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miércoles, 28 de marzo de 2018

Sierra Lújar II. Lagos - Granada




La Sierra de Lújar ubicada al sur de la provincia de Granada, está delimitada al norte por el río Guadalfeo y al sur por el mar Mediterráneo, alcanzando en su cota más alta (Cerro de los Pelaos) los 1.887 metros de elevación sobre el cercano mar.

Debido a su rango altitudinal encontramos en sus laderas representación de los pisos termomediterráneo, mesomediterráneo y supramediterráqneo a lo que ayuda su orientación en sus caras expuestas a las brisas marinas aportando humedad que proporciona amplia variabilidad publiométrica, según vertientes.

Es una pequeña sierra caliza y dolomítica que ocupa alrededor de 90 kilómetros cuadrados. Destacan los numerosos y profundos barrancos que existen en todas sus vertientes: Entabicada, Lagos, Lújar o Carihuelas, Algibe, Almez, Alayón, de las Cuevas, Castillejos (el más largo y profundo de todos ellos), del Olivo, Vicario, Algarrobo y Víboras. 

Hoy partiendo de la población de Lagos voy a intentar ascender hasta una de sus cimas para conocerla un poco más, no la cima sino la sierra en general. Es la tercera visita que hago y no descarto alguna más.(aquí).

El recorrido me ha ocupado alrededor de cinco horas. Una jornada corta pero intensa en esfuerzo.

Primer avistamiento de la población de Lagos

Tras algunas curvas por una carretera estrecha voy acercándome a Lagos, desde donde he decidido iniciar hoy la caminata.


Este es el objetivo autoasignado para hoy. La cercanía al mar y la altitud hacen que la pendiente de sus laderas sea la característica dominante.
Entre la iglesia de la población (junto a la que he aparcado) y la cumbre a la que he decidido ascender (alrededor de 1000 metros verticales) hay poca distancia, lo que se traduce en pendiente endiablada.

A las afueras del pueblo atravieso algunas parcelas de almendros totalmente abandonadas.

En mi ascensión voy a dejar siempre a mi derecha el barranco Lagos.

Asciendo serpenteando por la loma, además de por la pendiente, para acercarme a las distintas bocaminas de antiguas explotaciones mineras.

Muro que diviso en la ladera contraria a la que transito.

En la otra vertiente del barranco aparece este estructura.

Barranco de Lagos, uno de los muchos que se han ido formando en estas laderas serranas.

Lagos es una población que se asienta en la ladera sur de la Sierra de Lújar y que apenas consigue contar con dos decenas de habitantes de forma permanente.


La laderas van ganando pendiente conforme las asciendo. El esparto es la planta dominante. 


Las zonas próximas al eje del barranco, mucha más descarnadas, no son capaces de sostener apenas vegetación, adoptando la típica forma acarcabada.

A medida que asciendo gano en panorámica, abarcando cada vez más territorio visualmente. 
Además de los cortados cercanos comienzo a individualizar las sierras cercanas: Tejeda y la de los Guájares. 

La aparente cima parece cercana pero es falsa. Tras ella se esconde la verdadera con otra subida de muy fuerte pendiente. 

En las frecuentes y obligatorias "paradillas" (o serán mejor "pensadillas" de si seguir o no?) domino amplias franjas de costa. 

La capital de la costa granadina: Motril.

A la derecha Salobreña.

En mi ascensión me asomo al barranco de la Entabicada que queda a mi izquierda.

Estuve tentando de intentar la ascensión por este barranco de la Entabicada pero viéndolo ahora, creo que hice bien optando por éste de Lagos, algo menos duro. 

De nuevo las obligadas paradas para recuperar (la subida alcanzaba frecuentemente los 45 grados de pendiente). Motril y Almuñecar en la misma toma.

No quiero olvidar a mi fiel acompañante. Vino a recibirme al llegar al pueblo y no se si por aburrimiento o por generosidad decidió acompañarme durante toda la mañana. Si ella enseñaba esa lengua imaginaros cómo iba yo.

Los invernaderos van escalando cada vez más las laderas lo que está ocasionando graves daños ya que los desmontes se echan a las ramblas limítrofes y los restos orgánicos e inorgánicos abundan por todas partes. 

Estoy bastante cerca de la cima. El pueblo se ha quedado muy lejos y desde aquí se ve tan pequeño como en realidad es.

Este último tramo del barranco colindante tiene una pendiente mucho mayor que el que yo transito.

A la altura de los 1500 metros comienzan las encinas a ocupar el terreno.

De nuevo bastante bajo decido desviarme hacia una fuente para que beba la perra (se lo ha ganado) y compartir con ella un bocadillo, su compañía bien lo merece.

Nos hemos conocido hoy y sin embargo sólo me ha abandonado un par de ratos cuando las cabras despertaban su instinto cazador (carreras baldías ya que éstas mostraban mucha más pericia y velocidad que la perra).

La escondida fuente donde hemos saciado la sed y paliado el hambre.

A media bajada las nubes habían ocupado todas las cimas por lo que bajarme antes de lo previsto ha sido una buena idea, además, así me evito acudir a la excusa del cansancio.


Sierra Lújar desde Lagos, Granada. 20 de febrero de 2018.




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