Voy a tratar de contar mis experiencias en las salidas por las sierras y las calles de Andalucía. Recorridos, impresiones, cansancios.
miércoles, 1 de noviembre de 2017
Hornillo (Sierra Nevada - Granada)
Río San Juan junto a la cantera de serpentina.
Construcción en el lecho del río que en su día fue la pequeña central eléctrica que alimentó la cantera
Cantera de Serpentina.
Empiezo a ascender la Loma de las Rascas.
Estoy junto a la era del antiguo cortijo del Hoyo. De fondo el barranco por donde discurre el río Genil.
Estoy prácticamente en el límite superior de los bosques de robles.
Abismal el contraste entre lomas enfrentadas.
Fuente en la Loma del Muerto.
Acequia de la Loma del Muerto.
Otra toma de la misma acequia.
Balsa recuperada y vallada junto al cortijo Cabañas Viejas.
Loma del Muerto. El sendero discurre por la línea superior de los robles.
Cuando una balsa se valla se construye un abrevadero para los animales, pero debería tener agua.
Quizás el bosque de robles melojos más alto de la península.
Durante la última hora he caminado por el límite superior del bosque.
Hoy las caras nortes de los grandes no querían dejarse ver con nitidez. Alcazaba a la izquierda y Mulhacén a la derecha.
Estos bosque han sufrido una "limpia" severa.
Los usuarios de los abrevaderos, pero hace falta que estén llenos.
Primera visión del emplazamiento del cortijo del Hornillo
Pequeñas balsas valladas para proteger a las colonias de sapos existentes en la zona.
Uno de las edificaciones del cortijo, hoy refugio.
Ésta y las siguientes pertenecen todas al cortijo y alrededores.
Para que el ganado no viole las zonas valladas hay que facilitarle el acceso al agua.
Vista general del Hornillo.
Balsa vallada por encima del cortijo.
Recostado en el protector tronco de este roble me he extasiado durante una media hora.
Como la quietud no puede ser permanente, llega el momento de volver a caminar.
Durante la bajada me detengo para inspeccionar estas ruinas.
Durante la inspección he encontrado a este inquilino.
Río Genil recién nacido, de nombre que no de caudal.
Vereda de la Estrella.
Junto al cauce del Genil, la vegetación de ribera ya ha cogido color otoñal.
Fecha: 13-10-2017 Mesón
San Juan 8’00-15’00h.
M.I.D.E.:2,3,3,3. Cantera
Serpentina 8’50h.
Duración: 7h (Circular) Cortijo
Hoyo 9’30h.
Desnivel en subida: 622 metros Cortijo
Hornillo 11’00h.
Temperatura: de 15ºC a los 25ºC Vereda de la Estrella 12’30h.
La década pasada se habilitaron fondos para un
amplio programa de recuperación de acequias y balsas, tanto de riego como de careo o
mixtas, en el Parque Nacional de Sierra Nevada. Para ello se dedicaron media
docena de millones de euros, imagino que con la ayuda de la comunidad europea e
implicando tanto a organismos locales como territoriales.
Yo
he sido testigo -en mis caminatas- de cómo se realizaban muchas de las obras en acequias y balsas que
habían quedado abandonadas a la vez que los cortijos quedaron vacíos. Eran los
cortijeros los que realizaban esa labor de mantenimiento durante los primeros
meses de la primavera, cuando ascendían desde los pueblos para asegurarse los
riegos estivales.
Incluso
participé en alguna de esas recuperaciones encomendadas al voluntariado aunque
no compartía la filosofía que se aplicaba, concretamente en el Cortijo del
Hornillo.
Hace
unos días -deambulando por internet- me encontré con una página que hablaba de
estas actuaciones, incluso la propia Junta,mostraba “in situ” una de ellas antes
algunos invitados de otros países norteafricanos, concretamente la acequia del Almiar ubicada bastante por encima de Cañar (Alpujarra granadina).
Se me ocurrió hacer algún recorrido en que pudiera apreciar si esas
inversiones, además de haber servido para mitigar la crisis económica para
muchos pueblos con los jornales echados y las recuperaciones para las que estaban destinadas,
permanecían o habían durado lo que las fotos propias del momento. Os consta, a
los que me seguís mediante el blog, de que hablo habitualmente de estos temas,
así como que sigo el estado de los refugios y la basura serrana.
La
subida al Hornillo, aparte de ser un recorrido muy bonito, no excesivamente
duro ni largo, permite a la por si posible circularidad conocer el estado de al
menos cinco acequias en las que se trabajó en su día. Además me unen a él
recuerdos muy placenteros (por ubicación, belleza, paz, etc.), e incluso uno de
inmensa alegría cuando después de ver durante años una fantástica foto conseguí ubicarla desde él. Era un enclave que cumplía todos los requisitos.
Dejo
el coche en el Mesón del Barranco de San Juan y tras cruzar los dos ríos,
primero el Genil y después el San Juan por sendos puentes de madera, inicio la ascensión, siempre remontando la margen izquierda de este segundo
hasta la pista que enlaza el Hotel del Duque con la Hortichuela. Este senderillo
daba servicio -además- a un pequeño cortijo (del que solo quedan escasas
ruinas) a medio camino de subida. Entre los desprendimientos y el poco uso
que se le da cada año que decido recorrerlo lo encuentro más deteriorado. No obstante en
una media hora debe quedar solventado.
Alcanzada
la pista me encuentro un pequeño dique -totalmente colmatado- y una pequeña construcción en el propio cauce
actual del río San Juan; era una pequeña central eléctrica que suministraba energía a la
cantera de serpentina que está unos metros por encima. Encuentro una
bifurcación y tomo el ramal de la derecha que va a morir unos centenares de
metros más arriba junto a un moderno redil donde cargan las reses cuando deciden trasladar las muchas cabezas vacunas que deambulan
por toda la loma.
A
partir de aquí un sendero muy marcado asciende por la ladera entre robles,
majuelos y chaparras (muy castigados por la sequía); cipreses, rosales y
rascaviejas (que presentan mejor aspecto). Es una subida continuada hasta
alcanzar los terrenos donde se asentaba el Cortijo del Hoyo. En la ascensión
tengo la oportunidad de cruzar un par de acequias totalmente perdidas. En una
de ellas en que se trabajo mucho y bien (con un trazado a tramos volado y otros tallado en la propia roca de los tajuelos que atraviesa y de la que no he conseguido saber el nombre), recorrida totalmente en su momento, regaba esta
loma por la que asciendo y los robles que la ocupan, para quedar abandonada e
inservible en apenas dos años.
Tras
superar el Cortijo del Hoyo el sendero se horizontaliza para atravesar la Loma
del Muerto. Hace el recorrido por el límite superior de los bosquetes de
robles, lo que permite apreciar que los ejemplares ubicados más altos se mantienen más vivaces
y lozanos, aunque la carencia de agua es igual para todos, las temperaturas
algo más bajas colaboran a su mantenimiento. A medio recorrido de la loma existe
una fuente, hoy con ridículo aporte y junto a la fuente el sendero que se cruza con otra acequia.
Esta
acequia de la Loma del Muerto en los tramos que la he seguido aparenta buen
aspecto sólo a falta de algo de limpieza en su cauce e imagino que algunas
reparaciones menores por pérdidas cuando se ponga en servicio. Si se permite el
pastoreo de ganado vacuno por la zona y no se habilitan abrevaderos, las reses
acaban destrozando las acequias en su búsqueda de agua.
La
siguiente acequia (destrozada por las pisadas de los animales) es muy local ya que arranca en un barranco muy próximo dando
servicio a la balsa y terrenos del cortijo de Cabañas Viejas. La balsa protegida por vallado
metálico es un refugio para ranas y sapos de los que en estos lugares hay
varias colonias.
Y
tras caminar un rato bajo la sombra de un robledal de melojos que amenizan este
último tramo del recorrido dejando entrever entre sus ramas los grandes de
Sierra Nevada (Alcazaba -3.369m. y Mulhacén -3.479m.) llego al Hornillo. Aquí
me demoro durante un rato visitando las distintas construcciones habilitadas
como refugio que me encontré cerradas y limpias. Así como un pequeño abrevadero
junto a la era, porque el que está más arriba, junto a la balsa no cumple su
función ya que está seco.
En
la vertical del cortijo y unas decenas de metros más elevado loma arriba avisto unos muretes de piedra que corresponden a unos amplios apriscos. Actualmente estas construcciones no se utilizan ya que los animales campan libremente por todos
estas tierras.
Del
río Guarnón, aproximadamente en la cota 2.000 nace la acequia del Lagarto o de
La Mata que se realimenta -un poco más adelante- con la cascada del arroyo que baja por el Barranco de
Despeñaperros y tras un recorrido de unos cinco kilómetros en que circula encajada entre rocas salvando
pequeños tajos e incluso algún tramo volado, alimentaba los pagos de diversos cortijos: Cazoletas, Hornillo y Cabañas
Viejas. En ella se invirtió mucho dinero porque el trazado es largo y muy complicado, incluso se tuvo que rehabilitar
un sendero de acceso hasta la cabecera. Hoy inservible a tramos por desplomes y corrimientos.
Algunos
datos de estas actividades en la Sierra Nevada granadina: existen o existían 840 kilómetros de acequias
de las que 385 km. eran de careo (llamadas así porque el ganado puede dar la
cara al pasto), 365 km. de riego y 99 km. mixtas. Durante una década -la pasada-
se han invertido más de 5 millones de euros para recuperar 37’5 kilómetros de
acequias perdidas y se han restaurado otros 302 km. ¿Qué queda de todo ello?.
Recordatorio: en nuestras salidas al campo
sólo debemos dejar nuestras pisadas, todo lo demás: impresiones, fotos y
residuos (orgánicos e inorgánicos), deben regresar con nosotros.
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