se encuentran una serie
de humedales que dependiendo de los años anegan desde 60 Has., hasta duplicar
generosamente esa extensión algunos años si las lluvias son abundantes. Estas 300 Has. protegidas por las que se
extiende el Parque Natural están repartidas entre terrenos de labor, carrizales
(el más extenso del sur de España junto con las Tablas de Daimiel), y alrededor
de una cuarta parte son terrenos encharcados o cubiertos de vegetación
palustre.
A su riqueza biológica hay que sumar un evidente
interés geológico, considerado como uno de los más importantes del sureste de
la península a lo que habría que añadir el interés científico por el
descubrimiento relativamente frecuente de restos de animales prehistóricos,
aunque en ningún momento se han buscado de forma sistemática. Sólo han salido a
la luz algunos huesos grandes de mamut y ciervos. Se trata de la única zona
húmeda natural de Granada, provincia que por otro lado sufre un alto porcentaje
de desertización, lo que lo convierte en un oasis para la vida animal
habiéndose contabilizado hasta 185 especies distintas de aves, lo que nos puede
dar una idea de su valor.
No es despreciable el valor paisajístico con Sierra
Nevada siempre a la vista, generalmente con sus cimas blanqueadas por la nieve,
destacando la imponente ladera que culmina en el Cerro del Caballo (3.025 m.);
los numerosos manantiales que recorren la vega, además de un importante
grupo de pozos artesianos ayudan a convertir esta depresión en un aula abierta
tanto para escolares como para el público en general.
Todo el Parque Natural está surcada por numerosos
canales de drenaje, conocidos localmente como “madres”; construidos por los
lugareños entre los siglos XVIII y XIX con la intención de desaguar la
primitiva laguna que llegó a ocupar bastante más extensión que la actual. El
hecho de haber sido buena parte de esta depresión un lecho acuático hizo que se
fuera acumulando una gruesa capa de turba que ha venido siendo explotada
durante años y que ha posibilitado la existencia de otros encharcamientos más
pequeños, cuyo nivel acuífero depende de la demanda de la explotación. Es la
turbera más meridional de Europa.
Aunque hoy sólo he avistado una explotación
“viva” recuerdo que al menos otras dos extraían turba en los años noventa. Una
de ellas, a la que en alguna ocasión me acerqué para comprar, hoy tiene buena
parte de la maquinaria, literalmente, medio sumergida en el agua. Allí quedó abandonada una
tolva junto con alguna cinta transportadora y algunos elementos más.
Según la información consultada, el inicio de los
senderos parte del mismo pueblo, junto a la Cruz de los Molinas (Avenida de
Andalucía) para recorrer en primer lugar el Camino de los Molinos. Yo he
decidido empezar junto a un restaurante en la antigua carretera nacional. Además
de poseer un relativo amplio aparcamiento, está anunciado el inicio del sendero
del Mamut. Sin embargo no será esta la dirección que yo escoja sino que me
dirijo por un caminito interior hacia el Centro de Interpretación (dirección sureste) que durante
los meses de invierno sólo abre los fines de semana.
Aquí arranca un carril que se adentra entre casas
y parcelas de cultivo, dirección sur y que va a serpentear por buena parte del Parque enlazando casas, huertas, propiedades y explotaciones. Hay
multitud de variantes que permiten hacer el recorrido más o menos corto, casi a
gusto del consumidor. Ninguno de ellos me ha ocasionado problemas con la
orientación ya que me he movido en todo momento entre dos referencias bastante
nítidas y visibles. Por el sur la carretera a Cozvijar que se ve serpentear al
fondo. Al norte la antigua nacional a Motril que además de verse, se oye por su
intenso tránsito de vehículos, con su recorrido al pié de los montes que soportan las muy llamativas explotaciones de grava.
A lo largo del recorrido me voy a encontrar más
de media docena de fuentes (ya que he escogido el recorrido largo), atravesaré
diversas acequias (madres), algunas de ellas de amplio trazado en las que si se va en silencio
es posible avistar, abundantes Fochas y Gallinetas comunes, las aves más
abundantes esta mañana. Se ha dejado ver también algún Martín pescador, además
de multitud de pequeñas aves como lavanderas, mirlos y garcillas boyeras y alguna que otra bandada de palomas.
Junto a la única explotación turbera (la turba es
el resultado de una carbonización incompleta de material orgánico acumulado en
el fondo de la laguna que debido a que es un combustible de escaso poder calórico, se
utiliza como abono orgánico), que he avistado hoy existen dos encharcamientos
muy someros que apenas eran atractivos para las aves. Por encima del Camino de Los
Molinos me he detenido un
rato, primero en la Fuente del Mal Nombre para después ascender un poco por la
pétrea loma donde por debajo de una llamativa empalizada se han puesto en valor unas
antiguas rodaduras del Camino Íbero – Romano (siglos VIII – III a.d.n.e.). A
tramos muy visibles, se prolongan por al menos cien metros de forma
paralela a la carretera.
Termino mi deambular por la zona haciendo los
distintos itinerarios, estos ya señalizados que discurren por las diversas
pasarelas de madera que recorren las zonas más emblemáticas de las Lagunas. Son
recorridos lineales que me acercan a miradores, zonas de descanso, atalayas
sobre los carrizales, así como algunas construcciones junto al agua para facilitar el
avistamiento de la avifauna lagunera.
No faltan las leyendas sobre sitios concretos de la depresión. Entre ellos el denominado "Ojo Oscuro", lugar mítico para los
lugareños, rodeado de misterio y características imposibles pero a pesar de
ello difundidas y reafirmadas por todos a través del tiempo. Alimentada por la
leyenda transmitida de boca en boca y refrendadas por otro lado a través de escritos
que vienen a avalar las tradiciones. Sirva como ejemplo la afirmación de que
pese a su pequeñez no tenía fondo y se prolongaba bajo la vega hasta el mismo
mar, tanto es así que un carro de bueyes se hundió en él, siendo visto al cabo
de mucho tiempo en la costa, junto a Almuñecar.
La realidad es bastante más simple. Cito de memoria un párrafo explicativo: Este acuífero
que brota a escasos metros de la loma del Manar y junto a la antigua carretera
de Granada a Motril, lago de escasos metros rodeado de abundante vegetación y
del que aflora un caudal permanente y abundante tiene su origen en las
filtraciones del río Dílar que por bajar de Sierra Nevada por una vertiente
bastante más elevada que la depresión de Padul y por terrenos permeables, lo
alimenta (F. Villegas Molina, El Valle de Lecrín).
Otra característica llamativa de este entorno es
la amplia y visible falla normal que se extiende entre las poblaciones de
Nigüelas y Padul, ocupando las bases de las sierras de Dúrcal y del Manar.
Aunque ahora se considera que está inactiva no tiene una gran antigüedad, ya que su datación no va mas allá de alrededor de un millón de años. Aporta un salto vertical que ronda los 1.000 metros que es el desnivel que separa las tierras de la laguna y
la cima de la Sierra del Manar. Desde el año 2001 esta falla Nigüelas - Padul
es Monumento Natural.
Para acceder hasta ella me desplazo hasta la
población de Nigüelas para una vez atravesado el pueblo en su totalidad remontar cerro
arriba por una estrecha carretera que además de acercarme hasta los cortes
satinados y con inclinaciones próximas a los 45 grados de la propia falla, dispone de una serie de miradores desde los que
se domina tanto la población como parte del barranco del río Torrente, con
algunos paneles explicativos de la historia geológica de esta depresión.
Tras la visita a la Falla inicio el regreso atravesando la población de Dúrcal (carretera antigua), buscando el inicio de una subida hasta la cámara de carga de la central eléctrica de Dúrcal, que aunque tengo constancia de su existencia desconozco su arranque. Preparándome para otra futura caminata por esta sierra.
No quiero ni debo olvidar expresar mi
agradecimiento a una pareja de la policía local de Dúrcal por su asesoramiento
y ayuda, galante, atenta y precisa. Acciones como la suya, sin duda, revaloriza a la persona, así, en
general.
Recordatorio:
en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas, todo lo
demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e inorgánicos), deben regresar
con nosotros.
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Una pequeña aclaración sin importancia: la fuente de la foto no es la de Povedano, sino la de los Cerrillos
ResponderEliminarPrecioso todo.
ResponderEliminarEres un monstruo y me parece que hay que tener un par muy bien puestos para darse los tutes que tú te das. Por decir algo amistoso, como no sé si vas solo o no, quiero sugerirte que mejor si no fueras solo. No por nada, sino porque si en medio te da un volunto, entonces qué. ¿Nos vamos a quedar sin tus crónicas?. ¡Déjate de rollos y cuídate, por favor!. Un abrazo
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