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jueves, 28 de marzo de 2019

Río Huéneja (Huéneja - Granada)






Un paseo por la ribera del río Huéneja.

Huéneja es un pequeño pueblo granadino en los límites con la provincia de Almería. El río que lleva su mismo nombre nace en las estribaciones del Chullo (2.605 y mas alta cumbre almeriense). Pero hoy y a pesar del mal tiempo (llovizna) nos vamos a entretener en acompañar el río hasta allí donde nos lo permitan las condiciones y los múltiples cambios de margen a que el sendero nos obliga.

El motivo de la salida de hoy es dar a conocer a mi hijo Carlos estos bosques de ribera tan sentidos por él.


Los primeros tramos del recorrido se hacen por carril.

A primera hora de la mañana, además de la lluvia, también la niebla quería estar presente.



Nos acercamos hasta el "Molino Alto" o "Molino de Pedro", ya junto al río.

Antes de terminar la bajada para llegar junto a la edificación molinera una amplia era nos recibe.

Un precario y muy resbaladizo puente nos obliga a hacer malabarismos para no mojarnos ya que el caudal es abundante.

Por estas bóvedas salía el agua después de haber puesto en marcha la maquinaria del molino accionando el rodezno que trasmitía su movimiento circular a todo el mecanismo.

Otros molinos no han tenido la restauración o el mantenimiento que el anterior y sólo muestran sus ruinas.

El amplio sendero cruzará el río infinidad de veces y no todas cómodas.

Después de estos meses donde la humedad y lluvia han sido generosas hasta las piedras se han vestido de verde.

Tuvimos que acercarnos y fijarnos bien para dilucidar si era: piedra o tocón.

Aunque hemos hecho el recorrido un par de semanas tarde, aun los caminos están tapizados con multitud de hojas. 

Al fondo otra vez el río. Algunos de los pasos han sido arriesgados, si de no mojarse se trataba. 

Aunque antaño por aquí había parcelas que se cultivaban, el abandono ha facilitado la naturalización del bosque.

Dibujando paisajes en el propio tronco.

o en árboles enteros.

Incluso en las propias lajas pétreas.
Cuando la lluvia cesó, empezamos a disfrutar sin trabas de todo el paisaje. 

Castaños muchas veces centenarios por doquier.

Las retorcidas formas de este ejemplar nos ha invitado a fijarnos en él.

Más cerca aun para apreciar las texturas y rugosidades de su enorme tronco.

Carlos junto al tronco para tener una referencia de su majestuosidad.

Hemos tenido varios encuentros con cabras, pero solo en éste he conseguido la fotografía, aunque bastante lejos: se mostraban muy esquivas.

La conjunción de vegetación y hojarasca conseguían enmascarar el sendero.

Siempre con el río junto al sendero.


Otro de los gigantes bajo los que hemos paseado hoy e incluso hemos degustado alguno de sus frutos a pesar de lo avanzado de la estación.

Cortijo al que nos hemos acercado y hemos apreciado el arduo y preciosista trabajo en su restauración. 



Panorámica desde la pequeña era del cortijo anterior.

Río Huéneja entre vegetación y rocas.

Una de las paredes que delimitan el río algo por debajo del Molino Alto.

Cuando el río se remansa y se abre el barranco aparecen estas imágenes coloristas.

Pantaneta de Huéneja, extensa balsa con escasa profundidad que acumula y regula el agua destinada al riego.

Ejemplar de castaño en el área recreativa que ha perdido el centro de su tronco dejando un hueco donde caben varias personas.

Uno de los ejemplares de castaño milenario en el área recreativa.

Fuente en el área recreativa "Los Castaños".



Huéneja (Granada), 23 de noviembre de 2018.



Ubrique - Cádiz






Ubrique (Cádiz).

Ermita en la zona más alta de la población, a media ladera de la montaña.

Entrada a lo que fue convento de capuchinos, hoy sede del museo de la piel.

Tras largos años en soledad e incomprensión, Maribel Lobato consiguió la cesión del Convento de Capuchinos para instalar un museo con herramientas y maquinaria, piezas auténticas utilizadas en la elaboración de artículos de piel.



En la entrada, colgadas del techo, aparecen un centenar de "Patacabras" jubiladas por los ubriqueños y cedidas al museo.

Con unos fondos de más de 5000 piezas, muchas de ellas repartidas por las distintas salas del edificio, otras en los almacenes.

Periódicamente se renuevan los elementos expuestos para mostrar los fondos del museo.

Durante la visita Maribel elaboró un "preciso" (pequeña cartera donde se llevaba la mecha y el pedernal para encender) sobre la marcha utilizando los elementos tradicionales en el trabajo del cuero.

Los fondos del museo siguen incrementándose debido a la conscienciación y generosidad de los ubriqueños, -por fin- implicados en el proyecto. 


Llama la atención la pasión que siente por "su museo" y que derrocha Maribel mientras ejerce de conductora y guía de la visita.

Las galerías porticadas del patio central (antiguo claustro) han sido reservadas para la maquinaria más voluminosa.


Desde la puerta exterior del museo, la vista de la población.


En la parte alta del pueblo, por donde hace su entrada el río, todavía encuentras algunos espacios libres para cultivar minúsculas parcelas junto al cauce. 

También los restos de diferentes molinos, hace años en desuso.


Calle peatonal que divide el espacio entre escalones, rampa y pequeños espacios verdes.


Calle del agua y ésta la lleva.

Aprovechando que el restaurante estaba en los bajos de la plaza de toros, visita obligada estando en Ubrique.

Después de la comida, capotazos ficticios.

Desde los tendidos más altos de la plaza de toros: vista de la población de Ubrique.

Ubrique (Cádiz), 6 de noviembre de 2018.