De nuevo abajo entre olivos.
Fecha:2-10-2013 Inicio
sendero 8'30h.
M.I.D.E.:2,2,3,3. Castillo Mata Bejid 9h.
Duración:
7'15h. (Lineal) Pto. De la Mata 10'30h.
Desnivel
en subida: 1.050 metros Fuenmayor 11'40 -12h
Rangos
de temperatura: de 12ºC a los 30ºC Puerto de Torres 13'30h
Inicio
sendero 15'45h.
El
pasado mes de mayo intenté hacer este recorrido y me lo impidió la
espesa niebla que cubría la sierra de Mágina, me llovió e incluso
me cayeron algunos copos de nieve; al bajar de nuevo hasta las
proximidades del Centro de Interpretación que se ubica entre las
localidades de Huelma y Cambil, el sol reinaba en el cielo y se
podían divisar las cumbres de los cerros nevadas. Quedó pendiente
este recorrido para mejor ocasión y basándome en mi cabezonería
sabía que antes o después llegarían las ganas de afrontarlo de
nuevo a pesar de ser todo por carril, no de mi gusto por cierto.
La
Sierra de Mágina, a pesar de ser una pequeña “isla” en medio de
los monocultivos y tierras alomadas de Jaén, presume de contener la
cima más elevada de la provincia (Pico Mágina 2167 m.) y además
otra media docena de cerros que superan la cota 2000. A pesar de mi
tardío descubrimiento de esta sierra, entre el año pasado y este he
recorrido todos los senderos señalizados que propone el plano
editado por la Junta de Andalucía y ya con algún conocimiento del
terreno puedo afirmar que merece la pena dedicarle algunas jornadas a
su visita y recorrido. Exaltada frecuentemente por Muñoz Molina,
donde ubicaba algunas de sus historias, el conocerla entre sus
habituales brumas que le aportan un aspecto misterioso y atractivo,
haciéndola camaleónica dependiendo del día climatológico en que
se visita, es una maravilla.
Este recorrido de hoy
(coincidente con al tramo del GR-7 que atraviesa esta sierra) se
puede afrontar desde el pueblo de Torres, itinerario que reservo para
hacer cualquier mañana con mi mujer, o bien desde la carretera que
une los pueblos de Huelma y Cambil (kilómetro 13 de la A-324),
recorrido escogido por mí para hoy buscando retomar un itinerario
(número 7 en el plano de Sierra Mágina publicado por la Junta de
Andalucía) que quedó inacabado el año pasado por las condiciones
climáticas desfavorables mencionadas.
Esta propuesta me va a
permitir recorrer una de las zonas de bosque mediterráneo mejor
conservadas de toda la sierra de Mágina siendo su principal
atractivo la dehesa: tras aclarar el bosque de encinas y quejigos
para dar lugar a espacios de prados de alta montaña junto con
infinidad de arbustos propios del bosque mediterráneo. Durante la
ruta de algo más de 30 kilómetros (ida y vuelta) voy a poder
disfrutar de paisajes de gran belleza dominados en todo momento por
la espectacular silueta de la Peña de Jaén.
El
recorrido nace en la propia carretera que une las poblaciones de
Huelma y Cambil, casi
a
medio camino entre
ambas, pudiendo dejar el coche unos metros más abajo en un ensanche
de la propia carretera (cota 995). Se inicia la subida por un carril
cementado en su inicio que en sus primeros metros atraviesa campos
dedicados al cultivo del olivo. Olivos viejos, mas que centenarios
algunos, de un sólo pie cuyos suelos limpios de matojos ya están
preparados para la recolecta de la próxima cosecha. Hay que ir
atentos porque el cartelón que había a la entrada anunciando el
recorrido ha desaparecido con las obras de acondicionamiento de la
rampa inicial.
Después de alrededor
de media hora de marcha llego a las ruinas del Castillo de Mata Bejid
y una gran era (de 20 metros de diámetro), a la izquierda de la
carretera y las también ruinosas paredes de un extenso cortijo
enfrentado al castillo (todo el paraje es conocido como el
Castillejo), a la derecha de la carretera. Estas ruinas atraen la
curiosidad por recorrerlas, siempre con la precaución debida, sobre
todo si se va acompañado de niños en los que siempre aventaja la
curiosidad y la osadía a la prudencia. A partir de aquí, siempre
por el carril y en subida moderada va cambiando el paisaje ganando
presencia las grandes encinas y quejigos adehesándose el terreno dado
que el aprovechamiento de los pastos ha sido tradicional en esta
sierra.
Junto a la desaparición
del monocultivo aparecen muchas especies de aves, algunas ardillas e
incluso avisto algún zorro que a estas horas de la mañana está
haciendo su ronda. A partir de aquí los amplios prados que se
alternan con los grandes encinas y quejigos están habitualmente
ocupados por extensos rebaños, mayoritariamente de ovejas y no es
raro divisar alguna gran rapaz trazando círculos por el cielo en
busca de posibles presas.
Tras otra media hora de
ascensión, junto a una curva de la carretera aparece un vallado que
cierra una gran balsa preparada para su uso por los medios de
extinción de incendios y que a la vez sirve de refugio a los
múltiples anfibios de la zona. Junto a ella las ruinas del cortijo de
Los Prados y unos metros mas arriba, indicada con su correspondiente
poste, una fuente. Junto al antiguo cortijo dos espectaculares
ejemplares arbóreos: un nogal y un castaño de indias compitiendo
entre sí en altura y volumen.
Casi desde el inicio
del recorrido se divisan arriba tres de las cimas que ostentan cotas
por encima de los 2000 metros. Entre dos de ellas va a atravesar la
carretera después de alcanzar el collado correspondiente para
dejarse caer por la vertiente contraria. El collado se sitúa entre
el Cerro Almadén (2.032 m.) y el Cerro Ponce (2.005 m.) a izquierda y
derecha respectivamente del Puerto de la Mata. Más a la derecha,
inconfundible por su abrupta cara sur que alterna los tajos con
grandes terraplenes terreros está el Cerro de Jaén (2.147 m), ostentando la segunda cota de esta sierra por poca diferencia, el más occidental
de los grandes picos de la cresta del Mágina. Y todavía quedan
otros dos dos miles en esta sierra: el Miramundos con sus 2077 m. y el
Cerro Cárceles con 2060 m.
Todavía tengo que
seguir subiendo durante otra hora para llegar al Puerto de la Mata
(1.670 m). En un corto tramo de llaneo aparece una barrera hoy
abierta que entiendo señala el puerto, para enseguida comenzar la
bajada por la otra vertiente. Preguntado tanto en la primera subida
como ya casi arriba por senderos alternativos a la pista de tierra,
intentando suprimir el “intenso y prolongado curveo” de la
carretera me informan de que no los hay. No obstante, más adelante,
ya a la vuelta, conseguiré sustituir un tramo de carretera por unas
rodadas que monte arriba cortan bastante a costa de ascender de forma
brutal, como si de un cortafuegos se tratase.
La bajada por la
vertiente norte se prolonga durante algo más de una hora para llegar
primero a un cruce y posteriormente a la propia área recreativa de
La Fuenmayor (1.300 m). Se han habilitado algunos espacios con mesas
con formas de ruedas de molino cónicas en torno al nacimiento de agua. Nacimiento generoso que tras diversos saltos alimenta una
alberca amplia, aunque con poco fondo antes de iniciar,
barranco abajo el camino para unirse al río Torres.
He aprovechado mi
estancia en el área para además de comerme el bocadillo dedicar
unos minutos a recorrer todo el entorno. Entre la abundancia de agua
y las frondosas sombras que proporcionan los grandes árboles se ha
creado un ambiente fresco y muy agradable. Seré plenamente
consciente de este agradable ambiente cuando lo abandone y retome la
pista, ahora cuesta arriba y bajo un sol que hoy no era de amigos.
Antes de llegar de
nuevo al cruce, dejo a mi derecha la famosa Cascada del Zurreón, hoy
poco vistosa por la escasez de agua que lleva, apenas un hilo que
se despeña desde lo alto hasta estrellarse a medio recorrido sobre un
saliente rocosa de la propia pared. Vistas algunas fotos de otros
inviernos parece que merece muy mucho la pena acercarse cuando su
curso sea más generoso ya que aparenta ser espectacular, incluso en
algunas fotos aparece la cascada totalmente helada.
Poco después del cruce
me encuentro un par de lugareños a los que vuelvo a preguntar por la
posibilidad de acortar el camino mediante algún sendero y me señalan
unas marcas de ruedas que monte arriba se acoplan al terreno sin
hacer concesiones. Me quedo observándolas sin saber si encaminarme hacia ellas o ignorarlas. Por un lado el acortar terreno evitando algunas curvas me parece
atractivo, por otro, la pendiente que me muestra el inicio de la
alternativa es para pensárselo. Me decido a tomarla el observar que al
menos los primeros metros aparecen ensombrados. Más adelante la
sombra desaparecerá pero no así la pendiente que se mantiene en
toda su longitud superando los 35 grados en algún tramo, como si de un estrecho
cortafuegos se tratara.
Me lo tomo con calma y
al cabo de un rato aparezco junto a una gran balsa y un abrevadero
que apenas si divisé en mi bajada, ciertamente bastante arriba casi
en el propio puerto, en la paraje denominado Hoyalino. El puerto
recibe dos nombres dependiendo de la vertiente por la que lo subamos:
si lo hacemos desde Huelma se denomina Puerto de la Mata, si lo
hacemos desde Torres lo apellidan Puerto de Torres, imagino que por
estar la divisoria entre términos municipales en el propio puerto queriendo cada municipio reivindicar su patrimonio.
Aprovecho la fuente del
abrevadero para refrescarme y tras lavarme cara y brazos comienzo la
larga bajada bajo un sol de justicia que ya no me dejará hasta
terminar el recorrido. Aprovecho algunos nacimientos de agua que
encuentro por el camino para seguir refrescándome, ya que dada la
abundancia de ganado por la zona, ni se me ocurre beberla. Es
importante llevar agua potable en abundancia, sobre todo si salimos
en días claros y calurosos como el de hoy. Yo he necesitado durante
la jornada los dos litros de agua que levaba y os puedo asegurar que
no me ha sobrado ni una gota.
Recordatorio:
en nuestras salidas al campo sólo debemos dejar nuestras pisadas,
todo lo demás: impresiones, fotos y residuos (orgánicos e
inorgánicos), deben regresar con nosotros.
|
Pictures #2 & #4 are my favorite, so beautiful! :)
ResponderEliminar